Datos personales

Vistas de página en total

lunes, 11 de junio de 2012

El arte del rejoneo. Parte 3.- La realización eficaz del último tercio o tercio de muerte, es fundamental a la hora de conseguir trofeos; porque la principal virtud del caballo de matar es la valentía, ya que debe ir despacio y derecho al toro y debe ser capaz de llegarle muy cerca para lograr una reunión ajustada; además, debe tener un galope suave, que permita al jinete no moverse de la montura para clavar con mayor precisión la llamada hoja de peral o rejón de muerte. La sudamericana Conchita Cintrón (Concepción Cintrón Verrill), ha sido una de las pocas mujeres que ha logrado escribir su nombre con letras de oro en la historia del toreo. Nace en la ciudad chilena de Antofagasta, el 9 de agosto de 1922 y fallece en su casa de Lisboa, Portugal el 17 de febrero de 2009, a la edad de 86 años, comienza a interesarse por el mundo del toro y de los caballos cuando todavía era una niña. La plaza de toros de Acho, en Lima, fue testigo de su primera actuación en público como rejoneadora el 31 de julio de 1936, con motivo de un festival benéfico; y se paseó triunfalmente por los ruedos de todo el mundo hasta 1950, año de su retirada. La que fuera conocida en México como “La diosa rubia del toreo”, destacó por su excepcional conocimiento de la lidia y su dominio de las cabalgaduras; también fue la única mujer, que toreó a pie en España durante la prohibición de las mujeres toreras que impuso el régimen de Franco. El objetivo era evitar que una mujer pudiese quedar desnuda a causa de un percance, pero el privilegio de poder echar pie a tierra para estoquear al toro del que gozaban los rejoneadores, hizo que le permitieron torear a pie y siempre lo hizo con el traje campero. En España han dejado huella a su paso por los ruedos: Manuel Vidrié Gómez, los andaluces Joaquín Pareja - Obregón, Álvaro Domecq Díez, Álvaro Montes y el portugués João Moura. En los años setentas el cuarteto de jinetes denominado “Los 4 Jinetes del Apoteosis”, estaba formado por los españoles: Ángel y Rafael Peralta Pineda, Álvaro Domecq Romero (digno sucesor de su padre) y el portugués José Samuel Lupi, la importancia que llegaron a tener, no sólo fue motivada por sus espectaculares triunfos; sino porque cada uno aportó algo a la fiesta, Ángel Peralta institucionaliza el rejoneo por parejas formando collera con su hermano Rafael; Álvaro Domecq Romero, aporta al rejoneo una fuerza, una emoción y un temple torero que antes no se había visto y el lusitano José Samuel Lupi, espectaculares quiebros en la realización de las suertes, causando con esto un gran impacto en el público que los veía. El espectáculo brindado por estos cuatro jinetes, hace propicia la celebración de las corridas completas de rejones y da origen a este nuevo tipo de festejo en el que participan cuatro caballeros, que actúan primero por orden de antigüedad y en los dos últimos toros por parejas llamadas colleras. Podemos aseverar, que nunca se había obligado tanto a los caballos a torear en terrenos tan comprometidos, como lo están consiguiendo los rejoneadores actuales, de los cuales me permito citar a algunos de ellos, João Moura, Javier Buendía, Don Fermín Bohórquez, el matador de toros y rejoneador Paco Ojeda, Martín Burgos, Javier Buendía, José Miguel Callejón, Andy Cartagena, Fermín Bohórquez Domecq, el portugués Rui Fernandes, Antonio y Luis Domecq, Alvaro Montes, Sergio Galán, Diego Ventura y Leonardo Hernández entre otros. Mención aparte merece Pablo Hermoso de Mendoza, porque es un jinete muy distinto. Hablando de Portugal no pueden pasar desapercibidos los nombre de: el Marqués de Marialva, Victorino Froes, Antonio Luis Lopes, Rui Da Cámara, Antonio Branco Nuncio, David Rivero Téllez, Manuel Veiga, Fernando Salgueiro, José Rosa Rodríguez, Fernando Sommer D’Andrade, Duarte e Almeida, Joao Cabral, José Mestre Batista, Francisco Mascarenhas, Francisco Murteira, Correia, Francisco Sepúlveda, José Barahona Nuncio, Simao Da Veiga y en la actualidad Joao Moura hijo. México, tuvo en Ignacio Gadea torero charro potosino al inventor del par de banderillas a dos manos, pero Ponciano Díaz (nacido en la ganadería de Atenco) fue el primer matador de toros con alternativa y primer rejoneador mexicano reconocido en México y en España, le siguieron Andrés Becerril y Paco Aparicio, después Hugo Olvera Villafaña con el nombre artístico de Juan Cañedo, Carlos Arruza Padre, a un espectacular caballista que anteriormente había sido matador de toros y que mostró como jinete, un toreo de gran magnitud al meter a sus caballos por terrenos inimaginables; años después, Humberto Combe, Mauricio Locken, Roberto Arreola, los neoleoneses Felipe y Evaristo Zambrano; Jorge Hernández Espinoza; en los setentas Gastón Santos, fue el primer caballista mexicano en recibir la alternativa como Caballero en Plaza en la Plaza de Toros de Campo Pequeño, Portugal y fue un torero al que siempre se le vio con gusto; Don Pedro Louceiro (portugués de nacimiento y radicado en México); Carlos Arruza Jr.; quién hiciera concebir grandes esperanzas por sus múltiples cualidades y valor, lamentablemente diversos accidentes dentro y fuera de los ruedos terminaron por retirarlo del medio. Otros hombres de a caballo importantes en nuestro país han sido el Dr. Carlos Escalante, Pedro Louceiro II y Pedro Louceiro III (hijo y nieto de Don Pedro); también han destacado en el arte de Marialva Enrique Fraga (que antes fuera Matador de Toros), Luis Arenas, Gerardo Trueba, Jorge Hernández Andrés, su hermano José Antonio Hernández Andrés, Luis Covalles, José Maria Fuentes, Antonino López y Eduardo Funtanet (Q.E.P.D.); quienes recorrieron el país, llevando su arte a todas las plazas de toros mexicanas. Se agregan a la lista de caballistas destacados en nuestro país Ramón Serrano, Raúl Arredondo, Rodrigo Santos (sobrino del rejoneador potosino), Eduardo Cuevas, Octavio Sánchez (quién tomó también la alternativa en Portugal), Giovani Aloi y jóvenes prospectos como Jorge Hernández Gárate, Horacio Casas y el yucateco Fernández Madera, Diego López y Antonio Ortega, que han ido mostrando sus cualidades taurinas poco a poco, para triunfar en el Arte de Marialva. Nadie puede negar que estos años que vivimos, suponen una nueva explosión del arte del toreo a caballo; ya que son muchas las circunstancias que han determinado el éxito de este tipo de festejos. La fuerte competencia entre los rejoneadores y las innegables dotes de muchos de ellos, han redundado en beneficio de un arte que tiene un público específico y fiel que llena las plazas donde se presentan. Si vemos, la enorme evolución experimentada en este tipo de lidia que aunada a la técnica, la plasticidad y el temple que rodea la ejecución de cada una de las suertes, así como la belleza y perfección en la doma de las cabalgaduras; hace que los jinetes determinen el esplendor de este espectáculo hoy en día, a grado tal, que también en el llamado sexo débil encontramos exponentes del arte de Marialva, ya mencionamos a Conchita Cintrón, pero no hay que olvidar a la norteamericana Edith Evans, a la mexicana Karla Sánchez y actualmente a Ana Batista, Isabel Ramos, Joanna Andrade, Isabel Ramos, Ana Rita, Mónica Serrano, Noelia Mota, la portuguesa Ana Matías entre otras. Definitivamente la espectacularidad de las suertes, va “de la mano” con un posible percance de graves consecuencias, del trabajo cotidiano (monta constante, toreo de salón y en el campo), que es un esfuerzo de muchas horas que exige constancia, disciplina, práctica, conocimientos, acoplamiento y muchos requisitos más que cumplir por parte de los protagonistas; depende su principal objetivo: que disfrutemos de este bello espectáculo en las plazas de toros. Fuente :Jaime Montoya .TORERO.
El arte del Rejoneo. Parte 2.- En España, el traje corto o campero guarda mucha relación con el trabajo en campo que realizan las personas relacionadas con el manejo del ganado bravo, de donde deriva el rejoneo a la española, lo mismo sucede con los arreos del caballo. El primer rejoneador de quien tenemos noticias que utilizó por vez primera este atuendo, fue Antonio Cañero; quién se presentó por como profesional en la plaza de San Sebastián en el año 1923. Con lo que se inicia una tradición que llega hasta nuestros días y que marca la diferencia entre los rejoneadores españoles de los portugueses. Sin duda alguna, en el toreo a caballo se entremezclan muchas variedades interpretativas, diría que tantas como en el toreo a pie, pues cada uno comienza buscando y enseñando a sus cabalgaduras, con arreglo a sus formas de sentir el arte del toreo ecuestre. El rejoneo es mucho más que “caballos al toro”, porque para subirse a un corcel, enfrentar a un toro bravo y torear, se debe de tener: doma y elegancia en la monta, conocimiento total de los terrenos del toro y del torero, valor sereno, manejo del corcel; control del toro y arrojo torero; en pocas palabras se requiere que caballo y caballero sean toreros y parezcan uno sólo. Cuando el aficionado siente esto y de manera imaginaria ve una muleta o un capote entre la conjunción de jinete – montura - toro, es cuando en verdad se disfruta el torero a caballo. Se requiere de varios corceles para este tipo de festejos. El caballo de paseíllo es el primero en salir al ruedo y en una corrida de rejones tiene su importancia, pues el público siempre agradece que este se realice con elegancia y belleza. El corcel utilizado para este fin, debe ser espectacular, de tamaño medio, tirando a grande y su doma tendrá que ser perfecta; los aires que más se utilizan son el passage y el paso español. Dentro de la variedad de suertes, hay rejoneadores que paran al toro con garrocha, con capote o con una banderita que sale del rejón de castigo. Suertes en el rejoneo: A porta gayola: El rejoneador se sitúa a la puerta del toril y cuando sale el toro lo cita y lo lleva hasta el centro del redondel en donde le clava el primer rejón de castigo. Durante este primer tercio, el caballero en plaza o rejoneador tiene que ponerle al toro dos o tres rejones de castigo, dependiendo de la fuerza del animal (esto es a elección del rejoneador); en el segundo, coloca tres pares de banderillas y en el tercero y último tercio, se coloca el llamado rejón de muerte para que al final el público decida que si realizó una faena bonita sea premiado con una oreja, dos orejas o las dos orejas y el rabo. Para el primer tercio se requiere una cabalgadura muy manejable, con una doma muy cuidada, que tenga potencia y velocidad, y que se doble con el toro en círculos pequeños para poderle. Debe ser un caballo muy poderoso, reunido, muy ligero, tanto para obedecer como en rapidez, con el galope afinado al máximo, con buena boca y muy seguro; porque la finalidad principal de la suerte de recibo es parar al toro, templarlo y fijar su embestida; además de restarle fuerza mediante los rejones de castigo, para que las suertes posteriores tengan lucimiento y tenga el suficiente gas para cuando llegue la hora de matarlo. Los caballos cruzados (anglo-lusos, anglo-hispanos...) son los que más se utilizan para saludar al toro en la plaza y una vez que el toro está ahormado con los rejones de castigo, se cambia de caballo. Rejón al estribo: consiste en clavar el rejón en el momento en que el toro mete la cabeza para derrotar en el estribo de la silla. El tercio de banderillas es el más artístico y el más vistoso, en el que se basa el éxito de la faena; aquí es donde se saca el caballo maestro de la cuadra ya que se trata de mostrar la doma y la aptitud de la cabalgadura, por ello, se requiere un caballo más artista a la hora de ejecutar las suertes; que tenga armonía, expresión y que se sienta torero; debe de ser un animal menos veloz, pero ágil, con temple y con valor, que les llegue cerca a los toros y no proteste; y que se doble para realizar bien las suertes. Además, tendrá que estar lo suficientemente bien domado para poder ligar las suertes con facilidad, el caballo más torero será aquel que vaya con armonía, presumiendo sus movimientos con tranquilidad, la cara colocada, expresiva; que sienta al toro, que ponga las orejas hacia atrás, que lo mire, que lo rete, que lo engañe, que toree por si mismo; que mida las distancias no dejándose tocar, pero que llegue tan cerca que permita al rejoneador clavar al estribo, al mismo tiempo que saca la grupa y rodea el pitón derecho, saliendo por el rabo del toro. En estas características se ajusta un caballo español, un lusitano o un hispano-árabe, ya que sus aires poseen expresión, belleza a raudales y su nobleza facilitará la doma. De cara recibiendo: espera el rejoneador de frente al toro, y cuando llega a jurisdicción, quiebra el caballo el vieja y se clava el rejón a la grupa. De poder a poder: es igual que la suerte de banderillas de este nombre en el toreo de a pie, clavando al estribo de la cabalgadura. Clavar al Estribo: Tanto en rejones como en banderillas, una vez que el toro pasa el estribo y los pitones quedan por detrás se considera una ventaja y se le llama "clavar a la grupa" o a "silla pasada", es decir que se clava el rejón o la banderilla cuando la cabeza del toro está a la altura de la grupa o la nalga del caballo. Es uno de los más frecuentes defectos en el rejoneo y que no debemos pasar por ato. El momento de clavar es a la altura del estribo cuando el toro mete la cabeza para derrotar ahí. Suerte de Caras: El rejoneador cita de frente, parte hacia el toro al mismo tiempo que éste se arranca, aguanta cara a cara la trayectoria del toro hasta el momento crítico de la reunión, entonces el caballo, con el cuerpo como si fuera un arco, efectúa un leve desplazamiento lateral. El caballero consigue cargar la suerte con el caballo como muleta y se desplaza de pitón a pitón, antes de colocar el rejón o la banderilla en el morrillo, siempre a la altura del estribo. Si el astado ha sobrepasado la altura del estribo del caballero, la banderilla será considerada "a toro pasado" y ya no es tan meritoria. Al sesgo: suerte que se usa con los toros quedados y que consiste en ir el rejoneador paralelo a las tablas, encontrándose el toro perpendicular a ellas y mirando hacia el terreno de fuera y, cuando llega a jurisdicción, clavar generalmente a silla pasada. Galope de costado: El jinete provoca al toro con la cola del caballo hasta que se acerca lo suficiente y, una vez conseguida la distancia ideal, sitúa su montura de manera oblicua o perpendicular a la trayectoria del astado. A continuación, presenta y mantiene cerca de la cara del toro el costado derecho o izquierdo del caballo, según el lado por el que venga el enemigo. Así situará al equino frente a las tablas, o mirando a las afueras y continuará, siempre de costado, con el cornúpeta pegado al estribo. A fuerza de conseguirlo y de templar, logrará mandar y atemperar la embestida del bovino. El remate perfecto para esta suerte consiste en el "remate por los adentros". Esto sería llevar al toro cosido a la cola o grupa del caballo, paralelo a las tablas y a una distancia de unos dos metros aproximadamente de ellas. Cuando el toro parece alcanzar al caballo, éste le cambiará la dirección y se meterá por el espacio existente entre las tablas y el toro. Tira de Frente: El rejoneador cita de frente pero, iniciada la carrera, en vez de mantener la rectitud inicial, se desvía en una especie de diagonal hacia la izquierda y clava al estribo. Muy pocas veces se ejecuta bien. Generalmente es una forma de torear "mintiendo". Se aparenta torear de frente, porque se cita en esa posición, pero se acaba poniendo la banderilla a la grupa. ¿Cómo podemos diferenciar una buena ejecución de esta suerte? En la actitud del caballo: Cuando se ejecuta bien, el caballo galopa siempre mirando al toro y en el momento de la ejecución, se arquea dejando al toro a la altura del estribo del caballero. Par al Violín: Más que una suerte es un recurso técnico para poner banderillas a los toros que presentan dificultades por el pitón derecho, consiste en ir al encuentro del toro y en el momento de la reunión, que se producirá por el pitón izquierdo del animal, el caballero levantará el brazo derecho por encima del hombro izquierdo y clavará la banderilla. Aunque se puede realizar de cualquiera de las formas que ya se han mencionado, tendrá más mérito si se hace de frente. Par a dos manos: El primero en colocar un par a dos manos fue el portugués Branco Nuncio. Es un par que resulta vistoso y vibrante y que entraña una gran dificultad técnica, porque el caballo no se lleva con las manos sino que el caballero ha de sujetar las riendas a su cintura, manejando la cabalgadura con las piernas y el cuerpo llevando una banderilla en cada mano. Existen dos formas de clavar el par reuniéndole en el mismo momento de clavar, o haciéndolo antes de que el toro llegue a la jurisdicción del caballero, sacándole reunido, de arriba abajo. Igualmente se puede llevar a cabo de cualquiera de las maneras ya mencionadas. La Rosa: Son adornos en forma de rosas que el rejoneador coloca después de clavar banderillas y requiere de llegarle “al pelo” al toro, muestra el dominio que tiene sobre la montura y el conocimiento sobre los terrenos del animal. A la media vuelta: lo mismo que en la suerte de banderillas del toreo a pie, que lleva este nombre. Suerte de "El Teléfono“: Es una suerte de adorno, ejecutada generalmente al finalizar el tercio de banderillas cortas. En ella, el rejoneador no se limita a continuar el círculo que impone la inercia del recorrido, sino que espera al enemigo para llevarlo templadamente y toreando en circulo, con el codo derecho apoyado en el testuz del animal durante varios segundos. Aquí la mentira consiste en venir desde larga distancia hacia el toro y, llegando a su altura, agacharse y apenas tocar su testuz para salir galopando, en lugar de permanecer en contacto con el toro el mayor tiempo posible. Fuente:Jaime Montoya . TORERO.
Parte 1.- El arte del rejoneo o llamado también “el arte de Marialva”: Para hablar del rejoneo tal y como lo conocemos en la actualidad, debemos remontarnos a la corrida caballeresca, las primeras noticias existentes de corridas de rejones datan del siglo XIII, aunque el punto más alto lo alcanza durante el reinado de Felipe IV; y su declive comienza en el siglo XVIII; lo que se entiende perfectamente, si tenemos en cuenta que el auge y la decadencia de este tipo de festejos va en relación con la evolución de la nobleza ya que los nobles eran quienes tenían derecho a montar a caballo. El origen de la corrida caballeresca tiene mucho que ver con el auge de la monta a la jineta, con ella se abandonan los largos estribos de la Alta Edad Media que utilizaban los caballeros en las batallas, por unos estribos más cortos que hacen ir al jinete con las rodillas flexionadas; permitiéndole así dominar mucho mejor al caballo y hacer posible los alardes frente al toro. Las noticias que se tienen sobre la celebración de estas fiestas de toros, aluden siempre a sucesos extraordinarios relacionados con compromisos matrimoniales, bodas reales o de nobles, nacimientos o por la presencia de algún monarca o personaje político de alcurnia en alguna ciudad. En este tipo de festejos, el que rejonea se basa en la movilidad y doma de su (s) cabalgadura (s), para poder burlar al toro y así someterle al castigo de los rejones o de las banderillas; de tal forma que el rejoneo de antaño y el actual son muy similares, con la única diferencia que los caballeros contemporáneos han ido adquiriendo más experiencia y mejorando la técnica. En España, con el reinado de los Borbones llega el declive del toreo a caballo por parte de la nobleza, debido a que durante muchos años los aristócratas para mantenerse en forma, alanceaban toros bravos o de lidia para su esparcimiento y entretenimiento. Cuando se realizaban estos festejos, se hacia un llamado invitando a la población para que presenciara las hazañas de los caballeros. Al decaer la caballería, la aristocracia española abandonó esta práctica y los caballeros dieron paso al toreo a pie, llamándoles matadores de toros o toreros; tanto, que con esta dinastía la nobleza abandona la práctica del toreo a caballo y los jinetes desaparecen de la plaza, aunque no del campo, a diferencia de Portugal donde siempre ha permanecido viva la corrida de rejones en público. El rejoneo es un arte taurino ejecutado por un torero (llamado en España y México Rejoneador; y en Portugal Caballero en Plaza) que monta en caballos educados a la alta escuela y lidia a un toro bravo. Ello tiene lugar en una plaza de toros y la lidia, al igual que en las corridas de toros tradicionales se divide en tres tercios; la única diferencia es que una vez realizado el paseíllo, el o los jinetes han de dar una vuelta al ruedo y saludar al presidente del festejo y al público, para que suene el clarín ordenando la salida del toro que le tocó en suerte lidiar. En España, el rejoneador viste el tradicional traje campero que consta de: • Calzona (pantalón), va a media pantorrilla y está rematada por el exterior con caireles (pueden ser de plata, aunque no es usual), esto permite el contacto directo de la bota o boto campero del rejoneador con el caballo. Tirantes. Camisa de torear con cuello para cuatro botones. Pañuelo. Chaleco. Chaquetilla. Sombrero de ala ancha. Zahones, equivalen a las chaparreras en el charro, son de cuero repujado y sirve para proteger la parte delantera de las piernas del caballero y Marsellés (chaquetón corto de abrigo) que se pone a los hombros para el paseíllo. Por su parte, los rejoneadores portugueses visten “a la federica”, este modo de vestir se debe a que el tipo de ropa que usan es de caballero del siglo XVIII: • Calzón corto ajustado a la pierna, que normalmente es de color claro, con una fila de botones de plata sin repujar en su parte exterior; Medias blancas que sobresalen del boto hasta por encima de la rodilla; Camisa blanca con chorreras y escarolas, los ocho botones de la camisa son de filigrana de oro o de plata y hay algunos rejoneadores que gustan de poner su escudo, su anagrama o sus armas; los puños de la casaca llevan una ancha bocamanga y rematan en “puñetas” de puntilla; Chaleco bordado, Casaca, que puede ser de seda o de terciopelo de distintos colores, bordada en oro, plata o azabache (hilo de seda). Pañuelo de fina puntilla en el bolsillo derecho y Tricornio adornado con un ribete de plumas de avestruz, sobre la cabeza. Si el Caballero en Plaza o Rejoneador es de los toreros que acostumbra bajar del caballo para matar al toro con muleta y estoque; se quita la casaca y se pone una más corta denominada casaquilla (recordemos que la denominada chaquetilla, es la que forma parte del traje de luces de los toreros que intervienen en las tradicionales corridas de toros llámense: Matadores de Toros o Novillos, banderilleros, picadores y puntilleros). Recordemos que Conchita Cintrón, Carlos Arruza (Padre) y Gastón Santos, fueron de los toreros que gustaban de echar “pie a tierra” para liquidar a sus enemigos; hoy en día lo hemos visto hacer en México a Rodrigo Santos y en España a Fermín Bohórquez. Y a Diego Ventura. En Portugal, el “Cavaleiro Amador”, es aquel que no ha debutado como “Cavaleiro Praticante” y viste con un traje corto igual al de los rejoneadores españoles; en algunos casos, el traje corto portugués puede llevar bordados de oro con motivos florales ribeteando la chaquetilla y las bocamangas. El calzón corto que utilizan, no se remata con caireles y nunca se complementa con los zahones. En otros países, como por ejemplo México, los rejoneadores pueden vestir de corto, “a la federica” , con traje goyesco o con el traje charro, chaquetilla corta, bordada o con apliques de plata, que ha popularizado actualmente Pablo Hermoso de Mendoza en algunas de sus actuaciones en México. A diferencia del traje corto español que no utiliza corbatín, este se suele llevar con una corbata en forma de lazo. Los pantalones, son ajustados y llevan apliques de plata o de oro, en la parte exterior de la pernera, que pueden abrirse para calzar los botos El rejoneo en Portugal es conocido como el arte de Marialva, debido a que el iniciador de la equitación a la portuguesa fue precisamente el Marqués de Marialva. El rejoneo en Portugal es similar al del resto del mundo, salvo por las siguientes diferencias: Los toros no reciben rejones de castigo. Al principio de la lidia, el “cavaleiro” clava de una a cuatro farpas (banderillas con un doble arpón más grandes que las banderillas normales). Después de clavar banderillas, la culminación de la lidia del toro se hace con la actuación de un grupo de forçados, que salen al ruedo para realizar una 'pega'. Concluida ésta, se dará paso a los cabestros que harán volver el toro al corral, donde será sacrificado días después. Fuenete :Jaime Montoya . TORERO.

MADRID El descabello le cerró la Puerta Grande

Importante Aguilar

Publicación: 08/06/2012 (21:42)

ÍÑIGO CRESPO

Madrid (España).
Se fue andando, pero bien pudo salir en hombros de los costaleros. Su importante tarde así lo mereció, porque Alberto Aguilar se impuso a su lote de Victorino, dio la cara, se reivindicó, y salió victorioso del encuentro. Sólo el descabello, en el último segundo, hizo a los aficionados guardar los pañuelos. Pero el compromiso y la solidez de sus actuaciones deben ser tenidas en cuenta. Mantuvo el interés el lote del ganadero de Galapagar en su retorno a su feudo talismás. Urdiales cumplió con el lote más desagradable y Ferrera anduvo solvente con sus dos ejemplares.
Aguilar planteó una batalla de tú a tú con un toro encastado, bravo en varas, exigente, que transmitía riesgo y emoción. Muy firme Aguilar, a partir de la segunda tanda, la faena rompió. Hubo temple, tensión, mucha determinación y un final grande, con la pierna flexionada para cuadrar al toro. Buena estocada y oreja de peso. Inteligente en el sexto, toro agradecido, al que sacó el fondo. Faena ambiciosa frente a un toro descompuesto al principio, que luego rompió para delante por la labor resolutiva del madrileño, que ganó siempre un paso en cada pase, para acabar extrayendo dos series con la zurda al final de la faena muy importantes. El descabello le cerró la Puerta Grande.
Ferrera abrió el cuarto festejo del abono con un animal bravo en varas, que se dejó en la muleta y tuvo buen fondo. Ferrera anduvo solvente con él en los primeros tercios administrando su embestida en una labor a más, sometiendo al animal en dos buenas series con la derecha. Faena larga, haciendo las cosas despacio. Incluso sonó un aviso toreando. Deslucido el cuarto, que repuso las embestida. A lo mejor el tercio de banderillas porque la faena, a pesar del esfuerzo del torero a base de colocación, no rompió.

Bajo, vareado y serio, el segundo salió suelto de dos puyazos y luego resultó áspero en la muleta de Urdiales, con la cara arriba, punteando los engaños, sin muchas posibilidades. Faena larga del riojano resuelta de pinchazo, media caída y estocada. deslucido, corto, responiendo mucho, bajo de raza, el quinto tampoco permitió el lucimiento de Urdiales, que estuvo mucho timepo delante de él. Al final se metió incluso entre los pitones buscando un éxito que se antojó imposible.
Plaza de toros de Las Ventas. 4ª de la Feria de Arte y Cultura. Tres cuartos de entrada. Toros de Victorino Martín, variados de hechuras, astifinos, en tipo. Deslucidos segundo, cuarto y quinto. Importante el tercero, encastado, primero y sexto también sacaron fondo. Antonio Ferrera, ovación tras aviso y silencio tras aviso; Diego Urdiales, silencio tras aviso en ambos; Alberto Aguilar, oreja y vuelta al ruedo
n : 12 Los tamaños del toro: Se dice que el toro tiene tres tamaños, en el campo: 1.- El pelo. Los pelos, las capas negras hacen que los toros parezcan más pequeños porque no rompen su silueta contra la luz del sol. En cambio, las capas claras hacen que los toros parezcan mayores de lo que son por el efecto óptico al difuminarse su color con la luz del sol. 2.- La gordura. Los toros gordos parecen más grandes porque, inconscientemente, las personas que los ven confunden la gordura con el tamaño. 3.- La cara. Este factor es el que más confunde, el que más interesa y más se relaciona. Cuando un toro infunde respeto, da la impresión de estar más cuajado, más hecho, de ser más toro y en definitiva de ser más grande. El respeto de un toro está en función y deriva de tres factores: la forma de la cara, su expresión y la encornadura. Los que más aparentan son los de cara corta y ancha, de forma triangular y acarnerada, con el hocico remetido hacia adentro. Infunden menos respeto los de cara larga y estrecha. La expresión la da la mirada, que puede ser agresiva, dulce, apacible. Cuando la mirada es seria hace aparentar más edad. La encornadura tiene una importancia excepcional y no hay mejor adorno para el toro que una buena cabeza. Aunque el toro sea bonito, si la encornadura es fea, el conjunto se desgracia y afea completamente. Aparentan más los veletos, cornivueltos, apretados arriba o los brochos. Y aparentan menos los muy abiertos, los gachos y los bizcos. Los toros delgados, o muy delgados, aparentan más cuerna. Y aparentan más cuanto más delgados son; en cambio los gordos aparentan al revés, y por supuesto los cornicortos. 4.- Las hechuras. Están relacionadas con la gordura y con el tamaño; o sea, con la conformación muscular y con la localización de las adiposidades. Llena más el ojo el toro aleonado, aunque sea almendrado, o "culipollo". 5.- La longitud de las extremidades. Es un carácter interesantísimo para calificar el tamaño de un toro; hay que fijarse muy bien si un toro es pequeño porque efectivamente lo es, o porque lo parece al ser más bajo de agujas. Aquí están los murubes y santacolomas. El tipo y la finura suelen corresponder a toros terciados, o que son francamente pequeños, pero esto no es raro porque significa una depuración de la especie. 6. El temperamento. También influye en la apreciación del tamaño, generalmente para confundir, porque no es igual el toro que se alegra, que se estira, que se engalla, que amaga, que ese otro que está tranquilo, que anda despacioso, que no hace caso, que anda encogido. El primero parecerá siempre más toro que el segundo. Todo esto referido al toro en el campo y aún hay que decir que el ganadero también tiene sus trucos para que los toros abulten más, como es el colocarlos en un lugar más alto, en un lugar despejado, sin hierba alta, sin ningún objeto que sirva de referencia. También prefieren enseñarlos cuando están bien comidos, después de beber, cuando les da el sol de lleno_ y como cada maestrillo tiene su librillo, pues además de lo dicho cada ganadero tiene su cartilla, sus maneras, sus formas y... su retranca. Los toros bravos se clasifican de acuerdo a constantes muy diferentes y a circunstancias que afectan a muchas de sus características zootécnicas, que han dado origen a una riquísima nomenclatura creada, a lo largo de los siglos, por los vaqueros y mayorales de las ganaderías. Así por su tamaño, por su estampa, por la forma y disposición de la cabeza y la cuerna o por la disposición y tamaño de la cola, asimismo se reconocen distintos pelos denominados capas o pintas que nombran los pelajes simples o mixtos, así como las particularidades en la cabeza, los ojos y las extremidades. La apreciación del tamaño del toro, y no de su trapío, es algo relativo y subjetivo porque depende de muchos factores y no se puede medir como en otro animal cualquiera, antes de comentar algunos de los factores que intervienen en la apreciación del tamaño, es preciso decir que es ciertamente difícil preparar una corrida para que los espectadores y aficionados no pongan reparos a su presentación. Es muy difícil preparar una corrida pareja, igualada, porque el toro tiene en sí tres tamaños (en el campo, en los corrales y en el ruedo), en el campo tiene muchas vistas, muchas actitudes que dependen de los factores anunciados y que a continuación vamos a analizar. En los corrales; En los corrales también influye el pelo, el tipo, el respeto, las hechuras, la alegría, la gordura...Aquí influyen las circunstancias del lugar, porque en los corrales los toros aparentan mucho menos que en el campo. Y esto ocurre porque como en los corrales se ven con mucha más comodidad que en el campo, pues parecen una manada de burros. Además en los corrales han perdido la prestancia que tienen en el campo, porque se le ve encogidos, acobardados, y además de esto el viaje les influye muchísimo y los estropea a pesar, o quizá por eso mismo, de los tranquilizantes. En los corrales se aprecia muy bien si la corrida está igualada porque es fácil entrever cuáles son los más grandes, pero siempre dentro de la dificultad que entraña calificar a un toro de grande o pequeño. Pasan mejor seis toritos iguales que no algunos más pequeños al lado de otros más grandes. Y en el ruedo; También influyen, y mucho, la capa, el tipo, las hechuras, la seriedad, la encornadura y el ser más o menos zancudo. En la plaza también se producen cambios en la estimación del tamaño del toro, porque no es lo mismo la estimación que hacemos a su salida que la estimación que hacemos más adelante en el transcurso de la lidia. Aunque no lo queramos reconocer, es así de cierto: hay varias estimaciones y sobre todo al barbear las tablas se nos hace más pequeño. Y es que, efectivamente, el toro se nos va achicando a lo largo de la lidia porque va humillando y perdiendo prestancia, pero no tamaño. Todas estas apreciaciones se olvidan y se absuelve al toro de escasa presencia si es bravo y se mueve. Y además es lógico que así sea, porque en la bravura se apoya la razón de ser de la Fiesta, aunque para que la bravura se manifieste en toda su intensidad debe ir soportada por el poder, que es lo primero que debemos exigir al toro, y que es la característica por la cual el toro resiste la lucha hasta el final y que se adquiere con la edad, con la alimentación y con la gimnástica funcional. Porque a pesar de todo hoy el toro sigue siendo bravo y además se mueve. Lo que esta pasando es el cambio de la conjugación de tres verbos regulares terminados en "ar", o sea de la primera conjugación, que son: parar, templar y mandar por otros tres de la segunda conjugación, por lo tanto terminados en "er", que son: saber, querer y poder. Por lo anterior y muchas razones más, mi admiración y respeto… para este hermoso y noble animal. Fuente : Jaime Montoya ( TORERO )
n: 11 Por lo general a las 12 hrs. del día de la corrida, los toros son sorteados por los representantes de los toreros y una vez terminado dicho evento, se entorilan o encajonan en forma individual los animales que conforman el encierro y que serán lidiados más tarde. Juan Carlos Illera Veterinario y catedrático de fisiología animal, afirma que durante la lidia el toro ante el dolor, libera unas hormonas llamadas las betaendorfinas, que contrarrestan esa sensación y lo hace ser casi nulo. Los estudios se realizaron midiendo el nivel de estas hormonas, en periodos de reposo y durante los momentos de máxima tensión: el transporte, la salida al ruedo, la lucha en el caballo, el momento en que se le clavan los arpones de las banderillas y la faena de muleta, para finalizar con el momento de la estocada. El sorprendente resultado de este estudio arrojó datos de carácter científico y objetivo, que corroboran que el animal sufre menos estrés y dolor en una corrida de toros tradicional, que en una de rejones; y en ambas modalidades, menos que en un espectáculo de recortes. Es de llamar la atención, que se refleja el mayor dolor cuando es lidiado a la usanza portuguesa o sea sin muerte en la plaza, porque en estos festejos el sacrificio del animal se produce 72 horas después, añadiéndosele además el estrés producido por las más de diez horas de transporte. Este efecto se produce por la idiosincrasia de esta raza especial y única que es el toro de lidia y por la liberación de las betaendrofinas. Al Director de la Fundación en Huelva le pareció interesante el estudio y mencionó lo importante que es para el aficionado asistir a estos coloquios, para documentarse y tener argumentos cualificados de personas que con su estudio y formación tienen la capacidad de replicar a los pseudo intelectuales, que denigran a la fiesta afirmando tonterías y diciendo mentiras sobre el tan llevado y traído tema de la crueldad en los toros. Posiblemente el estrés y dolor que sufra cualquier animal en el transporte, sea mayor que el del toro bravo durante todo el proceso, debido a esta diferencia hormonal que hace aún más diferente y mágica esta raza . Y cuando llega la hora, el toro bravo sale al ruedo…engallado, buscando pelea y seguro de sí mismo, porque… ese es su temperamento, y no nos equivoquemos, hay toros que saltan la barrera buscando huir por falta de casta…pero hay otros, a los que les sobra carrera y les falta ruedo. En España, aparte de las tradicionales “Corridas de Toros”, existen grupos de jóvenes de ambos sexos, que compiten en el llamado “Concurso de Recortadores”, participan los mejores exponentes del toreo a cuerpo limpio de la península, ahí ejecutan recortes, quiebros y saltos ante toros bravos. Año tras año, aumenta el número de pueblos que solicita este tipo de espectáculos taurinos, en los últimos 10 años el número de estos llegó a 20,000 festejos anuales de este tipo. Los llamados Recortadores, son evaluados por un experto equipo de aficionados teniendo en cuenta la pureza, dificultad, limpieza y torería de las suertes; esta moda, se está extendiendo por toda la geografía española y ha provocado un aumento en la cría de reses bravas. Actualmente hay inscritas en el Registro General 1,237 empresas ganaderas de reses de lidia; porque se mueven más de 1,500 millones de euros al año y se da empleo a más de 70,000 personas, aun cuando muchos no estén de acuerdo con este tipo de festejos. Por las características mostradas en la tienta los toros son escogidos, para ser lidiados en: corridas de rejoneadores, corridas de toros, novilladas con y sin picadores o festivales; los ganaderos cotizan su hierro con base en el encaste y calidad de la embestida de sus toros, esto hace que las figuras pidan a los empresarios lidiarlos en las principales ferias taurinas. ¿Por qué sucede esto?, porque son sinónimo de triunfo para los toreros. Pero el éxito nunca anda sólo y jamás se le debe perder la cara al toro bravo o tener exceso de confianza porque el precio que se paga es muy doloroso y …puede ser muy caro, el toro de lidia siempre sale a morir en el ruedo y por su temperamento y carácter pelea hasta el último momento de su vida; por ello, el torero pone el pecho para matarlo de frente, en la llamada “suerte suprema”. Si a un ganadero le indultan un toro en una corrida normal por su excepcional comportamiento de bravura y nobleza, es porque no se pudo ver o no se manifestó en el tentadero o a campo abierto, de lo contrario se hubiera quedado de semental desde ese momento. El toro indultado en la plaza, regresa a la tranquilidad del campo bravo con todos los honores para padrear a nuevas generaciones y ……a morir de viejo, conservándose por lo general su cabeza disecada para perpetuar su recuerdo y ornamentar con ella, las paredes de la casa ganadera donde padreó y la muestra con orgullo y cariño. Recordemos que sin semental no puede haber becerros ni existir la ganadería, para llegar a ese acto fugaz de la cubrición de la vaca, hacen falta muchas horas de selección en las que el ganadero debe tener presentes muchas cosas decisivas. Hay que elegir de entre los candidatos, a los que cumplan con buenas hechuras, cuello largo, pitones armónicos, patas cortas, lomo recto y sobre todo finura en la penca del rabo, el hocico y las pezuñas, antes de meterlos a probar en la plaza. Porque en la plaza tendrá que demostrar además estas otras cualidades: belleza, arrogancia, nobleza, seguridad, temple y alegría. Fuente : Jaime Montoya ( TORERO )
N : 10 Comportamiento: El toro de lidia es definitivamente un animal gregario, que halla seguridad y refugio en una manada, después del nacimiento, y antes del destete, el becerro vivirá ocho o nueve meses alimentado y protegido por su madre; dado que su madurez sexual se produce a los 16 meses aproximadamente, poco después del año se separan machos y hembras, que, a partir de ese momento, vivirán en cercados diferentes. Las diferentes edades se denominan con nombres específicos: añojos (un año), erales (dos años), utreros o novillos (tres años), y toros cuatreños (cuatro años) o cinqueños (cinco años). En las manadas de toros se establece una rigurosa jerarquía, se denomina mandón al toro dominante y que maltrata a los demás, con cierta frecuencia, este jefe es desafiado por otro miembro de la camada para arrebatarle el liderato, produciéndose violentas peleas. El toro derrotado se denomina abochornado y es atacado y perseguido por el resto de la manada, quedando apartado de la misma y volviéndose irascible y muy peligroso. Dado que los toros no tienen acceso a las hembras, se montan unos a otros para mitigar su apetito sexual, por lo que en cada camada de toros acostumbra a haber un toro más débil o tímido que el resto, al que montan los demás. Ante el riesgo de las caídas del toro en la plaza, algunos ganaderos tanto en España como en México pasean al animal un mes antes de la lidia, para ello, se recogen con los bueyes los toros apartados para la corrida y se les obliga a andar y correr unos kilómetros. En la primera salida, al toro le cuesta abandonar el cercado e intenta pelear con sus compañeros antes de coger la puerta, en la segunda, el toro ya sabe dónde va y obedece a vaqueros y cabestros. Si hay un barranco en el camino, es frecuente que los toros se arranquen contra alguno de los flancos, si el terreno no es muy duro, hunden los pitones para sacar tierra húmeda y si encuentran algún ganado, tienden a acercarse, reburdeando (emitiendo un ronquido bajo y grave, que presagia ganas de lucha y sangre. Hay un toro caído y la vacada entera le da vueltas reburdeando, mientras el vaquero los deje). En el extremo de la marcha, los toros dan la vuelta por querencia, entonces, al galope corto de los caballos, se les obliga a correr hasta el cerrado, donde llegan con la boca abierta, la lengua fuera de ella, incluso, ya llegando, adelantan a los bueyes, ávidos de alcanzar su lugar de costumbre. El toro se sabe dueño y señor en el campo, tienen gran memoria, fomentada al darles una vida metódica y rigurosa, igual que si se tratara de un deportista en constante entrenamiento; a las horas de los piensos, por ejemplo, acuden, puntuales, a los comederos, aún a pesar de que no se les lleve comida, acaso no haya animal más ordenado que el toro y al mes de estar en la dehesa, cada uno ha escogido su sitio fijo para echarse, para reunirse, para tomar el sol y para protegerse del viento y del frío, en colectividad, el toro es pacífico, tranquilo, tímido. En palabras de algunos ganaderos, el toro bravo ideal es "bajo de manos", de tal modo que, "al mirarlo desde delante, se le descubra la cruz y detrás de ella se vea la penca del rabo", así, el toro meterá la cara y podrá "hacer con la barbilla un surco en la arena", pues la "altura del toro en su cruz debe ser sólo algo superior a la de la cintura del torero". Generalmente, revelará "más fuerza mientras más juntas tenga las manos y las patas", ya que, igual que los caballos camperos, "tiene que estar reunido", cuello largo para facilitar la embestida; los pitones no deben ser abiertos: "que su cabeza quepa en los faldones de la muleta" y además, ha de ser ancho de pecho, pero no "excesivamente" para que no "pierda agilidad para revolverse". La edad ideal para lidiarse son cuatro años, más tarde, será más lento en sus arrancadas y "al torero le será fácil adivinar sus intenciones"; Y en la Ciudad de México por su altitud el peso ideal debe estar entre los 480 y 490 kilos, no mas, para brindar un buen juego en su lidia. Es una creencia extendida que a los toros supuestamente les altera de alguna manera el color rojo. Esta creencia es falsa, como también lo es que estos animales vean en blanco y negro, pues en realidad los toros cuentan con visión dicromática específicamente deuteranopía, es decir, tienen capacidad de descomponer el espectro luminoso en dos componentes esenciales, y según la cantidad de cada uno son capaces de diferenciar los diferentes colores pero carecen de los foto receptores retinianos del verde. En realidad, a los toros no les altera el rojo, lo ven, pero no les crea una conducta agresiva, cuando cargan contra el capote, cargan contra el movimiento. De hecho si observamos detenidamente los colores del capote y de la muleta de día y de noche no pierde su viveza y luminosidad. El toro en la plaza es un animal totalmente distinto al dueño y señor de la dehesa, que se mueve con una soberbia tranquilidad al pisar el trébol y las margaritas del campo, no te cruces nunca en su querencia natural porque te llevará por delante, aunque no tenga intención de embestir, esa fiereza que asusta a los toreros, no es nada cuando se enfadan en medio de un cercado y surgen esas peleas a muerte entre los gallitos de la camada; sobre todo de noche, cuando se escuchan los bramidos y el chocar de los pitones como un desgarro dramático en la plaza de los valles. Para evitar que se hagan daños mayores con y en la cornamenta que generen pérdidas de buenos toros, varios ganaderos en España han recurrido a recubrir los pitones con fibra de vidrio, hasta que esté cerca la fecha en que serán embarcados. (Punto en el que algunos ganaderos, gentes del toro y aficionados no están de acuerdo porque argumentan que existe manipulación de las astas y no se ha legislado nada al respecto). El personal dedicado al cuidado de los toros de lidia debe hacer gala de una gran afición y dedicación a su labor, así como de destreza en su manejo, valiéndose para el mismo de la ayuda de dos elementos fundamentales que son los caballos y los cabestros o toros viejos y mansos, unos y otros deben estar perfectamente domados y obedecer al mando de los vaqueros para facilitar los apartados, conducciones y encierro de las reses. Cuando van a ser embarcados, los toros recorren junto a los cabestros un callejón amplio y largo que se va estrechando, acosados por los vaqueros a caballo para que avancen y entren al cercado de recepción, que los llevará hasta el primer corral anexo a la plaza de tientas. este callejón recibe el nombre de alar o manga, debe ser de paredes opacas, no de alambrada y de suficiente altura para que los animales no pueden saltarla al verse acosados y obligados a pasar por la puerta del primer corral. Es muy importante que el suelo de todos los corrales, sea de tierra con un orificio de desagüe en uno de sus lados (a pesar de que en épocas de lluvia se formen charcos y barro); porque si el piso es de cemento hace que sufran resbalones, que pueden ser causa de graves lesiones. El embarcadero, se encuentra integrado a las instalaciones de manejo del ganado y en comunicación con uno de los chiqueros, consta de un pasillo en rampa lo suficientemente estrecho, como para que los animales no puedan volverse (60 a 70 cm), debe estar destechada para poder apurar al animal y sus paredes han de ser resistentes y de bastante altura, y se inicia en la puerta que comunica con el chiquero y finaliza en el muelle donde se coloca el camión con los cajones, que están elaborados de madera con protecciones de metal y son de tipo individual, forma rectangular, de 2.5 x 0.90 x 2.0 mts. aprox. y lo bastante angostos, para que no puedan moverse ni dañarse en su interior; están provistos de dos puertas (una al frente y otra atrás que se deslizan hacia arriba para abrirse); los toros se acomodan de manera alternada, o sea, una cabeza para un lado y el que sigue para el otro; con objeto de equilibrar el peso/movimiento del animal en el camión. Fuernte : Jaime Montoya ( TORERO )
HACE 125 AÑOS 1887 El Gallito, héroe de la corrida de Corpus Y Cadiz sigue sin toros ¿Veis de la importancia de Pereda? Menos concurrencia que en años anteriores asistió a la tradicional corrida del Corpus en la plaza de toros de Cádiz. Se lidiaron toros de Concha y Sierra, con poder pero algo blandos. Recibieron 47 varas y mataron 9 caballos. Hermosilla aún no está repuesto de su última cogida y por ello no estuvo a gran altura. Al quinto lo aburrió a pinchazos, hasta que se echó y lo mató El Mellizo. Fernando Gómez El Gallito fue el héroe de la tarde. No cesó de trabajar en toda la corrida y se ganó infinidad de aplausos. Los picadores estuvieron remolones y no picaban sin amonestaciones de sus jefes. El público estuvo muy desanimado, aunque tranquilo. Hubo algún que otro conato de fuego, pero no tuvieron consecuencias. Fuente :Ambitoros
Plaza de toros de Ledesma. Media plaza. Toros de Puerto de San Lorenzo. Enrique Ponce, ovación y dos orejas; López Chaves, oreja y oreja, David Mora, ovación tras dos avisos y dos orejas.
El Escorial (Madrid). Astados de La Laguna. Álvaro Montes, saludos; Juan Diego, dos orejas; Iván Vicente, dos orejas y el novillero Mazzantini, dos orejas.
Pablo Atienza en Collado Villalba Tras una exigente preparación en el campo en los últimos meses y un buen paso en certámenes y bolsines llega la primera cita importante de la temporada. Collado Villalba ha preparado con motivo de sus fiestas de San Antonio de Padua diversos festejos taurinos. Uno de ellos es una novillada sin picadores, con ganado de Flor de Jara, para los 6 Novilleros: Javier Montalvo, Victor Álvarez, Pablo Gallego, Carlos Aranda, Pablo Atienza y Juanito. Tendrá lugar en la plaza de toros de Collado Villalba (Madrid) a las 19 horas el viernes 15 de Junio de 2012.
¿CÓMO?, ¡¡VASTAS YA DE MAS ENGAÑOS Y QUERER SEGUIR MANIPULANDO!! ¡QUIENES SON ESTA GENTE?, “UNOS MALTRATADORES DE LA FIESTA BRAVA” Los toreros que están dentro del famoso G-10 ahora anuncian a los cuatro vientos que, van a crear una fundación para poder defender la fiesta y al toro ¿ustedes se lo creen?, ¡yo, no! Valla la que nos ha caído con estos artistas e interesados por sus propios intereses. Ahora nos dicen que quieren defender la integridad del toro en la plaza, la manipulación y corrupción de la fiesta. Estos no se han dado cuenta que parte de toda esta culpa la tienen ellos, más bien llevasen a cabo lo que ellos mismos están predicando de hacer y de esta manera se evitarían de crear fundaciones con no se qué fines. Esto es increíble, falta de vara como dice José Mota. A estos le vendría muy bien que algunos de estos toreros que todavía no son muy conocidos por las masas o simplemente llamados, toreros modestos, se hicieran de destacar en estas ferias más importantes que ahora empiezan como Valencia, Castellón o Sevilla y dejaran a los del G-10 sentados en su casa, para que de esta manera aprendieran y no quieran seguir mangoneando mas. Estos pueden engañar a los espectadores de este espectáculo pero no al aficionado, precisamente los aficionados estamos reivindicando desde hace tiempo que se le de paso a nuevas promesas del toreo, y mire usted por dónde, ahora puede ser el momento. Estos del G-10 la han cagado y no saben ahora como quitarse tanta caquita de encima. ¡Pues ahora apechugar con las consecuencias! Aquí pongo algunos puntos que se pueden llevar a cabo para salvar la fiesta y poder darle un giro de 180 grados. Veremos cómo estos puntos que a continuación pongo a este grupillo del G-10 no les interesan de comprometerse con ello y cumplirlo; -PRIMERO: -Defender por igual los derechos de todos los que se visten de luces, sean del G-10 o no, incluidos novilleros y subalternos. -SEGUNDO: Denunciar a todos los empresarios corruptos que obligan a ser tuneleros a muchos matadores modestos y novilleros y que se dedican a organizar “MONTAJES”,”CORRIDAS DE IR Y VENIR””EL FAMOSO 33%” y los conocidos como “PRESTAMOS DE EMPRESA O CAMBIOS DE CROMOS” -TERCERO:-Denunciar todas las sospechas de afeitado y manipulación del comportamiento de las reses a lidiar con sustancias dopantes y negarse a estoquear toros con estos síntomas, el que lo haga será inhabilitado temporalmente y sancionado económicamente. -CUARTO: Al empezar la temporada todos los participantes en una corrida de toros, desde el matador hasta el arenero deberán estar al día en sus salarios y que ningún empresario les deba dinero -QUINTO: -No acudir a pueblos donde los ayuntamientos tengan deudas con alguien participante en espectáculos taurinos, el que acuda será sancionado e inhabilitado temporalmente. -SEXTO:-Prohibir el famoso “APRETON DE MANOS”, dada la dudosa honradez de muchos taurinos, y obligar a que todo el mundo haga las cosas por escrito y con el sello de los organismos oficiales correspondientes. -SÉPTIMO: Ningún torero o novillero arrinconará ningún encaste de ganado bravo, sea de su gusto o no y procurará de vez en cuando realizar alguna de las llamadas “GESTAS”, que en otros tiempos y con otros toreros eran hasta normales, para ello se prohibirá a los toreros que mangoneen en las fincas de bravo y se tratará a los ganaderos como es debido, en otros tiempos eran parte importante de esto, ahora ……….. -OCTAVO: Ahora que estamos en CULTURA, el nuevo ministro instara al señor Gallardón, que instale la figura del” DEFENSOR DEL AFICIONADO”, con un bufete de abogados que ayude a los aficionados a presentar denuncias cuando crea que se siente estafado. Todo esto le pueden sonar a cachondeo, pero es lo que hay, de ninguna otra forma esto puede cambiar, que no me vengan estos del G-10 ahora en plan modesto y de sobre salvadores y héroes, cuando ellos saben que no es así. Ustedes pueden poner en los comentarios más opciones para poder llevar a cabo el bien de la fiesta, ya sabemos que esto no se va a llevar a cabo o a realizarse, pero al menos y entre aficionados nos daremos cuenta que no somos tontos y sabemos el porqué se le ha y se le está haciendo mal a la fiesta brava y, sobre todo sabemos y tenemos en nuestras manos las soluciones para sumergir la fiesta de donde gente como estos que menciono la han hundido. Ahora en la feria de Valencia faltan matadores de toros de los que componen el G-10, por ejemplo El Juli o Morante, algo que a mí personalmente me da totalmente igual y más sabiendo cómo se están portando estos individuos. Por cierto el Juli ya ha dado un comunicado para que no se televisen sus corridas de la México. Que no me diga nadie que no le reproche esta desfachatez a este torero, porque para mí ya lo ha dicho todo como persona y el apoyo que le quiere dar este señor a la fiesta. En esta temporada debemos de no ir a ver a estos personajes y de coincidir algún día con ellos en las plazas de toros, abuchearlos y negarles nuestras confianzas y propósitos hacia ellos como aficionados. El G-10 debe de morir y cuando antes mejor, ¡basta ya de solo buscar los intereses de unos pocos!, ¿acaso estos ya no se acuerdan cuando empezaban en esta complicada carrera como toreros?, ¡qué poca ética y que mala gente, algunos de ellos me dejan mucho que desear como toreros en la cara del toro pero, como personas para mi “Han muerto”!, ¡LO SIENTO Fuente: Familia Torista.
Plaza de La Malagueta. Diseñada y construida a orillas del Mediterráneo por José Ruicoba, se inauguró en 1876 con toros de Murube que fueron lidiados por Manuel Domínguez ”Desperdicios” El Gordito y Lagartijo. Es un polígono regular de 16 lados. Tiene capacidad para 14.000 espectadores. El redondel mide 52 metros de diámetro. Tiene cuatro corrales, 10 chiqueros, caballerizas, corraleta para la prueba de caballos, enfermería, sala de toreros, administración, etc.
Almonte cierra su festival para el 2 de Julio La localidad almonteña y la empresa Tauroluz cierran en estos días el elenco de intervinientes en el clásico festival que se celebra con motivo de la feria y tras la saca de las yeguas, en el recinto de El Pocito y que este año tendría fecha en el lunes día 2 de julio Diego Ventura y Andrés Romero a caballo, los matadores Manuel Díaz El Cordobés, Paquirri, Iván Fandiño y David Mora y el novillero de Trigueros David de Miranda formarían el septeto que se enfrentaría a reses de Arucci a caballo y de Albarreal para la lidia a píe
Tres mil mexicanos viajaron el pasado mes hasta España para acudir a las corridas de toros. Datos de Aeroméxico concluyen que, en los vuelos con origen México D.F. desde el inicio de la segunda quincena del mes, gran parte del pasaje viajaba para ver toros en Madrid al anunciarse ocho toreros mexicanos en la Feria de San Isidro. Una cifra que casi dobla al número de aficionados de esta nacionalidad respecto al año pasado. Entre los desplazados, gran número de periodistas de medios de comunicación de los principales medios de prensa, radio, televisión e Internet. Los aficionados, además, aprovecharon para desplazarse a las plazas de Córdoba, Aranjuez y Nimes (Francia). Las ciudades principales de origen fueron la capital del Distrito Federal, Guadalajara, Aguascalientes, y otras como Monterrey, Tlaxcala… Todo un éxito por la importancia de los vínculos de afición que se han creado con asociaciones de España y por el indudable impacto económico del consumo de los aficionados mexicanos.
La empresa Grupo Ceber Tauro, S.L.U. que regenta el ex-matador de toros Alberto Manuel, organizará este año con el patrocinio del Excmo. Ayuntamiento, el festejo de rejones en la localidad cacereña de Miajadas el próximo 11 de agosto. Miajadas es un municipio que tiene una gran afición al mundo del caballo y para ello la empresa ha compuesto un cartel con las figuras del rejoneo del momento como son Fermín Bohórquez, Diego Ventura y el recién alternativado en Madrid Francisco Palha. En la confección del cartel han colaborado la comisión de festejos y el club taurino del municipio para con ello satisfacer la demanda que pide la afición de toda la zona cacereña.
La localidad de Ugena (Toledo), volverá a contar con festejos taurinos en sus fiestas tras varios años de ausencia. Se trata de un festival en el que tomarán parte el matador de toros Ángel Luis Carmona, junto a los novilleros "Gallo Chico" y Francisco Ramos que lidiaran un encierro de Astolfi el sábado 23 de junio. El día anterior se celebrará un espectáculo ecuestre a cargo de D. Jaime y D. Antonio de la Puerta García-Corona, y el sábado 23, a las 23.30h. una suelta popular de vacas
Vinaroz, con carteles La localidad castellonense de Vinaroz ya tiene carteles para las fiestas de Sant Joan y Sant Pere. Una corrida de toros y un festejo de rejones conforman el ciclo. Los carteles son los siguientes: Domingo, 24 de junio: Paquirri, El Cordobés y Alejandro Enríquez (Marca) Sábado 30: Francisco Palha, Ana Rita y Emilio Martín (Diego Garrido)
Corrida y rejones en El Tiemblo La localidad abulense de El Tiemblo ha cerrado una corrida de toros y un festejo de rejones para este viernes 15 y sábado 16 de junio. Los carteles son éstos: Viernes 15 de junio: Rubén Sánchez, Sergio Domínguez y Francisco Palha (San Mateo y C. Lorenzo) Sábado 16: Sánchez Vara, Javier Herrero y el novillero Pedro Cabrero (Pablo Mayoral)
Cinco toros de la ganadería de Barcial han protagonizado hoy una nueva edición de "Los Espantes" de Ledesma (Salamanca), con escenas dramáticas, ya que el trapío y la bravura los célebres 'patasblancas' han dejado momentos de mucha emoción, con tres hombres heridos y un caballo corneado de gravedad. El momento más angustioso se ha vivido a las 11.20 horas cuando un hombre de 63 años, vecino de Salamanca, fue corneado por uno de los toros en una zona de peñas. El herido ha sufrido una cornada de diez centímetros que le ha afectado a la zona del escroto y de la ingle, según ha informado a Efe el cirujano que ha atendido la enfermería del festejo, el doctor Francisco Domínguez. El hombre, tras ser corneado, fue levantado más de metro y medio del suelo y ha sufrido una fuerte caída entre las peñas. Tras ser estabilizado, ha sido trasladado al Hospital Virgen de la Vega de la capital salmantina. Minutos después, el caballo de uno de los jinetes participantes en el encierro ha sufrido una cornada severa en la zona de las pencas. El jinete, desesperado, pedía una y otra vez que le abrieran las puertas del recorrido, con la negativa de los aficionados que se agolpaban tras las talanqueras, dado que los toros estaban demasiado cerca. Tras la autorización del alcalde, José Prieto, el caballo fue retirado del recorrido e intervenido, ya que, a juicio de los veterinarios y en virtud del enorme reguero de sangre, el animal se debate entre la vida y la muerte. Pasado el mediodía, los 'patasblancas' de Barcial han herido a otros dos mozos, según ha confirmado a Efe el alcalde. Uno de ellos ha sufrido una fuerte contusión en la cabeza y una cornada leve, mientras que otro mozo ha sido corneado a la altura del gemelo. Una ambulancia los ha trasladado hasta el Complejo Hospitalario de Salmanca, tras ser intervenidos en la enfermería. "Los Espantes" es un festejo taurino consistente en la formación de una barrera humana, a cuerpo limpio, para espantar e impedir el paso de los toros desde el campo libre hasta la zona urbana y vallada, lo cual se repite en varias ocasiones hasta que finalmente se deja expedito, momento en que el espectáculo adquiere el formato tradicional de encierro.

domingo, 10 de junio de 2012

La empresa arrendataria de la plaza de toros de Albacete, U.T.E. Toros y Espectáculos Gaditanos S. A., Toros Paltorero S. L. y M.C.M. El Rincón, S.L., TAURINO MANCHEGA, ha publicado los festejo que se celebrarán en el coso albacetense con motivo de la festividad de San Juan. El próximo viernes 22 de Junio se celebrará una novillada sin picadores nocturna en la que intervendrán Jesús Mayo y los alumnos de la Escuela Taurina de Albacete Ángel Olmo y Filiberto Martínez, ante novillos de Juan Manuel Criado. El festejo dará comienzo a las 22:00 horas. El sábado 23 de junio se celebrará una clase práctica para la Escuela Taurina de Albacete, en horario matinal, en la que intervendrán los alumnos Cristian Pérez, Sergio Atiénzar, José Manuel Ruíz, David Martínez, José Manuel Rentero y Daniel Blesa, ante novillos de El Cortijillo y Lozano Hermanos. La clase dará comienzo a las 11:00 horas. El día 24 de junio se celebrará una novillada con picadores. Las reses que se lidiarán llevarán la divisa de Encinagrande y los novilleros encargados de estoquearlas serán el alicantino Daniel Palencia, el albaceteño José Ignacio Rodríguez y el alumno de la Escuela Taurina de Albacete Jorge Cordones, que debutará con caballos.
Puebla de Alcocer (Badajoz). Astados de Bernardino Píriz. Moura Caetano, dos orejas y dos orejas y rabo; Lea Vicens, dos orejas y dos orejas.
N : 9 El herradero. El reconocimiento y distinción de cada uno de los animales es imprescindible no sólo para el destino propio de cada uno de ellos, sino también para las labores de selección necesarias en cada camada. Consiste en marcar a los becerros y a las becerras con un hierro calentado a fuego en el lado derecho de su cuerpo, los hierros de los que se sirve el herrador son 20: dos con el signo de la casa y los otros con los 10 dígitos repetidos, excepto el seis y el nueve, la operación se desarrolla, por lo general, en los corrales de la dehesa. Esto servirá para poder identificar a simple vista al animal y para ello se apartan separados los becerros de las becerras (de un año de edad), e irán pasando de uno en uno a otro corral en el que, sujetos contra el suelo por cuatro o cinco hombres (pues tal es su fuerza), y se procederá a aplicar el hierro caliente, no al rojo; primero el de la marca (hierro de la ganadería a la que pertenece) se coloca en la parte externa y plana de la nalga, denominada llana, y la del número asignado al animal dentro de la ganadería que se impone en el costillar derecho. El hierro y la señal (que es un corte o marca de distintas formas que se realiza en las orejas o en el pecho) es idéntica para todas las reses de la dehesa, esta maniobra se denomina fañar y son marcas acostumbradas en las ganaderías desde muchos años antes de que se conformaran las específicas de ganado bravo. Esta acción data de mediados del siglo XIX, en concreto, cuando se formaron las ganaderías de bravo consideradas fundacionales. En otros casos, uno a uno se les va llevando por pasillos hasta que llegan al cajón del herradero, el cual es un habitáculo de hierro el cual en su salida tiene un hueco para que meta la cabeza el animal y tiene una palanca que atrapa la cabeza a este para que quede inmóvil, se abre al costado y se procede a herrar de esta forma. Cuando se marca un(a) becerro (a) a campo abierto, lo primero que se debe hacer es taparle la boca para que no muja porque de lo contrario, aunque esté lejos la madre vendrá llena de furia y alguien puede salir lastimado. Este momento se aprovecha para que se les administren varias vacunas a las becerras y becerros. Cuidados: Tradicionalmente, los machos siempre han recibido mayores cuidados en las ganaderías, por tratarse de la principal producción de las mismas. En la actualidad, se ha racionalizado bastante la alimentación de los machos y predomina la idea, de que el futuro toro debe ser cuidado desde antes de su nacimiento, aportando a la madre una mejor nutrición y condiciones sanitarias para mantener los cuidados durante toda la vida del ejemplar, suplementando la dieta siempre que sea preciso hasta llegar a la fase de acabado. El toro bravo generalmente se muestra tranquilo y seguro de sí mismo, por el respeto que impone. El toro que se cría en España en las inigualables dehesas de Extremadura, Andalucía o Salamanca es totalmente distinto al toro mexicano. En las dehesas salmantinas la arboleda no es sólo sombra; en las dehesas extremeñas crece la bellota dulce que tanto gusta al toro y en las dehesas andaluzas de variados matices, el toro puede correr y moverse con plena libertad. En cambio en México a pesar de que se crían toros bravos desde 1529 y de que los ganaderos han sabido aprovechar los terrenos más agrestes y pobres del campo mexicano, entre huizaches y nopaleras, en terrenos en donde el agua y los pastos no abundan, el toro ha sabido sobreponerse a todo, creciendo en calidad y categoría. Con el paso del tiempo, la reducción del tamaño de las fincas ha sido desmedida, son terrenos en donde propiamente no puede sembrarse nada por falta de humedad; las prolongadas sequías y las terribles heladas hacen muy difícil la alimentación en forma natural apenas se encuentran pastos secos entre las piedras, la obtención de agua es un triunfo, cada ganadero a lo largo y ancho de la República Mexicana, tiene que adaptarse a condiciones muy adversas para lograr criar reses bravas. A pesar de ello se cuenta con ganaderías de toros bravos en los siguientes estados o entidades de: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas. Todo esto ha hecho que el toro mexicano presente un fenotipo (características corporales) y un genotipo (características que definen el comportamiento y la actitud de los toros de lidia, de origen genético) muy diferentes al toro de otros países. El toro es un animal glotón devora siete u ocho kilos diarios de piensos fuertes, concentrados y piensos compuestos. Así, el toro gordo debe ser más bravo, porque no sólo se mueve, sino que, además, tiene que arrastrar más peso, redituando esto en la pérdida de agilidad, movilidad y fuerza. Antes, los toros se lidiaban con cinco o seis años, ni flacos, ni gordos, pelo brillante, buen trapío, piernas nerviosas, ojos negros y vivos, eran seis años lentos, normales, engordados según la naturaleza, con hierba de mayo y rastrojos de agosto; hoy, el toro tiene cuatro o cinco años y es más cuidado desde becerro. El toro de hoy, seleccionado por bravura, es un toro más cuidado para prepararlo para la muleta. No obstante, ante el trapío, el peso es secundario porque sin trapío, un toro no es interesante, pues no brillará la bravura con plena intensidad. Fuente : Jime Montoya ( TORERO )
El toro bravo en Pamplona, las fiestas de San Fermín Se llaman así en honor de su Santo Patrono: Fermín de Amiens quién nació en Pompaelo (hoy Pamplona), su padre era un senador pagano de la administración romana que gobernó esa región en el siglo III. Se convirtió en misionero cristiano y a la edad de 24 años fue el primer obispo de Amiens, años más tarde tras negarse a cesar su prédica, fue decapitado por la oposición oficial a la doctrina cristiana cuando contaba con 31 años. Estos festejos conocidos en la actualidad como “pamplonadas” tienen una duración de nueve días y se inician todos los años a las ocho de la mañana en punto del día 6 de julio, cuando suena el tradicional chupinazo (cohete) que anuncia la apertura de las puertas de los corrales; una vez que todos los toros están en la calle suena el segundo y hasta que no suene el tercero, significa que el encierro no ha terminado. Los mozos que corren con el encierro, entonan el siguiente canto: “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición”; esta plegaria la entonan por vez primera a las 7:55 hrs., se repite faltando tres minutos para la salida de los toros y finalmente a las 7:59 hrs. En América, para ser exactos en México, se ha vuelto una tradición hacer algo similar (que no igual) en Huamantla, Tlaxcala; San Miguel Allende, Guanajuato y en Nuevo León. No existen registros que aseguren los comienzos del encierro, se dice que entre los años 1385 y 1387 ya existía en Pamplona, cuando los toros que llegaban a la ciudad para ser lidiados, permanecían en el exterior del casco urbano (a la orilla de los ríos Arga, Sadar y Elorz) antes de ser trasladados a la carrera a la plaza de toros de noche. Los historiadores coinciden en apuntar al siglo XVI como la fecha más próxima de este comienzo, en la que se corrieron toros por las calles de la capital navarra. Al parecer desde tiempo inmemorial y hasta 1843 un empleado municipal a caballo abría la comitiva, acompañado de un segundo jinete que anunciaba la presencia de las reses con su corneta, entre ellos y los astados nadie se interponía, detrás de la manada, pastores y empleados azuzaban a las reses. Aunque no hay constancia de ello, es probable que no se permitiera la participación de otros acompañantes, pero a partir de 1853 con la utilización de un nuevo coso ubicado en la actual plaza del Vínculo, se realizó la entrada de los toros por el Portal de San Nicolás (hoy, avenida de San Ignacio) y en 1866 se solicitó el permiso para que los astados pudiesen efectuar dicho recorrido. El gobernador civil aceptó, pero sugirió medidas menos arriesgadas, el 1 de julio de 1867, se redactó y publicó un bando que contenía quince prevenciones que debían respetarse, el encierro de Pamplona no ha contado con oposición por parte de las autoridades estatales, vecindario y portavoces desde 1876. Su trayecto ha permanecido inalterable: Baluarte de Rochapea, plaza Consistorial, Mercaderes y Estafeta; al finalizar esta última calle, el encierro se dirige hacia la izquierda para enfilar hacia la entrada al coso; en todas las etapas de esta tradición, se pretendió disminuir el peligro para los participantes en este espectáculo; pero fue hasta los años 50’s en que surgió el llamado doble vallado, que se fue colocando en todas las zonas del recorrido en las que se encontró espacio hábil y más recientemente se innovó en el acceso al coso con las denominadas gateras. Los corredores, tal y como los conocemos hoy, comienzan con la desaparición de la figura del jinete en torno al año 1867; por aquellas épocas los encierros se celebraban a las seis de la mañana; entre 1918 y 1923 se hizo a las cinco; en 1924, se corrió a las 7:00 horas, y 50 años después en 1974, se estableció el actual horario de las 8:00 a.m. A lo largo de toda su historia, el encierro se ha cobrado 14 vidas humanas, todas ellas entre el siglo XX y principios del XXI; la masificación y la desinformación son señaladas por los expertos como las principales causas de mortalidad dentro de la carrera. Fermín Exteberría, fallecido el 24 de septiembre de 2003 como consecuencia de un fuerte traumatismo en la cabeza, ha sido la última víctima mortal de una fatídica lista que escribió su primer nombre en 1924. Durante la feria de pamplona en la carrera del encierro el lugar no importa, la seguridad es lo que cuenta, Después del cohete o chupinazo da inicio la carrera del encierro, afortunadamente, la mayor de las veces...sólo pasan sustos; es una realidad que las cornadas que han sufrido los corredores durante el trayecto son por errores y desconocimiento, ya que no es fácil correr delante de los toros, los que saben, sugieren se corra a su lado (pero el problema para hacerlo es la multitud que corre por igual). Algo importante es que la carrera no es en piso de tierra porque de por sí el arribo a la plaza siempre es accidentado imagine usted amigo lector si el recorrido fuera en este tipo de terreno , pero una vez que los toros llegan a la plaza, entran a los corrales por la puerta de chiqueros, para ser sorteados, enchiquerados y lidiados por la tarde en la corrida previamente anunciada. Y tarde a tarde ante plaza llena, los toreros deben dar lo mejor de sí mismos...definitivamente para reposicionarse dentro de la baraja taurina.
N :8 Las nacencias. Generalmente las crías del toro bravo más prematuras nacen a primeros de septiembre y, las más tardías, a principios de mayo, pues los toros se echan a las vacas entre el 1 de enero y San Juan (24 de junio). El ganadero suele mantener las fechas para que el campo tenga abundante pasto abundante para alimentar a la madre durante la crianza. En España, en el centro peninsular, los partos son más tardíos para evitar que los becerros nazcan en los meses más fríos, cuando las dehesas se cubren con un manto de nieve. Para parir, la vaca busca sitios resguardados. Suele tumbarse, pero, si el vaquero está cerca, pare de pie, una vez que nace la cría, la madre se come las pares o envoltura que lo cubre y hasta que no lo limpia por completo, no le hace mucho caso. Después, la vaca brava lo defenderá contra cualquiera que se acerque. Por eso, los vaqueros deben esperar para cumplimentar, los partes de nacimiento semanales, donde detallan el nombre de la vaca que da a luz y si es becerro o becerra. Curiosamente, hay años o lunas en que las vacas machean o hembrean. A muy poco de nacer, los becerros intentan levantase, vacilantes y, a veces, se caen, la vaca vuelve a secarle con su lengua, hasta quitarle el entumecimiento con su calor. Tras mamar los calostros, la madre lo esconde para que duerma el sueño calostral, mientras ella va a comer. En cuanto siente al hombre, la vaca se separa de donde ha escondido el becerro, las jóvenes se espantan poco; las viejas aparecen por el lado contrario. Algunas ganaderías marcan, ahora, la señal de la oreja, pues se hace menos daño, la herida cura antes y goza del poder cicatrizante de la lengua materna, un mes después, el becerro corre, juega, se pelea con sus compañeros, embiste y topa contra lo que tenga delante. Se han dado casos, en que en el barullo de las vacunaciones no se pudo terminar la labor y fue necesario dejar veinte o treinta vacas para terminar al día siguiente; y por la tarde - noche le llega el momento de parir a una vaca y es necesario tratar de sacarla del lugar con la cría, porque se corre el riesgo de que puedan ser pisoteadas, pateadas o hasta cornadas. Es vital, dejar que la madre lama al recién nacido, para que se encariñe, porque de lo contrario en vez de criarla, la abandona y la dejará a su suerte, recordemos que los recién nacidos, necesitan cuando menos seis meses de los cuidados maternos en este tipo de ganado. A los ocho o diez meses, tiene lugar el destete o desahijar, tarea laboriosa que requiere orden, ritmo, caballos bien domados y vaqueros adiestrados. Hoy, por comodidad, se utiliza el corral de las plazas de las fincas, dejando salir por la puerta a la madre y cerrándola delante del becerro. Antes, el ganado se reunía en un pequeño cercado, luego, un vaquero se metía dentro, separando las vacas con el caballo, mientras otro cortaba el ternero de la vaca y un tercero cuidaba la puerta para dejar salir solo a la vaca. La vaca huía por querencia; pero, al verse sin la cría, intentaba volver, por lo que otro vaquero estaba detrás de la cancela. Todo sucede en pocos metros, donde los cuernos de las vacas pasan y repasan a un milímetro de los pechos de los caballos, algunas, hostigadas, se arrancan y el caballo debe recortarlas en metros, ahí se muestra el adiestramiento que le permite cortar la vaca del becerro y esquivar sus arrancadas con hábiles y lentos quiebros, sin enervar ni a la vaca ni a su hijo; con suerte, cien vacas pueden despacharse en media hora, pero si los becerros son tercos, vaqueros y caballos acaban empapados en sudor y fatiga. Por la noche, empiezan los berridos, algunas vacas andan, despacio, al hilo de las tapias, al olor y la nostalgia del hijo, así, hasta que baja la inflamación de las ubres. Fuente : Jaime Montoya ( TORERO )
N. 7 Selección de un Semental. Para llegar a ese acto fugaz de la cubrición de la vaca hacen falta muchas horas de selección en las que el ganadero debe tener presentes muchas cosas decisivas, para empezar, hay que elegir entre los candidatos los que tengan unas condiciones especiales antes de meterlos a probar en la plaza. El macho debe tener buenas hechuras, cuello largo, pitones armónicos, pata corta, lomo recto que no sea silleto y sobre todo finura en la penca del rabo, el hocico, las pezuñas y una serie de detalles más, para completar está luego el tipo de la ganadería, donde por ejemplo un macho con badana es inconcebible en la línea Graciliano pero puede disculparse en algunas ganaderías de Parladé, donde al tratarse de una casta "fría" que va a mas, hay toros bastos que envisten muy bien. Pero esto son excepciones en casos de familias o reatas buenas y muy fijadas que dan bien, aunque no sean bonitos. Después de elegido el tipo hay que irse a los libros. Mirar la parentela y las notas de sus antepasados, se dirá que esto debe ser lo primero, pero mal se puede elegir un semental con malas hechuras que lógicamente trasmitirá a sus hijos, malamente pueden embestir bien los hijos de un toro corto de cuello, levantado y alto de agujas, por muy buena nota que tengan padres o abuelos. Normalmente los hijos de buenas reatas suelen ser prototipos y tener formas armónicas. Pero los misterios del salto atrás dan a veces sorpresas desagradables. Después en el campo hay que observar día a día el comportamiento y el carácter, un futuro semental no debe ser brusco, ni alborotador, ni espantadizo, el bueno es el que pasa desapercibido porque tiene costumbres normales y es muy importante fijarse en los andares cuando va calmado o en la forma de correr cuando se les obliga a hacerlo. Los andares son muy significativos y revelan detalles importantes de su manera de ser y de lo que llevan dentro, un novillo de andares pausados, seguros, casi majestuosos, es ya una nota alta en cuanto a carácter, si además toma las porteras sin recelo y para colmo es fácil de manejar en los apartados, hay muchas posibilidades de estar ante una fuente de nobleza. Hay que fijarse también en la forma de ir al pienso y si al comer va a lo suyo y no se dedica a importunar a los otros recorriendo cuatro o cinco morriles, también en la observación del pienso se nota si es un animal sano y "agradecido" que va aumentando y creciendo de forma razonable, esto es muy importante. Un futuro semental debe ser sano y fuerte, los que "no hacen" seguramente tendrán también crías poco agradecidas. Poco "mantenidas", que se dice, porque dentro de una misma ganadería y en la misma camada se dan animales que comiendo lo mismo unos desarrollan y otros se quedan atrasados. Los pitones requieren una atención especial, hay que huir de los erales excesivamente cornicortos o brochos, tanto como de los destartalados, un semental brocho, gacho o cornicorto, puede cerrarte las puertas a las plazas serias, donde están los grandes éxitos y el buen dinero, echar una camada pobre de cabeza es resignarse de antemano a lidiar en plazas de segunda o tercera, los pitones deben estar colocados de tal forma que tengan seriedad sin aterrorizar a los sensibles apoderados que todos le parecen "agresivos", ni tan cómodos que despierten la indiferencia del publico o el rechazo de los veterinarios. Últimamente hay que tener un cuidado especial en esto de las cornamentas, por una serie de razones, como puede ser la falta de calcio o de sales en las fincas o en la alimentación, se dan casos de fragilidad en las astas, siendo frecuentes los escobillados o roturas de las puntas cuando rematan en cualquier parte, un toro normal y bien armado debe sacar virutas de los burladeros sin que se lastime el pitón, luego esta la historia esa del hormiguillo, una especie de polilla o carcoma que hace desmoronarse las puntas hasta quedar mogón y por lo tanto ya no sirven mas que para rejones o festivales; lo malo del hormiguillo es que se transmite y se contagia con facilidad y tiene muy mal remedio o por lo menos un remedio a largo plazo muy latoso. Tomadas esta serie de medidas preliminares vamos a apartar los tres o cuatro erales de mejores hechuras y llevarlos a la plaza donde se hará la prueba definitiva, ya han aprobado la "educación física", están bien hechos y sanos; ahora vamos a ver lo que llevan dentro, vamos a ver cómo reaccionan en la plaza cuando se sienten solos y los llama el picador. El futuro semental debe de ir de menos a más, cada vez hay que ponerlo más lejos del caballo y que tenga temple y fijeza, nobleza y codicia, porque si tiene esas cuatro cosas en el caballo, es casi seguro que las tendrá en la muleta. Torear a un futuro semental después de aprobarle en el caballo, es muy distinto a la faena que se le hace a los toros en la plaza, el torero en la plaza de tientas debe buscar algo más que ligar pases bonitos y cuajar una faena, debe mostrar lo que el novillo lleva dentro, darle sitio y distancia para ver el estilo de la embestida, llevarlo largo en los primeros muletazos para ver el recorrido que tiene; torearlo de entrada por ambos pitones con una tanda de pases por cada uno, en pocas palabras dejar lucir al animal no lucirse él; y ya vistas estas condiciones preliminares, comprobar si va "a romper", es decir, que además de admitir pases aislados tome la muleta con continuidad, nobleza, codicia alegría y fijeza. Para ello, es muy importante plantear la faena en los medios, para que no haya querencias ni pases a favor de obra, así, obligándole a estar en los medios se sabrá si realmente es bravo y aguanta allí la pelea o se raja y va poco a poco abriéndose de la muleta y buscando las tablas donde los de poca casta se sienten más a gusto y en vez de embestir lo que hacen es ir y venir. A un futuro semental no se le debe torear nunca cerca de las tapias de la plaza (muro del redondel), si tiene bondad y nobleza se dejará torear y puede parecer bueno, paro la verdadera bravura busca los medios y no las tablas. Superadas las pruebas, queda ya la nota suprema: Abrir la puerta y puede ocurrir que se niegue a salir, o lo que es mejor, que después de salir vuelva en busca de la puerta; si entonces lo vuelve a citar el picador y acude a tomar ese puyazo fuera de todas las previsiones, es que estamos ante un ejemplar fuera de serie, pero no acaba ahí la prueba del semental, todavía hace falta que ligue, la mejor tienta es la nota de las crías, si da un porcentaje alto de aprobadas ya no hay ninguna duda, porque si después de haber sido superior en la tienta, luego hecha becerras de desecho es que no vale nada, lo dicho la mejor tienta son sus productos, que ligue bien. Sin duda alguna la vida del ganadero está llena de sorpresas apasionantes. El semental y las vacas son los dos pilares fundamentales en lo que se basa una dehesa, por una parte, están los sementales, que son los encargados de mantener la línea de la ganadería, definiendo su tipo y hechuras, y transmitiendo sus características de bravura; son elegidos, antes de la época de tentaderos, por hechuras y reata, ya que su físico es tan importante como su bravura. Lo normal es que cada semental tenga que cumplir con cincuenta vacas, hay fincas con muchos cercados que se distribuyen en lotes de cuarenta (son las menos), en otras más modestas y con menos acomodos, al toro le toca cubrir sesenta y hasta ochenta vacas. Hay ganaderos que las tienen todas juntas y echan un semental hasta mayo y otro hasta el 25 de julio que es cuando suelen retirarse, no hay normas generales, lo habitual son lotes de medio ciento de hembras por cada macho. A los sementales nuevos se les prueba el primer año con veinte vacas y luego están tres sin cubrir hasta que se comprueba el resultado de las crías, cuando el toro va viejo, también se le pone un grupo reducido, normalmente, a los quince años ya están prácticamente agotados. Existen excepciones como "Tejedor" de Arranz que se murió a los 22 años y estuvo cubriendo hasta las últimas, pero es poco frecuente. Como norma general cuando el toro empieza a envejecer, flojea ya la calidad de sus productos, por el lógico desgaste, liga peor y sus crías empiezan a sacar más defectos, un buen semental puede servir desde los cinco o seis años en que se echa definitivamente, después de probar las crías hasta los quince, pero dos o tres años más en plan residual. Viejo y desechado para padrear, queda liberado de cualquier otra tarea y en agradecimiento por los años de dar crías al ganadero, queda confinado en un potrero gozando de sus últimos años de vida, en la tranquilidad del campo bravo. El comportamiento de estos machos como auténticos reyes de la ganadería, es distinto al de cualquier toro de camada, que como sabemos, mueren vírgenes porque no se les deja cubrir a ninguna hembra; estos toros de la camada que van a morir en la plaza se desahogan masturbándose o montando a los dos o tres más débiles, que hacen de maricones pasivos y suelen dar muy buen juego en la plaza. En cambio, el semental tiene plena conciencia de su rango como si supiera que tiene derecho a un cuidado especial y así es, todos los años antes de ir a sus deberes se les desparasita del pulmón, intestinos, e hígado, luego un choque de vitaminas y ya está listo para los siete meses de "trabajo"; al terminar a finales de julio, se repite el tratamiento y queda libre para los cinco meses de descanso, en que vive en un cercado separado de los demás "compañeros" o en la cerca de los becerros destetados por aquello de que los viejos y los niños hacen buenas migas. Es curioso, cómo sin tener calendario, unos días antes de los primeros de enero ya está el semental buscando la portera del cercado de las hembras, impaciente para que le abran y marcharse con su harén. Lo mismo ocurre al final de la cubrición el toro, presintiendo su descanso, empieza también a buscar la portera para que lo separen de las vacas, como un marido aburrido. El comportamiento de los sementales con las hembras también tiene sus rarezas, por ejemplo, cuando le echan el pienso no deja comer a la vaca que está cubriendo y sin embargo hay casos excepcionales en que el toro, por galantería, deja una parte del pienso para que coma su compañera que casi siempre suele ser una vaca joven. En el celo pasa lo mismo, el toro va en busca de las eralas y las utreras, pero a las viejas ni le hace caso, las espera porque ellas tienen que ir a buscarlo y a provocarlo; si en el mismo día salen dos vacas a macho, se da por descontado que se va con la mas joven y desdeña a la otra, que tarda 21 días en volver a tener el celo. En algunas ganaderías se usa el "recela" que es un eral cuya misión es "provocar" los celos a un semental perezoso o algo frío, cuando el toro ve al novillo detrás de una vaca se la quita rápidamente, de otro modo a lo peor se quedaba sin cubrir. Pero esto apenas se hace ya, el celo de la vaca puede durar dos días escasos, suele empezar al atardecer y dura hasta el anochecer del día siguiente. El toro es monógamo a pesar de estar con tantas, nunca cubre dos en el mismo día, se dedica enteramente a una y cuando se le pasa el celo se va con otra. Nunca va con dos a la vez. Estimado amigo lector: Nunca se te ocurra interrumpir a un toro cuando esté cubriendo a una vaca (haciendo el amor), no lo olvidará fácilmente y aunque los sementales no suelen ser agresivos ni arrancarse en el campo, se le despierta una fijación de odio hacia la persona concreta que le interrumpió el coito y lo perseguirá allí donde lo vea, y sólo a él, aunque con el resto del personal de la finca tenga un comportamiento pacifico. Prototipo racial en el macho: En los machos la cabeza es corta, con pelo abundante y rizoso en la frente, morro ancho, y ollares dilatados, cuernos en gancho y bien desarrollados, pero de tamaño, color, dirección y sección diferentes; los ojos son pequeños, de expresión viva y mirada agresiva, orejas pequeñas y muy móviles, de cuello corto y potente, con papada discreta y gran morrillo. Predominio del tercio anterior, siendo el posterior defectuoso y escurrido, el cuerpo es recogido y armonioso, tronco cilíndrico, con costillares arqueados, línea dorsolumbar recta o ligeramente ensillada, lomos musculados y vientre recogido; la grupa es corta y derribada, cola de inserción recta larga, fina, y con gran borlón, nalgas rectas o convexas, y extremidades finas y fuertes; la altura a la cruz es muy variable de unas ganaderías a otras, pudiendo señalar como cifra medía entre 120 y 130 cm.; y el peso como termino medio ronda en los machos adultos entre los 450 a 600 Kg. Promedio, en función de la ganadería y el estado de carnes. Fuente : Jaime Montoya ( TORERO )
17 de Junio. 19:00 Novillos de Antonio Palla para Damián Castaño, Javier Jiménez y Jesús Duque (presentación en Madrid). 24 de Junio. 19:00 Novillos de El Cotillo para Gómez del Pilar y Gonzalo Caballero, mano a mano. Estas son las convinaciones de hierros y novilleros
N :6 La tienta de machos: Por otra parte, el tentadero de machos es lo más serio que se hace en una ganadería, porque de lo bien o lo mal que se haga depende el futuro de muchas cosas, en Andalucía se llama tentadero de machos al acoso y derribo a campo abierto, donde los garrochistas lo ponen en suerte al picador entre la querencia natural. Esta modalidad tiene sus partidarios y sus detractores. Actualmente se hace solo en unas cuantas ganaderías andaluzas, no es frecuente en el "resto de España”, la tienta a campo abierto debería servir para ver los mansos antes de echarlos a una corrida de responsabilidad, deben salir los desechos para lidiarlos en novilladas o echarlos por los pueblos y los cuatro o cinco de comportamiento excepcional que son los candidatos a sementales. Es una de las prácticas de campo inevitables para la mejor selección del ganado, su origen se remonta a los primeros ejercicios cinegéticos del hombre con el toro: Acosar y derribar es una forma de caza no sangrienta del animal. La operación la realizan dos garrochistas a caballo, que primero separan la res del resto de la torada o vacada (camadas), luego la acosan en campo abierto hasta alcanzarla y con la garrocha (que no tiene más de 15 milímetros de puya, para no dañar la piel del animal) tendida por completo, procuran agarrarla en lo más alto y trasero de las ancas para, empujándola más con la fuerza y carrera del caballo que con la del brazo, desequilibrarla y hacerla caer. Por eso hay que organizarlo muy bien y cuidando todos los detalles, empezando por el tiempo que es muy importante para que los erales se comporten con la mayor naturalidad posible evitando disculpas del aire, el agua o el frío. Las fechas aconsejables son los días sosegados del otoño, al terminar la temporada, así el que se aprueba tiene tiempo sobrado de curarse, reponerse y estar dispuesto a primeros de enero para cubrir las primeras 20 vacas de prueba para ver como liga, en caso de superar esta prueba y convertirse en semental. Los becerros o erales no deben ser toreados jamás, sino tan sólo ser llevados al caballo a cuerpo limpio, de lo contrario quedarían inútiles para la lidia, pues una de las características de los toros bravos es que aprenden, es decir, una vez que toman un capote no lo olvidan jamás y en el caso de salir luego al ruedo, distinguen con precisión al torero del engaño, con el consiguiente peligro para la vida de los que están en el ruedo. En la prueba que se realiza en la plaza de tientas con el picador, se valora si el becerro se crece al castigo o rehúye a la pelea, si galopa, trota o va al paso, si se frena o echa las manos por delante al encuentro con el caballo, si es pronto o tardo en su arrancada, si es fijo, si se distrae o escarba, si recarga y se emplea en la pelea, si se duele o se raja, si empuja con rectitud y humillando al embestir o por el contrario, busca la vuelta, cabecea o sale suelto. También se aprecia si mantiene el conjunto de las características durante toda la pelea, si va a más o si empeora paulatinamente. Debemos recordar que en la tienta de machos (no para sementales) todo se realiza a cuerpo limpio, porque macho que sale a una plaza nunca ha sido toreado; y el ganadero deberá considerar que de acuerdo en el desempeño que tengan los cornúpetas en el tentadero, decidirá su destino final: prueba para semental o ser lidiado en festivales, novilladas sin picadores, novilladas con picadores o corridas de toros y también el tipo de plaza al que se destinen de primera, de segunda o de tercera categoría. Por lo exigente de esta prueba, no debe invitarse a extraños o profanos, porque el ganadero y sus allegados deben estar concentrados con los cinco sentidos en lo que pasa en el ruedo y no es permisible que alguien se mueva o dé una voz a destiempo. Tradicionalmente se hace la tienta en silencio y sin público, la gente justa que debe estar, los que tengan alguna responsabilidad; y si acaso, media docena de invitados que saben comportarse y no opinan hasta el final. Particularmente, estoy de acuerdo con esta seriedad y este silencio, pero para algunos esto no deja de ser un contrasentido, porque si la lidia del toro se hace ante una ruidosa muchedumbre con música y griterío, lógico seria que los futuros sementales soportaran la prueba de la forma mas real posible; lo mas parecido al toro en la plaza, sin embargo, el ganadero arriesga tanto que no son aconsejables los tumultos. Tampoco cualquier torero (aunque sea figura) sirve para hacer una tienta de machos, como en todo hacen falta especialistas, profesionales que sepan, porque antes de torear un macho (sólo en el caso de que sea puesto a prueba para semental), hay que sopesar serenamente todo lo que hace de salida y la forma de tomar los puyazos, hacer a un lado el ego y dejar que sea el animal el que brille en el ruedo. Hay novillos que salen muy espectaculares y crean un clima triunfalista, van con brío y alegría al caballo, pero a partir del tercer o cuarto puyazo bajan el tono o empiezan a hacer cosillas feas, como sonar el estribo, tardear, salirse de la suerte al llegar al peto. Fuente : Jaime Montoya ( TORERO )
Sahagún (León). AVANCE. Toros de Valdellán. López Chaves, oreja; Fernando Robleño, dos orejas; Joselillo, oreja.
Plaza de toros de Las Ventas. Último festejo de la Feria del Arte y la Cultura. Media plaza. Toros de José Manuel Sánchez (5º con el hierro de Castillejo de Huebra), . Sergio Vegas, silencio en ambos; Rui Fernandes, oreja; João Moura Caetano, silencio
EL ULTIMO QUE SALGA QUE ECHE EL CERROJO Y APAGUE LAS LUCES. Pues ya hemos acabado de las ferias empalmadas de mayo y junio en Madrid, ya se ha visto todo lo que uno tenía que ver y más. Vale que queda el cartel triunfador de las Fallas, con la arrolladora y magnética presencia de los mediáticos y El Fandi, y el domingo una del arte del rejoneo, pero gracias, y nunca mejor dicho, a compromisos familiares de suma importancia, uno no podrá disfrutar de estas dos tardes de toros. ¡Qué se le va a hacer! Ya dicen que por los hijos, cualquier sacrificio es pequeño, ya lo creo. Uno hasta es capaz de faltar a los toros por quedarse a celebrar la primera Comunión de su torerita. Y como era hace años, uno ha despedido la feria con la corrida de Victorino. Pero esta no se ha parecido en nada a aquellas, ni nadie en aquellos momentos podría imaginar algo tan desolador como “la de los Victorinos” de 2012 en Madrid. Nada de llenazos, ni de reventas, la expectación ha sido desplazada por la incredulidad, la ilusión por la decepción y el toro por el mulo, así de simple. Seguro que el ganadero, padre o hijo, estarán satisfechos con la presencia y comportamiento de sus pupilos y hasta puede ser que achaque el fracaso de la corrida a que los toreros no han sabido hacerles las cosas. Que puede ser, pero no estoy yo muy convencido de ello. Parecía que el primero iba a poner en aprietos a Antonio Ferrera, cuando al recibirlo de capote comprobó lo pegajosillo que era el cárdeno. Pero el extremeño no se desanimó y hasta lo puso de largo en el caballo. ¡Novedad! Nos van a dejar ver a un toro; pero este derrochaba timidez y no se le vio, o sí, pero no en el sentido que el aficionado esperaba. Tardeando y sin demasiada alegría se fue al caballo para casi no ser ni regañado, mientras le tapaban la salida. En la segunda vara, de nuevo de lejos, pero al animal no le habían explicado cual era su papel y repitió lo del primer encuentro. Puso banderillas el matador, pero el mejor favor que le puedo hacer es no comentarlo, solo diré que siempre fue a toro pasado y por el pitón derecho. Luego con la muleta parecía que Ferrera sufriera de espasmos periódicos, medio agachado, encogido, con unas poses extrañísimas, casi tumbado, pero como era de esperar, con el pico, citando fuera de cacho, con estiramientos descoyuntantes, y sin enterarse que el animalito no tiraba una mala cornada. Iba como un corderito al redil. Como con la zurda no logró entusiasmar, entonces echó mano del tan socorrido arrimón y entre retorcimientos y sobreactuaciones, como los malos actores, se le fue el tiempo y ya escuchó un aviso sin haber entrado a matar. En el segundo volvió a querer ser generoso dejando el toro de lejos, pero este primero fue al pasito y después hubo que meterlo debajo del peto y en ambos casos no paró de darle cornadas a la guata. Vuelta a las banderillas y vuelta a la vulgaridad, los ventajismos y las demostraciones atléticas en este periodo preolímpico. Con la muleta poco más que añadir, eso es lo bueno de los modernos, que calcan las faenas, pero sí que el toro echó en falta que le bajaran la mano para intentar quitarle la mala costumbre de echar la cara arriba. Muchos pases, muleta retrasada y a tirar de repertorio populista. A Diego Urdiales se le esperaba y se deseaba que le saliera un toro encastado y con energías, para que el riojano pudiera desplegar todo su poder. Pero le tocó una sardina sin fuerzas que hacía segundo y a la que casi no se pudo picar. Se lo sacó hacia los medios en el comienzo de la faena de muleta, pero ahí se quedó todo, el toro no metía la cabeza ni tirando del ronzal, entraba como un mulo en una noria y para colmo el matador alargó la faena más de lo necesario. En el quinto no cambió el panorama en nada, solo como se lo llevó a los medios de espaldas, rematando con un molinete y uno de pecho, para luego volver a ver como este tampoco se dignaba en humillar mínimamente, ni en embestir con algo de emoción. Un arrimón con el único motivo de querer exprimir esta oportunidad hasta el límite, pero con ese material poca cosa se puede hacer. Habrá que seguir esperando y en la espera, a ver si los apoderados del riojano piensan por una vez en el torero que tienen y le apuntan a una corrida que vaya con él, con su toreo puro y poderoso, no apto para mulos. Alberto Aguilar venía este año con menos expectación que el anterior y puede que hasta menos presionado por la responsabilidad. Su primero empujó en la primera vara, pero después solo se le señaló la segunda, siempre tapándole la salida. Echaba el toro la cara arriba en la muleta y se tragaba el primero y segundo muletazo, pero al tercero se le echaba encima al torero. Al natural parecía que el madrileño perdería claramente la lucha, pero le enjaretó dos muletazos muy templados y mandando. Incierto en la embestida, que siempre era precedida por la incertidumbre mientras escarbaba, para de repente pegar el arreón y tomar la muleta a regañadientes. Lo cerró un poco a base de pases con la izquierda por ambos pitones y cuando ya estaba el toro cuadrado montó la espada y cobró un magnífica estocada casi a cámara lenta. Cortó una oreja, que quizás puede ser algo excesivo, pero yo tampoco tuve valor para protestársela, más teniendo en cuenta la perla que le trajeron los Victorinos, padre e hijo. En el sexto, que de puro manso pegaba un brincos y se retorcía escandalosamente, recordándonos las imágenes antiguas de cuando fogueaban a un toro. Su trasteo fue sencillamente una pelea entre el que quería y el que no quería saber nada de muletas. Derrochó valentía Alberto Aguilar, a quien incluso le quedaron ganas de dar unos naturales queriendo llevarse el toro hasta atrás. No mató como en el tercero, y puede que por eso no le pidieran la oreja. Pero daba igual, lo que había hecho ya estaba allí. Y que nadie se equivoque, no ha tenido una tarde en la que haya derrochado arte y buen gusto, pero al menos ha estado valiente y honrado. Ahora ya solo nos quedan los domingos para ir a los toros, y para encontrarnos con algunos locos que no han debido quedar hartos de toros o que simplemente tienen que calmar su afición de alguna manera. Ya hablaremos de lo que ha dado de si esta feria, del abominable ciclo que ha salido incluso peor que la peor de las predicciones, que ha dejado a Madrid en el lodo y que o sale el toro o se va el aficionado de verdad, el único capaz de transmitir sentimiento y de conseguir que el público se enamore de esto. Pero ya digo, eso será más adelante. Ahora si me lo permiten, les voy a pedir que antes de irse comprueben que todas las luc4es están apagadas y echen el cerrojo ferial hasta el año próximo. Para mí, lo mejor, la gente con que me he encontrado, aquellos con quien he compartido estas tardes de toros, con quien he comentado como transcurría este ramadán y todos los que se han pasado por aquí para hacer su aportación, pero eso ya lo hablaremos otro día. FUENTE: Enrique Martin.