Datos personales

Vistas de página en total

jueves, 28 de junio de 2012

Esta curiosa escena tuvo lugar el día 18 de julio de 1982 en la plaza de toros de Las Ventas (Madrid), durante la celebración de la tradicional Corrida de la Prensa. El cartel estaba formado por los diestros Manolo Cortés, José Antonio Campuzano y José Ortega Cano, que se enfrentaron a toros de Miura, Hernández Pla, Victorino Martín, Guardiola, Bohórquez y Celestino Cuadri, ya que se trataba de una corrida concurso de ganaderías. En la imagen vemos a Velador, de la ganadería de Victorino Martín y lidiado en tercer lugar por José Ortega Cano, un toro bravo y encastado, que a la postre fue indultado, único toro que hasta la fecha ha conseguido salvar la vida en el coso venteño. Con posterioridad mucho se ha discutido sobre si Velador era o no merecedor de tal galardón, y más en una plaza como la madrileña. El propio diestro, pasado el tiempo, afirmó que “el toro no era para tanto”, a lo que Victorino Martín, ganadero, contesto “lo que ocurrió es que Ortega Cano no estaba en muy buen momento y, claro, se indultó un toro en el que ni tan siquiera él pudo dar a continuación la vuelta al ruedo”. Una vez concedido el indulto se tardó más de dos horas en conseguir que el toro volviera a los chiqueros, por lo que hubo de intentarse con diferentes técnicas. Una de ellas fue utilizar un perro pastor, que tal y como vemos en la imagen, a punto estuvo de sufrir un serio percance. Esa imagen y esa tarde forman parte de la historia de Las Ventas y la Tauromaquia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario