viernes, 15 de febrero de 2013
HACIENDO HISTORIA LA MUERTE DE FRANCISCO RIVERA PAQUIRRI
Francisco Rivera Paquirri, que murió anteayer a consecuencia de una grave cornada en la plaza de toros de Pozoblanco, un pueblo al norte de Córdoba, será enterrado hoy, a las once de la mañana, en el cementerio de San Fernando de Sevilla, donde la noticia de su fallecimiento cayó como un mazazo impresionante. La reacción en el resto del mundo, y especialmente en el universo taurino, ha sido de estupor y de sorpresa, porque en un principio una cogida como la que sufrió el torero de Zahara de los Atunes, residente en Sevilla, no se considera insólita ni necesariamente mortal en la lidia. En estas páginas se hace el relato sobre el trágico traslado del torero a un hospital de Córdoba, se refleja cuál era ayer el clima de emoción que se vivía en la capital andaluza y se subrayan hechos recientes que ilustran el drama latente del mundo taurino
Paquirri murió en el quirófano del Hospital Militar de Córdoba, pero en la ambulancia que le trasladaba desde la plaza de toros de Pozoblanco, donde sufrió la tremenda cornada el pasado miércoles, ya había entrado en estado agónico irreversible. La causa de la muerte pudo ser un choque hipovolémico. La muerte acechaba en Sierra Morena. El último viaje del torero fue un calvario. Bajo la opaca luz del atardecer, salvando barrancos, sorteando precipicios, curvas continuas por una carretera estrecha que obligaba al conductor de la ambulancia a reducir muchas, a frenar, Paquirri intentaba contener el dolor.
"El torero iba algo analgesiado", recuerda Eliseo Morán, el cirujano que le practicó la intervención quirúrgica en la enfermería de la plaza. "Es decir, que iba consciente y, como es natural, sufría mucho". Los dolores, pese a los calmantes, debieron ser muy fuertes. Le acompañaban en la ambulancia el doctor Funes, anestesista reanimador, y Ramón, el mozo de espadas. Cerca de 70 kílómetros habían recorrido, más de hora y media de viaje, y Córdoba se abría en la calima tras el parabrisas, cuando Paquirri empezó a sudar copiosamente y a sentir los efectos de una insuficiencia respiratoria. "Me siento muy mal", dijo.Había sobrevenido el paro cardíaco. Detuvieron la ambulancia para esperar al doctor Rafael Ruiz, cirujano jefe de la plaza de Córdoba, que había presenciado la cogida y decidió acompañar al torero. En plena carretera nada se podía hacer, que no hubiese intentado el doctor Funes. Allí mismo cambiaron el lugar de destino: "No vayamos a la residencia sanitaria Princesa Sofía, pues hay que atravesar toda Córdoba; mejor el Hospital Militar, que está más cerca".
Los doctores Dávila, Villarta y Ruiz Villegas se hicieron cargo del herido, en el servicio de urgencia, y le aplicaron las necesarias técnicas de reanimacíón, incluido el masaje cardíaco, pero nada se pudo hacer. Paquirri murió nada más entrar en el quiráfano. Eran las 21.40 horas.
En Pozoblanco quedaba una población desolada. Las fiestas de Nuestra Señora de las Mercedes se vinieron abajo al conocerse la noticia del fatal desenlace.
Paquirri había llegado a. Pozoblanco, por carretera, el mismo día 26, a las 07.30 horas, acompañado de su hermano, Riverita. Se alojó en el hotel Los Godos, habitación 307, e inmediatamente se fue a dormir. Hacia las 12 apareció en el comedor, donde almorzó con toda la cuadrilla Sólo comió tortilla de patata, un flan y agua mineral. A las dos de la tarde, después de conversardurante un rato con Yiyo, que también toreaba, regresó a la habitación y puso numerosas conferencias telefónicas. Hacia las cinco pidió un café con mucha leche. Poco después de las 17.30 horas partía para la plaza. Vestía un terno verde claro y oro.
"La corrida era una gran fiesta", dice el doctor Morán. "Los toros salían terciados y con clase, también flojos, y los toreros estaban insuperables. Tres fenómenos. Los médicos la presenciábamos relajados, con la certeza de que nada podría ocurrir, y menos aún a Paquirri, que es un torero que transmite seguridad".
El número 9
Pero ocurrió. El cuarto, Avispado, número 9, negro, 420 kilos, bien armado, tomó sin problemas el capote, que Paquirri manejaba suavemente al a verónica e intercaló un par de chiquelinas mirando al tendido. Tras el primer puyazo hizo el quite y el toro le salió suelto. Un peón le cortó la salida, Volvió el toro hacía donde se encontraba Paquirri, muy próximo al burladero de capotes. Éste le marcó la salida con el percal, hacia afuera sin rectificar su terreno. Pero el toro sí rectificó el suyo, se venció y en el primer derrote le clavó profundo el pitón derecho en el tercio superior de la pierna derecha. Entrar el pitón y manar sangre, todo fue uno. Las cuadrillas al quite -incluso saltaron a la arena empleados de la plaza- el toro no soltaba su presa: la zarandeaba furiosamente en todas direcciones. Paquirri se agarró a las astas y empujó el testuz para librarse de la cornada. El tiempo que duró la cogida se hizo interminable. Casi lo era. El doctor Morán corría hacia la enfermería y cuando llegaba a ella, miró hacia el redondel y aún pudo ver que Paquirri continuaba volteando sobre el pitón.
Las asistencias se llevaron al torero, que iba dejando un reguero de sangre en la arena y por el callejón. Le manaba como de un surtidor. "Una vez en la enfermería", explica el doctor Morán, "se le hizo un torniquete, procedimos a explorar la zona dañada. Paquirri nos animaba, con una sorprendente entereza: 'tranquilos, que yo sé de esto; no pasa nada'. Y me iba anunciando las trayectorias de la cornada con enorme precisión. La herida era horrible. El paquete vásculo-nervioso estaba arrancado, y no digamos de la pierna, cuyos músculos, nervios, etcétera habían, quedado destrozados. El dedo de la exploración no alcanzaba el final de la trayectoria que iba a la fosa ilíaca. Ligamos la safena y la femoral; contuvimos varias veces las hemorragias y cuando pareció que ya habían remitido, preparamos al torero para su traslado a Córdoba". Ahora se dice que quizá hubiera sido preferible dejar al torero inmovilizado en la enfermería. La pregunta siguiente es qué habría sucedido si esta cornada se produce en Las Ventas o en la Maestranza, con una enfermería perfectamente dotada, a pocos metros. El doctor Morán cree que el resultado final, lamentablemente, habría sido el mismo.
La enfermería de Pozoblanco, según el cirujano, está bien, "dentro de lo que cabe". Tuvo, además, ayuda improvisada de varios doctores que se encontraban presenciando el festejo: Ruiz González, Cabrera, Arévalo, Torres, Redondo, Dueñas.
El horror de la cogida se había reflejado en el griterío y en la tremenda crispación del público.
EL REJONEADOR RODOLFO BELLO ESTRENA ALTERNATIVA
El flamante matador de toros a caballo, Rodolfo Bello, estrenará la alternativa que recibió del maestro Pablo Hermoso de Mendoza, apenas el viernes anterior, en la Plaza Provincia Juriquilla (México).
Mañana sábado, Rodolfo Bello actuará en la Monumental Plaza de Toros "Rancho Agua Salada", en Alpuyeca, Morelos (México), dentro de un lujoso cartel encabezado por su padrino, el navarro Pablo Hermoso de Mendoza, así como con los caballistas Pedro Louceiro II y Horacio Casas.
La corrida de rejones contará con un encierro integrado por toros de Los Encinos, San Maximiano y Coaxamaluca; y, Rodolfo Bello acudirá con siete equinos lusitanos, Buneco, Charro, Fado, Guadalupe, Mezcalero, Paquiro y Talavante, para dedicar a los aficionados una tarde más de pasión y entrega.
EL EXMATADOR DE TOROS PORTUGUES VICTOR MENDEZ HABLO DE TOROS EN TOLEDO
En la tercera y última de las charlas de la Semana Cultural Taurina de Toledo ha sido el turno para los matadores de toros. El protagonista ha sido el portugués Víctor Mendes, quién además celebraba en este día de San Valentín su cumpleaños. Durante más de hora y media ha entretenido al público asistente con sus anécdotas y ha tocado todos los temas de actualidad, sin cortarse a la hora de expresar su punto de vista.
Cómo es tema candente en el momento, no ha reusado referirse a la aprobación de la Iniciativa Legislativa Popular y ha dejado una frase para la reflexión "El mundo del toro es el escaparate social de España"; y es que el portugués entiende que todo lo que está rodeando en los últimos tiempos a la tauromaquia es un reflejo de la situación en que vivimos, al igual sucedió en otros tiempos cómo los noventa, en los que el copaba los carteles, cuando el boom económico supuso la masificación en la asistencia a los eventos taurinos. Víctor Méndes lo tiene bastante claro y lo ha afirmado con rotundidad "vivir en democracia no es prohibir, la democracia debe permitir a cada uno disfrutar de aquello que le gusta, más aun si es pagando". Además, se muestra optimista "quiero ser positivo. El declarar la fiesta como bien de interés cultural será muy bueno para protegerla".
"El problema de la fiesta es la falta de ilusión"
Cuando le han preguntado por el futuro, para algunos poco halagüeño, que deparará a la tauromaquia él lo tiene bastante claro "el toreo se reinventa con el tiempo... En muchas épocas se ha dicho que estaba cerca de desaparecer y sin embargo ha vuelto". Pero si algo tiene claro el matador portugués es la existencia de un factor fundamental para la pervivencia de la fiesta "hay que buscar la bravura del toro. El día que el toro no embista se acabó todo".También ha recordado sus comienzos en Sevilla y lo que lo diferencia a la actualidad "la ilusión que se vivía cuando yo estaba empezando de novillero no se vive ahora... cuando yo estaba en Sevilla nos levantábamos a las cinco de la mañana para ir a descabellar al matadero, te sentías torero". Por ello crítica la formación que reciben los jóvenes que pretenden convertirse en toreros "antes te salía una mala vaca y te daba un revolcón, y otro, y te volvías a poner... ahora en un tentadero en cuanto la vaca tiene un poco de peligro ya se está pidiendo que se devuelva y salga otra"."Es necesario que coexistan todas las tauromaquias".
Víctor Méndez también se ha referido a los distintos conceptos de tauromaquia que en la actualidad coexisten. El matador portugués se ha referido a Manzanares, Morante, José Tomás... y cree en la importancia de todos ellos "saber disfrutar de las distintas tauromaquias es un placer, aunque no te identifiques con algunas de ellas... Es necesario que coexistan todas ellas, porque hace más grande la fiesta".
En lo que el portugués no cree es en la heterodoxia en el toreo "lo que un año es heterodoxo al año siguiente lo utilizan varios toreros y es ortodoxo; cuando algo novedoso le funciona a un torero al año siguiente lo utilizan varios". También le ha quitado relevancia al encierro de Talavante próximamente en Madrid: "Torear seis Victorinos o seis Miuras no se puede considerar algo grandioso, histórico. Hace 50 años ya se toreaban"
"Ya no se existe la oportunidad de triunfar en Madrid para hacer temporada"
No ha querido pasar por alto Víctor Méndes, la situación cambiante que vive el toreo en la actualidad "en mi época, si tu llegabas a Madrid y triunfas, sabías que ibas a hacer temporada...Sin embargo ahora, los carteles están hechos con muchísima antelación, cuando termina el Pilar, noviembre-diciembre, ya se están cerrando los carteles del año siguiente".
EN ARNEDO SI HABRA MANO A MANO ENTRE DIEGO URDIALES Y JULIÀN LOPEZ EL JULI
El ayuntamiento de Arnedo ha cerrado el mano a mano entre Diego Urdiales y Julián López El Juli. El festejo tendrá lugar el próximo sábado 16 de marzo y en el mismo se lidiarán astados de Garcigrande. Se trata de la cuarta corrida de toros que se celebrará en el coso riojano desde su inauguración en 2010.
Coincidiendo con el tercer aniversario del recinto también se celebrará al día siguiente, 17 de marzo la final del Zapato de Plata en la que actuarán Filiberto Martínez, Juan Torres 'Juanito' y el peruano Andrés Roca Rey con erales de Giménez Indarte
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