domingo, 28 de octubre de 2012
La temporada ha tenido para Raúl Martín Burgos un sabor ciertamente agridulce. La Puerta Grande lograda en Madrid en junio trajo felicidad en el comienzo de la temporada y dio nuevas alas a unas esperanzas que, a la postre, no se han visto del todo satisfechas. El propio rejoneador confiesa que pensó que aquello valdría para más, le abriría al 'gran circuito'. A pesar de eso, Martín Burgos no ha dejado de cortar trofeos en ninguno de los veinte paseíllos que ha hecho esta temporada. Eso es señal de que cuadra, cabeza y corazón han funcionado y están listos para competir en lo má alto.
Ahora apoderado por Hipolito y Melquiades Garrido, tratarà en la proxima campaña taurina del año 2013, subir peldaños y triunfar en cosos importantes.
Hace tiempo que Leonardo Hernández dejó de ser un complemento a las dos grandes figuras para ser una de ellas. El joven rejoneador no sólo no comparte éxitos con la dupla de rejoneadores más laureada de la historia, sino que incluso hay tardes en las que su rejoneo puro y fresco, desenfadado y atrevido, los eclipsa. ¿Ejemplos? Nada menos que Bilbao, donde cortó tres orejas -hay que tirar de estadística para ver cuando un rejoneador obtuvo idéntico éxito en El Bocho- y Logroño, donde cortó el primer rabo de la historia del coso de La Ribera. Y como los cracks no entienden de descanso, ahora coge las maletas y se marcha a México, para seguir conquistando territorios y expandiendo sus dominios.
Pastor y Durán, Vicente
atador de toros español, nacido en Madrid el 30 de enero de 1879, y muerto en su ciudad natal el 30 de septiembre de 1966. En el planeta de los toros fue conocido durante los primeros compases de su carrera como “El Chico de la Blusa” y “El Chiclanero”.
En los últimos años del siglo XIX era costumbre en Madrid dar suelta a una res brava al final de las entonces frecuentísimas novilladas que allí se celebraban, para que los animosos aficionados que habían asistido al festejo pudieran exhibir ante sus paisanos una palpable muestra de su arte, su valor y sus deseos de llegara a ser figuras del toreo. Por aquel tiempo y en aquellas populares oportunidades, se hizo célebre en la arena capitalina un joven madrileño al que pronto se le conoció por el apelativo de “El Chico de la Blusa”, en alusión a un largo y llamativo blusón azul que, conjuntado con una gorra de idéntico color, constituía el atuendo fijo del joven y valiente maletilla.
Precedido de aquellos triunfos cosechados cuando era todavía un niño, el joven Vicente Pastor quiso dejar de ser, a sus dieciséis años de edad, “El Chico de la Blusa”, para anunciarse en una becerreda bajo el sobrenombre de “El Chiclanero”. Corría, a la sazón, el día 10 de mayo del año, y tanto éxito logró en su Madrid natal como esforzado becerrista, que al año siguiente ya estaba Vicente Pastor anunciado en los carteles de las principales plazas del país, como miembro de una cuadrilla de novilleros infantiles completada por dos jóvenes aficionados barceloneses (“Patata” y “Mellaíto”).
Decidido, en fin, a emprender una seria andadura torera en solitario, el día 13 de febrero de 1898 compareció de nuevo ante sus paisanos, en la primera novillada picada de la que estaba llamada a convertirse en una larga y fructífera carrera. A la sazón, Vicente Pastor había recuperado su antiguo remoquete de “El Chico de la Blusa”, apodo que decidió sustitutir por su auténtico nombre a partir del día 21 de septiembre de 1902, fecha en la que hizo el paseíllo en Madrid dispuesto a tomar la alternativa. Fue su padrino de ceremonia el admirable espada guipuzcoano Luis Mazzantini y Eguía, quien le cedió los trastos con los que el toricantano dio lidia y muerte a estoque al astado Aldeano, perteneciente al hierro del duque de Veragua.
Los comienzos de Vicente Pastor como matador de toros no fueron tan felices como se presumían durante su brillante trayectoria novilleril, ya que en la temporada en que tomó la alternativa sólo firmó cuatro ajustes. En la siguiente hizo el paseíllo en quince ocasiones, para vestirse de luces ocho tardes en 1904, y sólo siete en 1905. Así las cosas, y habida cuenta de que durante la campaña de 1906 menguó aún más el número de ofertas que recibía -firmó seis contratos nada más-, Vicente Pastor optó por cruzar el Atlántico y emprender por diversas plazas hispanoamericanas un final de temporada que se resolvió en grandes éxitos y un abundante número de contratos.
Vuelto entonces a España, el eco de estos triunfos ultramarinos le permitió hacer veintiún paseíllos en 1907, y veintitrés durante la temporada siguiente, cifra que para aquellas fechas puede tildarse de cumplida, teniendo en consideración que entonces imponían su reinado dos grandes figuras del toreo universal: el diestro sevillano Ricardo Torres Reina (“Bombita”), y el coletudo cordobés Rafael González Madrid (“Machaquito”). Fue precisamente en 1909, y aprovechando que el llamado “pleito de los Miuras” (véase Tauromaquia) había alejado del ruedo madrileño a “Bombita” y a “Machaquito”, cuando Vicente Pastor consiguió el mayor número de contratos que se le habían ofrecido hasta entonces en el transcurso de una temporada, de tal manera que puso fin a esta campaña habiendo despachado treinta y seis corridas.
Catapultado, así, a los primeros puestos del escalafón, en 1910 recibió idéntico número de ofertas. El día 2 de octubre de aquel mismo año protagonizó una de las faenas más memorables (y, a la par, uno de los hitos más curiosos) que jalonan el dilatado historial taurino de la Villa y Corte. Tras enjaretar una espléndida faena a un toro de Concha y Sierra que atendía al nombre de Carbonero, fue galardonado con la primera oreja que se concedía en la plaza madrileña. Aupado por este triunfo, en la temporada de 1911 se vistió el terno de torear en cincuenta y una ocasiones, al cabo de las cuales volvió a cruzar el Atlántico para medirse, en México, con los toros hispanoamericanos.
Fueron estos los mejores momentos de su fértil dedicación al Arte de Cúchares, como lo prueba el dato de que en 1912 firmara cincuenta y seis ajustes, cantidad que constituye la cifra más alta de corridas que llegó a lidiar en una misma temporada. El día 11 de octubre de aquel afortunado año volvió a protagonizar otro episodio relevante ante la severa atención de sus paisanos, ya que se encerró en solitario con seis morlacos pertenecientes a la vacada de Benjumea, y les dio lidia y muerte a estoque en menos de dos horas.
Sin embargo, en la campaña de 1913 sólo intervino en cuarenta festejos, cifra que marca el comienzo del declive de su andadura taurina. En efecto, si el honrado y valiente empecinamiento de “Machaquito” y “Bombita” supuso un azaroso impulso para la carrera de Vicente Pastor, la deslumbrante irrupción de otras dos estelares figuras del toreo -los sevillanos José Gómez Ortega (“Joselito”) y Juan Belmonte García- vino a eclipsar el toreo noble, esforzado y aguerrido -pero exento de colorido artístico- del antiguo “Chico de la Blusa”. Así, en la campaña de 1914 Vicente Pastor redujo a treinta y seis el número de sus intervenciones sobre los ruedos patrios, para firmar al año siguiente veinticinco ajustes, y veintisiete en la temporada de 1916. Tras rematar la campaña de 1917 habiendo dado lidia y muerte a dieciocho lotes, emprendió la de 1918 con la firme decisión de abandonar, a su término, el ejercicio activo del toreo. Y en cumplimiento de dicha determinación, el día 23 de mayo de 1918, sobre la arena de ese ruedo madrileño que tantas emociones le había deparado, se cortó la coleta tras haber dado lidia y muerte al primer toro de la tarde, un burel que acudía a la voz de Cabrero. Se lidió aquella tarde un encierro a beneficio del Montepío de Toreros, benemérita institución que, illo tempore, era presidida por el propio Vicente Pastor y Durán.
Celebrado como un ídolo por sus paisanos dentro y fuera de la plaza (Vicente Pastor fue uno de esos “toreros de Madrid” a los que la rigurosa afición capitalina ha valorado siempre), el pundonoroso espada madrileño vivió plácidamente en su ciudad natal hasta la lejana fecha de su muerte, acaecida un día de otoño de 1966. Si bien nunca llegó a lucir un toreo que deslumbrase por la belleza de su ejecución, la pureza de las suertes que ejecutaba y la verdad que imprimía a cada uno de sus lances calaron hondamente en una afición poco amiga de lucimientos engañosos, poses ventajistas y fingidos alardes.
Además de estos méritos, en la figura de Pastor concurre la honrada valentía de haberse medido con maestros del Arte de Cúchares tan relevantes como los ya citados “Bombita”, “Machaquito”, “Joselito” y Belmonte, y a otros de cuya alta estima ha quedado un recuerdo indeleble en el precioso archivo de la lírica popular española: «Marcial, eres el más grande, / se ve que eres madrileño, / rival de Belmonte, José, / “Machaquito”, Pastor, / y “El Algabeño”». También se recuerda a Vicente Pastor por una aportación personal al instrumental propio de la lidia: fue el inventor del estoque de cruceta, usado para descabellar a las reses que no doblan después de haber sido estoqueadas.
Fuente: J. r.
Plaza de toros de Aranjuez.
Plaza de Toros construida en 1796 sobre la anterior, que databa de 1760 por orden de Carlos IV, fue inaugurada por este y su esposa, María Luisa de Parma, el 14 de Mayo de 1797. En 1809 fue destruida por un incendio, y reconstruida en 1829 por Fernando VII, que la cedió al Ayuntamiento. Cuando se construyó, su capacidad era de 9000 espectadores y la población, según el censo de Godoy, era de 4226 personas. Se encuentra al final de la calle de Almíbar, donde se ubica la puerta grande. Hay doce puertas de entrada al público que se comunican con el interior por medio de diez escaleras y tres galerías. Los Reyes tenían su propia puerta de acceso y su escalera privada que lleva directamente al Palco Real. Es una de las pocas plazas de toros del siglo XVIII que siguen en pie y uso, compartiendo ese privilegio con cosos tan importantes como la Maestranza de Sevilla o la plaza de Ronda, convirtiéndose así en un Monumento Histórico y Artístico de más de 200 años. Su ruedo es uno de los más grandes España y por él han pasado las máximas figuras del toreo.
Hoy en día, la Plaza de Toros de Aranjuez acoge en su interior el Museo Taurino que permite realizar un recorrido por el interior del edificio, además de observar diversas prendas, utensilios y carteles de importantes maestros del toreo.
Plaza México. Lleno en el numerado. Toros de Xajay. Enrique Ponce, ovación, silencio tras aviso; Fermín Spínola, silencio tras dos avisos y Diego Silveti, vuelta tras aviso. Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del matador de toros Mariano Ramos. Posteriormente Juan Luis Silis dio una vuelta al ruedo con las cenizas del fallecido a la que se sumó toda la terna. Los tres toreros saludaron una ovación antes del comienzo.
Los toros de escaso trapio, el publico muy descontento abucheò al finalizar el espetacùlo.
Suspendida en el 4º la 2ª de la Temporada Grande en Guadalajara.- Guadalajara México. Toros 3 de Torreón de Cañas y 3 de Rancho Seco, que remiendan la corrida, para Fabián Barba, oreja, José Mauricio, ovación, y Ricardo Rivera, vuelta. La corrida se suspende, y al cuarto se lo llevan los cabestros, por una fuerte tormenta.
Garza Arrambide, Lorenzo torero
Matador de toros mejicano, nacido en Monterrey el 14 de noviembre de 1909, y muerto en Ciudad de México el 21 de septiembre de 1978.
Tras lidiar en su tierra natal una serie de festejos que le otorgaron cierto renombre, en el verano de 1932 cruzó el océano y se presentó en España, donde fue oportunamente promocionado por el empresario taurino don Eduardo Pagés. Así, el día 6 de agosto de aquel mismo año compareció ante la afición de la plaza de Santander, dispuesto a tomar la alternativa que había de darle el coletudo madrileño José Mejías Jiménez ("Pepe Bienvenida"). El toricantano, que se doctoró dando lidia y muerte a estoque a reses bravas del hierro de don Celso Cruz del Castillo, renunció pronto a esta alternativa y se retrotrajo al escalafón novilleril, para iniciar de esta forma una andadura torera que, por desarrollarse íntegramente en cosos españoles, habría de darle mayor prestigio.
Ya fogueado en la dura brega por los ruedos patrios, el día 5 de septiembre de 1934 compareció ante el público de la pequeña plaza de Aranjuez (Madrid), donde el genial espada sevillano Juan Belmonte García le cedió los trastos con los que hubo de dar lidia y muerte a estoque a reses bravas de la vacada de don Ángel Sánchez.
Una vez doctorado -con el rigor y la seriedad que requiere tan grave ceremonia- en tierras españolas, Lorenzo Garza Arrambide retornó a su México natal, donde cosechó una serie de importantes triunfos que no pudo revalidar en las plazas hispanas por culpa del contencioso entablado entre los matadores españoles y los aztecas. Solucionado el pleito, reapareció en las arenas de la Península Ibérica en la temporada de 1945, y volvió de nuevo a su patria para torear allí en 1946 y 1947, año en que se cortó la coleta. El 21 de septiembre de 1978, una afección hepática puso fin a sus días.
Lorenzo Garza Arrambide dejó fama de diestro valiente y poderoso, muy destacado en la difícil suerte de parar toros bravos; sin embargo, nunca llegó a asimilar las nuevas artes de quietud y dominio que, postuladas y practicadas por Juan Belmonte, ya habían conducido el Arte de Cúchares por unos derroteros que quedaban muy alejados de su arcaica concepción de la lidia.
Fuente: J. R.
Plazas de toros de Monterrey
Monumental Lorenzo Garza. Primera Categoría. Inaugurada el 29 de agosto de 1937 con 6 de La Punta para Fermín Espinosa Armillita,Lorenzo Garza y Carnicerito de México.
Reinaugurada el 17 de noviembre de 1963 con 6 de La Punta para Juan Silveti, Juan García ”Mondeño” y Mauro Liceaga. Capacidad para 15.000 personas.
La Monumental Lorenzo Garza fue techada en la década de 1970 con interesante y sencilla solución para cubrir y descubrir la zona del ruedo.
Historia: (Por José Navarro en “Revista de revistas”). La primera corrida o juego de toros que se efectuó en la ciudad de Monterrey fue en junio de 1798, en ocasión de la “reciba” del nuevo gobernador, General Juan Francisco de Vergara y Mendoza, en un improvisado coso en los aledaños de la Plaza Zaragoza, y la “plaza” fue hecha con carrizo, morillos y ramazones. (Esa plaza estuvo en lo que hoy es el Círculo Mercantil Mutualista, en la esquina de Zaragoza y Ocampo).
En 1860 funcionó por primera vez una plaza postinera llamada “Del Convento”, construida en las cercanías del convento de San Francisco, de donde tomó su nombre. Se cobraban dos reales en sombra y un real en sol.
En la llamada plaza de toros de la Escuela Real, propiedad de don Alfonso Vega, toreó el célebre Lino Zamora por el año de 1879.
Hubo otras dos plazas de toros menos famosas, la “de los Guerra” y otra más en la calle de Guerrero.
La plaza de toros de “Cinco de Mayo” (construida en los terrenos de lo que hoy es el Hospital San Vicente), se inauguró el 5 de junio de 1885, habiéndole estrenado Luciano Rodarte, padre de los hermanos Rodarte y Francisco Peralta “Barrilito”. En esa plaza se presentó el primer matador de toros español que visitó México, Francisco Gómez “El Chiclanero”, quien a la postre fue suegro del empresario José del Rivero.
En aquella época, la suerte llamada de Don Tancredo, se llamaba en Monterrey “Suerte del Comendador”.
En esa plaza de Cinco de Mayo se consagró la ganadería de Atenco; un toro de dicha vacada, lidiado por Ponciano Díaz, mató catorce caballos.
La plaza de toros de Santa Lucía, ubicada en los ojos de agua del mismo nombre, fue inaugurada en 1893 por Carlos Borrego “Zocato”. En esa plaza actuaron los que formaban la flor y nata de la torería de la época como Luis Mazzantini, Antonio Fuentes, “Cocherito de Bilbao”, Chicuelo padre, “Cuatro Dedos”, “El Boto”, Antonio Montes, “Machaquito”, Joselito el Gallo, Valentín, “Morito”, Vicente Pastor, “El Camaleño”, “Colorín”, Félix Velasco, “Reverte Mexicano”, Machío Trigo, los dos “Moreno de San Bernardo”, Vicente Segura, Silverio Chico, Rodolfo Gaona, Pascual Bueno, “El Serio”, “Parrao” y hasta un torero irlandés llamado Carleton Bass.
En 1908 fue inaugurada la primera plaza denominada “Monterrey”. La lucha se estableció entre ese coso y el de Santa Lucía, con gran contento de los aficionados, pero con un resultado económico tan desastroso que al fin tuvieron que fusionarse las dos empresas. Dicha plaza postinera la inauguraron Rafael el Gallo y Enrique Vargas “Minuto”, con toros de Malpaso y tenía un cupo para siete mil espectadores. Por tal plaza desfilaron toreros de polendas como Joselito el Gallo, Rodlfo Gaona, Juan Belmonte, Pablo Lalanda, Vicente Segura, Luis Freg, Juan de la Rosa, “Reverte Mexicano”, Marcial Lalanda, Manolo Jiménez “Chicuelo”, José González “Carnicerito”, “Facultades”, Paco Gorráez, Ernesto Pastor, Heriberto Gacía, Jesús Solórzano, Juan Silveti. La plaza fue destruida en 1929, habiendo salido como sobresaliente en la última corrida Lorenzo Garza.
El 31 de mayo de 1931 se estrenó la placita de Guadalupe, propiedad de Remigio González, con Tamarit Chávez y Heriberto García.
El 9 de agosto de 1931 se inauguró la plaza Cadereyta Jiménez, con el mano a mano entre “El Tato” y Heriberto García.
El 5 de mayo de 1937 fue estrenada la Plaza La Feria, construida por el coronel Matías Rodríguez, Juan Aguirre “Conejo Chico” y otras personas, con un cartel de tronío: Armillita y Lorenzo Garza, mano a mano.
La plaza de madera de El Coliseo, propiedad de Ángel de Fuentes, fue inaugurada el 20 de junio de 1937 con el siguiente cartel: José Ortiz, Heriberto García y El Vizcaíno, con toros de La Laguna. La madrina de esta plaza fue la señora Sofía Guajardo de Fuentes y en su construcción asemejaba a la Plaza de Aranjuez.
En Monterrey se han editado periódicos taurinos, destacando “Arlequín”, “Instantáneas”, “Palmas y Pitos”, el célebre “Monterrey Taurino”, “Grana y Oro”, “Toros y Teatro”, “Actualidad” y “La Reseña”. De las plumas de aquella época se recuerda a Gonzalo Espinosa “Don Verdades” y a Enrique de Llano “Rascarrabias”.
De entre los matadores de toros regiomontanos de principios del siglo XX se cuenta a Francisco Salazar, Jesús Brondo y Alfonso Zambrano.
Picadores de antaño lo fueron Francisco Olvera “Berrinches” y José Gutiérrez “Pisones”.
El primer toro indultado en Monterrey fue “Rumboso” de Pastejé, el 4 de septiembre de 1937 y fue rebautizado con el nombre de Coliseo, por haberse lidiado en la plaza de ese nombre. Correspondió su lidia consagratoria a Alfonso Ramírez “El Calesero”.
El matador de toros Pepín Liria recibirá la insignia de oro y brillantes de la Asociación Pro Encierros de Cehegín durante la cena de entrega de premios y distinciones que se celebrará en el restaurante La Muleta de esta población el próximo tres de noviembre.
Con este reconocimiento, la Asociación quien poner de manifiesto sus méritos, "tanto por sus valores personales como por su ejemplar trayectoria profesional", han indicado a Efe los organizadores, que han añadido que es la primera vez que se concede esta insignia
En el acto también recibirán distinciones la plaza de toros de Murcia y el Club Taurino por su 125 aniversario, mientras que los premios de la pasada Feria de San Zenón serán entregados a los matadores de toros Francisco Montiel y Antonio José López "El Rubio", al novillero Antonio Puerta y al banderillero Antonio Cama.
Fuente: www.abc.es
El crítico francés Pierre Charrain falleció el pasado viernes en Bayona a causa de un infarto de miocardio. Los restos mortales del periodista, que tenía 65 años, han sido incinerados y sus cenizas serán esparcidas el próximo martes en la ganadería Fano, a la que estuvo muy vinculado.
Desde esta pagina taurina le mandamos nuestro mas sentido pesame a la familia y que Dios acoja en su seno al gran critico taurino.
Diez orejas y un rabo en el festival de Trigueros.- Festival reses de Manuel Ángel Villares, Hijos de Celestino Cuadri -premiado con la vuelta al ruedo-, Murteira Grave, Tomás Prieto de la Cal, Buenavista y Arucci, para rejones, también con vuelta al ruedo. Víctor Puerto, dos orejas. Antonio Ferrera, dos orejas tras aviso. Antonio José Blanco, una oreja. Manuel Jesús Pérez Mota, una oreja. El novillero local David de Miranda, dos orejas y rabo. El rejoneador Andrés Romero, dos orejas.
El malagueño Jiménez Fortes suspende sus corridas en América para recuperarse.- Este es el comunicado del torero malagueño Saúl Jiménez Fortes ha emitido confirmando que para recuperarse físicamente no viajrá este invierno a América suspendiendo por tanto las actuaciones contratadas en Perú y Colombia:
“Queridos aficionados: Me dirijo a vosotros, al igual que a todos los profesionales y amantes del mundo taurino, para comunicaros mi decisión de no torear en América durante este invierno. A pesar de los compromisos adquiridos por mis apoderados, distintos problemas personales y físicos me impiden cumplir ese sueño. Por ello, pido disculpas a las empresas que han apostado por mi, en aquellas ferias de tanto arraigo e importancia para la Tauromaquia. Espero muy pronto cumplir el sueño de debutar en equellas tierras, de corazón”.
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Cervato' de la ganadería El Ventorillo ha sido elegido como mejor toro de la temporada 2011 por la Asociación de Abonados de Las Ventas. Esta mañana Juan Carlos Carreño, como representante de la ganadería, ha recogido el premio en Madrid. La votación de todos los abonados del coso madrileño ha sido unánime. Alejandro Talavante fue quien lidió el toro el 17 de mayo del pasado año, cortándole las dos orejas y logrando el triunfo de salir por la puerta grande
Castella a hombros en la primera de Calaveras de Aguascalientes.- Toros de Teófilo Gómez, para Sebastian Castella, dos orejas y silencio, Juan Pablo Sánchez, silencio en ambos, y Arturo Saldívar,ovación y silencio. Uno de Guadiana para el rejoneador Emiliano Gamero, ovación. Castella salió a hombros.
Dos aparatosas cogidas cierran la programación taurina en Onda
La víctima más grave, aunque no se teme por su vida, es un experto corredor de Almassora que recibió cornadas en la espalda y el glúteo
La última jornada de festejos taurinos en Onda se saldó ayer dos heridos de relevancia, y es que a las múltiples caídas de aficionados registradas tanto durante el encierro matutino como durante los 'bous al carrer', se sumaron dos aparotosas cogidas
En concreto, el primero de los afectados fue José Luis Marín, un experto corredor de la vecina localidad de Almassora, donde ejerce como presidente de la Asociación de Peñas Taurinas. El joven sufrió dos cornadas, una en el gluteo y otra en la espalda que le salió por el pecho pero que, afortunadamente, no le afectó a ningún órgano vital.
De hecho, tras una breve intervención a cargo del cirujano en la misma enfermería de Onda, el corredor fue trasladado al Hospital de la Plana, donde fue nuevamente intervenido y trasladado a planta.
Ya por la tarde, otro joven, de 22 años y vecino de Burriana fue embestido por un astado contra un cadafal y corneado en el glúteo derecho. Rápidamente fue trasladado atendido en la enfermería y trasladado al hospital de la Plana aunque su estado es leve.
Con estos dos nuevos incidentes, se eleva a tres el número de heridos durante la programación taurina de la Fira d'Onda. Y es que no hay que olvidar que este mismo viernes otro joven resultó herido después de sufrir, precisamente, sendas cornadas tanto en la espalda como el glúteo.
Fuente: www.lasprovincias.es
Plaza de toros de Ronda
La Plaza de Toros de Ronda, propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, por su historia y su arquitectura, por su carácter y su belleza está reconocida como una de las más antiguas y una de las más monumentales que existen. No es por casualidad. Ronda se considera una de las cunas de la tauromaquia moderna surgida en el siglo XVIII, en una ciudad donde se conservaba muy viva la tradición de la caballería al existir una corporación dedicada a que no se perdiera el disciplina ecuestre.
Las necesidades de defensa del territorio hicieron que Felipe II fundase en 1572 la Real Maestranza de Caballería de Ronda, para que se mantuviese el necesario manejo de los caballos. Para ello, este cuerpo dedicó un espacio de la ciudad para los ejercicios ecuestres, entre los cuales, como es tradicional en España desde la Edad Media, se incluyeron los juegos de destreza con toros. La bravura de este animal al acometer a caballos y jinetes servía de inigualable entrenamiento a los caballeros, y se convertía en un emocionante espectáculo para toda la población.
Cuando en el siglo XVIII los toreros a pie toman el relevo de los caballeros en los juegos con el toro, surge en Ronda la familia de los Romero, que durante tres generaciones reúne a los toreros más singulares de la época. Entre ellos destacó sobre todos Pedro Romero (1754-1839), figura cumbre y la más representativa de la historia de la tauromaquia. Se retiró después de estoquear más de 5.600 toros, sin recibir el más mínimo rasguño. Su personalidad consiguió que su oficio alcanzara respeto y dignidad social, al reunir valor, destreza y sentido estético. Pedro y su hermano José Romero fueron retratados por Goya.
El auge del toreo llevó a la Real Maestranza de Caballería de Ronda a erigir su famosa plaza, obra que se atribuye a Martín de Aldehuela, el mismo arquitecto del grandioso Puente Nuevo sobre el Tajo de Ronda, que despierta la admiración general por la espectacularidad de su emplazamiento. La construcción de la plaza duró seis años, y fue inaugurada en 1785 con una corrida de toros en la que actuaron Pedro Romero y Pepe-Hillo. Concebida en piedra arenisca con un esquema monumental, la nobleza de su traza arquitectónica, con su doble galería de arcadas y la ausencia de tendidos al descubierto, tiene más espíritu de claustro que de recinto para espectáculos, y recuerda al patio circular del famoso palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada.
Su ruedo de 66 metros de diámetro esta considerado como el más amplio del mundo y está circundado por un callejón formado por dos anillos de piedra. Los tendidos tienen cinco filas de gradas, de dos pisos, con 136 columnas formando 68 arcos de columnas toscanas, salvo la del Palco Real. Cubierta con tejado a dos aguas de teja árabe, la elegancia de su interior no tiene igual en ninguna otra plaza de toros.
En el siglo XX, una segunda dinastía de toreros rondeños, los Ordóñez, constituye otra aportación de Ronda a la historia de la Tauromaquia. Sus dos figuras fundamentales fueron Cayetano Ordóñez (1904-1961) y su hijo Antonio Ordóñez (1932-1998), que despertaron, por su manera de concebir el toreo, el interés de personalidades como el cineasta Orson Welles y del escritor norteamericano Ernest Hemingway, a los que dedicó obras como Fiesta y Muerte en la tarde. Fueron los Ordóñez los que inauguraron en 1954 la corrida goyesca de Ronda, con motivo de la celebración del II Centenario del nacimiento de Pedro Romero. Desde entonces se han convertido en una de las citas más llamativas del calendario taurino, además de constituir un acontecimiento social.
Se trata de un festejo con el exorno, vestimenta y el aparato de los tiempos de Francisco de Goya. La corrida tiene lugar a principios de septiembre, coincidiendo con la más popular de las tres ferias que celebra Ronda, junto a una exhibición de carruajes y enganches y una corrida de rejoneo.
El Museo de la Real Maestranza de Caballería de Ronda está situado bajo los tendidos de sombra, y sus contenidos se dividen en tres grandes apartados: La Real Maestranza de Caballería de Ronda, Orígenes y evolución de la Tauromaquia, y Ronda en la Historia de la Tauromaquia.
Cuenta con una colección de aguafuertes, grabados, litografías y estampas, con una edición de la «Tauromaquia» de Francisco de Goya, y las tauromaquias de extranjeros como Lake Price, Victor Adam y Edward Orme; libros, ejecutorias y grabados relativos a la disciplina ecuestre, óleos del XVII, XVIII y XIX, cartelería histórica y contemporánea, trajes, objetos y documentación relacionados entre sí con complementos gráficos para ofrecer una visión de conjunto que permite acercarse al universo de la tauromaquia de forma didáctica y clara
Eduardo Ordóñez
Nombre: Eduardo Ordóñez Acosta
Fecha de Nacimiento: 19/03/1944
Localidad de Nacimiento: Arriate
Provincia de Nacimiento: Málaga
Pais de Nacimiento: España
Historial:
Alternativa:
Fecha: 26/08/2001
Plaza: Olvera (España)
Padrino: Ruiz Miguel
Testigo: Antonio Lozano
Ganadería: Núñez del Cuvillo
Resultado artístico: Aplausos
Cortó dos orejas al segundo de su lote.
La Junta de Castilla y León ha abierto el procedimiento para declarar la tauromaquia Bien de Interés Cultural con categoría de patrimonio cultural inmaterial.
La Consejería de Cultura y Turismo, en una resolución publicada el pasado 17 de septiembre, asegura que con esta declaración "la tauromaquia viene a ratificar la relevancia de esta tradición con raíces en nuestra cultura desde tiempo inmemorial, que constituye uno de los hechos más singulares de nuestra Comunidad".
En ese mismo documento, en el que se incoa el procedimiento para la declaración de los toros Bien de Interés Cultural (BIC), se hace referencia al toro como "animal sagrado, objeto de caza y también de juegos, ritos y espectáculos diversos"que procede del paleolítico. Asimismo, recorre la historia de la tauromaquia en la Comunidad de Castilla y León hasta llegar al siglo XX, donde "se puede hablar de la consolidación de la tauromaquia tal y como la conocemos en la actualidad".
Además, la Consejería de Cultura y Turismo también se refiere a la arquitectura de las plazas de toros, algunas de ellas históricas en la Comunidad, y concluye destacando que "la tauromaquia forma parte inseparable de la identidad de su pueblo y su influencia cultural en nuestra sociedad es evidente en todos los ámbitos de la misma".
Jerez de los Caballeros celebra sus festival benéfico de banderilleros con un cuarto de entrada en los tendidos en tarde agradable.
Pepe Elbal estuvo aseado y bien con el novillo de Ferrera, aplaudido en el arrastre. Dos orejas.
Fernándo González, ante un novillo de Piriz, destacó con el capote y dejó una faena aceptable con la muleta. Saludó una ovación y el toro fue aplaudido en el arrastre.
Jesús Marquez, templado con la muleta, tras un buen tercio con el capote. Cortó una oreja al novillo de Guadajira, que fue aplaudido en el arrastre.
El segundo de Guadajira fue más toro que novillo. El Bache estuvo torero y profesional y cortó dos orejas.
Lolín recibió a portagayola al de Peñajara, al que banderilleó al violín, al sesgo y con un par de cortas. El novillo fue complicado y puso más ganas que efectividad, a pesar de lo que cortó dos orejas.
Miguel Murillo tuvo una intervención más que digna ante un ejemplar de Arcado Albarrán, potable. Y cortó una oreja.
El rejoneador Pablo Ramos pasó sin pena ni gloria con uno de Valdeamor. Cortó una oreja.
Roberto Galán, oriundo de Montánchez, lleva casi una década en México, donde viajó en busca de oportunidades
ESTEFANÍA ZARALLO, Badajoz
A pesar de estar contento, siempre piensa en regresar a España y poder torear en Las Ventas
El diestro verá cumplido uno de sus sueños el 6 de enero: confirmar alternativa en México D
Más de 9.000 kilómetros separan la ciudad de Madrid de la de México. Dos países distintos ubicados en sendos continentes, dos culturas pero una misma pasión: la tauromaquia. Ahora, cuando la temporada taurina española llega a su fin, muchos matadores de toros se acercan hasta el aeropuerto de Barajas para viajar hasta América.
La mayoría lo hace a México, Venezuela, Colombia, Ecuador o Perú durante los meses de noviembre, diciembre, enero o febrero, a participar de sus ferias más importantes. Son esperados y aclamados en plazas como La Monumental de México, ubicada en la capital del país, donde los aficionados sentían auténtica devoción por Manuel Rodríguez 'Manolete' o, más recientemente, por diestros como José Tomás o 'El Juli', que forjaron su carrera al otro lado del océano Atlántico.
Los toreros consagrados son habituales en los carteles de las ferias. Viajan en invierno y vuelven a España en marzo para comenzar la temporada en Olivenza, Valencia o Castellón.
Sin embargo, también existen novilleros y matadores de toros que acuden a América buscando las oportunidades que no encuentran en España. Cansados de no ver su nombre anunciado en los carteles ni siquiera de la feria de su ciudad, hacen las maletas y ponen rumbo a sus sueños como muchos jóvenes arquitectos, ingenieros, enfermeros o periodistas se marchan del país buscando un trabajo a cualquier nación de Europa.
Algunos tienen suerte y América, no sin la dureza propia de la profesión, les brinda las oportunidades que no encuentran en España. Se alojan con ganaderos que les ayudan o encuentran el apoyo en otros compañeros que también se marcharon en busca de tardes de gloria.
Este es el caso de Roberto Galán (Madrid, 1981) un matador de toros de origen extremeño -su familia procede de Montánchez- que después de nueve años verá cumplido uno de sus sueños el próximo 6 de enero: confirmar la alternativa en la plaza más importante del continente, la Monumental de México.
El diestro compartirá cartel con Israel Téllez y Lupita López, ante toros de La Punta, en un cartel que será para él el mejor regalo de Reyes desde que empezó su andadura al otro lado del Atlántico, aunque sus inicios en el mundo del toro se gestaron en su infancia. Su padre, Germán, un gran aficionado a la tauromaquia compraba cada semana la revista 'Aplausos'.
El pequeño Roberto ojeaba las páginas de aquella publicación albergando el sueño de emular a los diestros que en sus páginas aparecían reflejados. Después, su padre le llevaba con él a Las Ventas y poco a poco se fue enamorando de la profesión, viendo a los toreros triunfar, disfrutando de la magia del coso madrileño hasta decidir que él quería ser como ellos, que su vida estaba destinada al mundo del toro.
Roberto Galán decidió inscribirse en la Escuela Taurina de Madrid y para ello tuvo que comunicar a sus padres su decisión. En casa la noticia sentó bien a Germán, pues él también hubiese querido dedicarse a la tauromaquia en su juventud, aunque su madre, Toñi, pasó un mal trago cuando tuvo que firmar ante notario que sería responsable de cualquier percance que le sucediese a su hijo, algo que la impresionó profundamente.
En la Escuela Taurina aprendió a coger una muleta o un capote pero donde realmente se formó fue en el campo bravo extremeño. Muy pronto comenzó a frecuentar ganaderías como la de Zalduendo (propiedad de Fernando Domecq y ubicada en las inmediaciones de Aliseda), Sánchez Ibargüen (cercana a Mérida) o la mítica vacada de Victorino Martín, en Portezuelo. De hecho, incluso Victorino Martín hijo echó una mano al joven en sus inicios.
Debutó con picadores en Cantalejo el 16 de agosto de 2002, hace ya una década. Le acompañaban en el cartel Matías Tejela y Salvador Vega y fue ovacionado cortando una oreja al segundo de su lote, de la ganadería de María Luisa Paniagua. «Mis inicios fueron muy bonitos, viví lo que es el toreo en ganaderías, buscándote la vida y conociendo muchos compañeros y figuras del toreo muchas vivencias», explica a HOY Roberto Galán. Esa campaña toreó un total de dieciocho tardes, llegando incluso a estar anunciado en México DF.
El diestro también recuerda las siete tardes que toreó en Madrid, una de ellas en la Feria de San Isidro, como los momentos más importantes de su trayectoria. «Hubo triunfos que me hicieron torear mucho de novillero», afirma Galán. La primera de sus tardes en Las Ventas con los del castoreño fue en junio de 2003 ante astados de 'El Serrano' a los que cortó un apéndice.
Ese mismo año también hizo el paseíllo en Moraleja y un año después en la feria de Cáceres, en concreto el 22 de mayo y con novillos de Rubio Martínez. Se llevó una oreja del segundo de su lote.
Sin embargo, a Roberto Galán nunca se le quitó de la cabeza la tarde en la que toreó por primera vez en la Monumental de México. Sufrió una cornada grave y decidió marchar a probar suerte en América. «Mi familia y mis compañeros me apoyaron cuando decidí venir porque saben que el toreo es mi vida. En principio mi idea era torear en México la temporada chica de la plaza, y pensaba quedarme unos tres o cuatro meses», añade.
Aterrizó en América en 2003 y volvió a España para recuperarse de la grave cornada que sufrió. Sin embargo, pronto volvió a México y esta vez para quedarse. «No fue fácil. Dejé a mi familia, a mis amigos, toda mi vida... Todo cambió totalmente porque es otra cultura y profesionalmente fue volver a empezar», destaca Roberto Galán.
La situación no fue fácil para el novillero. Con 22 años cumplidos tuvo que empezar de cero, darse a conocer en un país en el que tuvo que vivir lejos de los suyos. Sin embargo, se sobrepuso a las dificultades y a base de mucho sacrificio empezó a torear en el continente americano. «Algunos ganaderos me ofrecieron ir a tentar a sus casas, y había toreros que me conocían de España, pero debo reconocer que me tuve que buscar la vida», reconoce. De hecho, incluso le tocó adaptarse al toro de América, con una embestida más pausada.
«La afición también es distinta. Viven con mucha intensidad y pasión las faenas cuando uno se entrega en ellas», apostilla tras comentar que sienten mucho interés por los diestros españoles porque su técnica es diferente.
Tras varias campañas toreando por el país azteca tomó la alternativa en San Miguel el Alto el 29 de septiembre de 2009. Fernando Ochoa fue el padrino y Arturo Macías el testigo. El astado del doctorado llevaba por nombre 'Cielito Lindo', un ejemplar cárdeno oscuro de 462 kilos y herrado con el número 731, de la ganadería de Chinampas. Fue ovacionado tras la lidia de ese ejemplar y recibió los aplausos del respetable tras estoquear al segundo de su lote y al sobrero de regalo.
«Fue un día muy bonito, porque llevaba mucho tiempo esperando este momento», relata Roberto Galán. «Consagrarte como matador de toros -prosigue- fue un paso más en mi carrera y hay muchos que se quedan en el camino y no llegan a conseguirlo».
Tras este paso de nuevo le tocó abrirse camino y volver a empezar, en esta ocasión, como matador de toros. Según Galán, el toreo es difícil desde que una persona decide iniciarse en la profesión y la suerte influye mucho y tiene un papel determinante.
El diestro oriundo de Montánchez ha llegado a torear en México, Perú y también en las corridas sin muerte que se han celebrado en el sur de los Estados Unidos. En su opinión la plaza más importante de América es la Monumental de México, la más grande del mundo y en la que recibió su primera cornada.
«Te abre las puertas de este país. Hay otras plazas que son también muy importantes como la de Aguascalientes o Guadalajara, en las que también he toreado y he llegado a triunfar en ellas como novillero», indica.
Sin embargo, su sueño es volver a España como matador de toros y confirmar su alternativa en Las Ventas. Cree que su tarde en la capital del país azteca puede ser determinante, pues un triunfo rotundo en ella facilitaría las cosas también para ver su nombre anunciado en Madrid. De hecho, ha hablado con el empresario Manuel Chopera y espera tener su oportunidad.
Sus seres queridos es lo que más echa de menos en América, y también a Extremadura. «La mayor parte de mi infancia la he pasado en Montánchez y mi familia procede de ahí. Hay muchos aficionados y amigos que me quieren y a los que quiero y que siempre confiaron en mí. Le debo mucho a mi pueblo», señala el matador madrileño.
De hecho, aprovecha la entrevista con HOY para enviarles un mensaje. «Me gustaría decirles que les extraño mucho, que les quiero y que son los que me dan vida y fuerzas día a día porque a pesar de estar tan lejos, siguen confiando en mí y me siguen dando ánimos sabiendo lo difícil de esta profesión. Tan solo espero no decepcionarles».
Ya falta poco tiempo para esta cita tan importante en México, un compromiso con el que seguro que ha soñado muchas noches y en el que ha depositado sueños e ilusiones. Esa tarde, madrugada en España, sus amigos y familiares trasnocharán para seguir por la radio o por internet lo que acontece en el coso más importante de América. Porque a veces para conseguir lo que uno sueña, haya que recorrer más de 9.000 kilómetros...
Fuente: www.hoy.es
La puerta grande de Madrid volvió a colocar a Sergio Galán entre los mejores del arte del rejoneo. El conquense ha ganado en poso y madurez y ha ido cosechando éxitos con un toreo clásico y elegante donde no existen fisuras. El 2012 ha sido un año reivindicativo para él en el que ha logrado demostrar a base de tesón y esperanza que merece estar en todas las ferias. Alicante, Bayona, Vitoria o Ronda fueron algunas de las plazas que le han visto triunfar en su mejor nivel esta temporada.
Plaza de toros La Florecita. Un tercio de entrada. Ejemplares de Teófilo Gómez, Reyes Huerta, Autrique, Celia Barbabosa, La Muralla, Reyes Huerta, Monte Caldera y Campo Real. Federico Pizarro, dos orejas; Alfredo Gutiérrez, ovación; Jorge San Román; ovación; Paco Ureña, oreja; Joselito Adame, dos orejas; René Muñoz, dos orejas; Paco Velázquez, dos orejas; y el aficionado práctico Patricio Pons, ovación.
El Parlamento Europeo ha aprobado el mantenimiento de las subveniciones destinados al ganado bravo. La cantidad aún se desconoce pero se hará oficial en los próximos meses cuando se conozca el presupuesto total para el 2013, según publica el diario La Razón.
Según la eurodiputada socialista francesa Bernadette Vergnaud, están luchando 'para que la cantidad de la subvención sea la misma, al menos, que la destinada para este año'. A pesar de los 'antitaurinos de España, Francia y toda Europa, la votación ha sido más positiva que el año pasado'.
La eurodiputada afirma que mantener las subvenciones es 'una buena noticia para los ganaderos, pues somos conscientes de las dificultades que atraviesan para criar al bravo'. Además, detrás del toro 'hay miles de puestos de trabajo que no podemos perder en la situación actual'.
Monumental de Aguascalientes. Primera corrida de Las Calaveras. Unas 10.000 personas sobre 16.000 de aforo. Toros de Teófilo Gómez (3º como sobrero), descastados, mejor el primero; y uno de Guadiana, para rejones, premiado con arrastre lento. El rejoneador Emiliano Gamero, palmas; Sebastián Castella: dos orejas y silencio; Juan Pablo Sánchez: silencio y silencio tras dos avisos; Arturo Saldívar, ovación y silencio tras un aviso.
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