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martes, 5 de febrero de 2013

MANUEL GRANERO VALLS
Matador de toros nacido en Valencia el 4 de abril de 1902, en la calle San Antonio nº 1 del Barrio del Pilar, descendiente de una familia burguesa, cursa estudios de música, llegando a ser un buen violinista, profesión que abandona por su afición a los toros, en 1914 con tan sólo doce años de edad se lanza de espontáneo en la Plaza de Toros de Valencia y a partir de este momento su afición se decantaría por el mundo del toro. Sus triunfos como novillero en 1920 en las Plazas de Barcelona Santander y Madrid, al poco de morir Joselito, le llevan a la alternativa, la que recibió de Rafael "El Gallo" el día 28 de septiembre de 1920 en la Plaza de Sevilla. El 22 de abril de 1921 confirmó en Madrid con Chicuelo de padrino. Apenas cumplidos veinte años, el 7 de mayo de 1922 en Madrid, en corrida en la que Marcial Lalanda confirmaba alternativa con el testimonio de Juan Luis de la Rosa, Granero, en crema y azabache (El cronista Juan José de Bonifaz, extrañamente refiere que vestía ese día de azul marino y oro), siendo empitonado, por la pierna derecha, por un toro cárdeno, bragado, de nombre "Pocapena" de la dehesa del Duque de Veragua XV, quinto de la tarde, de mucho poder y nervio, y que había derribado a los picadores en las cuatro varas que recibió, y el que al inicio de su quehacer con la muleta, estando cerca de las tablas, al darle un pase ayudado por alto (o del Celeste Imperio), le derrumbó sobre el albero, y codicioso, a base de derrotes, lo llevó hasta debajo del estribo del tendido 2, donde le introdujo, por desventura, un cuerno por el ojo derecho hasta el cerebro contra la barrera, causándole la muerte casi en forma instantánea, falleciendo a poco en la enfermería, donde nada pudieron hacer, más que coser, de la mejor manera posible, las terribles heridas en el rostro del espada que quedó desfigurado, y con seña de dolor. Fue enterrado en el Cementerio General de Valencia, en medio de una gran manifestación de duelo, en un mausoleo realizado por el escultor valenciano José Arnal García. Granero, dejó ver en su corta vida de torero una excepcional valentía, además de muy buenas maneras, sobre todo con la muleta y por la derecha, así como una notable creatividad (fue el creador del conocido y vistoso "pase de la firma"); todos ellos indicios de que, perfeccionando el dominio de los toros, hubiera podido llegar a ser un fuera de serie, dominaba como pocos el acero y las banderillas. (Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega, de su obra Víctimas del Toreo. " Por su parte, el erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de su tragedia, que << ¡Con cuanta ilusión ciñó aquel tierno terno azul marino y oro Manuel Granero Valls la tarde del 7 de mayo de 1922 en la plaza de Madrid! Estaba seguro que triunfaría en el empeño al competir con Juan Luis de la Rosa y Marcial Lalanda, quien confirmaría en tal oportunidad su alternativa. El cartel de “no hay billetes” sobre las taquillas del coso demostraba la expectación surgida. El astado que salió en quinto lugar, “Pocapena”, con la divisa del duque de Veragua, empitonó al diestro por la pierna derecha al iniciar la faena con un pase ayudado por alto, los que entonces se denominaban “del Celeste Imperio”. Una vez el espada sobre la arena, el toro, de varios derrotes, metió el cuerpo del torero bajo el estribo del tendido 2, el de la cátedra de aquellos tiempos, para tirarle una cornada que, penetrando por el ojo derecho, le destrozó la masa encefálica con fractura de diversos huesos del cráneo. La firme esperanza, no solo de la afición de su Valencia natal, sino de toda España, llegó sin vida a la enfermería de la plaza. El violín, en este caso tanto de Ingres como de Granero (había estudiado para violinista), quedaba así callado para siempre. " Manuel Granero, en el trágico momento en que el asta de «Pocapena», penetra en la región orbitalina derecha, siguiendo su recorrido, con fractura del fondo de esta cavidad; sigue por la fosa cerebral media, atravesándose en toda su extensión, destrozando la masa encefálica; los huesos frontal, etmoides, esfenoides, parietal, temporal, maxilar superior y malar, con desgarramiento de partes blandas del pericráneo, desde la órbita y procedencia de gran cantidad de masa encefálica, con fractura igulamente del cráneo, que da comunicación con esta cavidad y de ésta con la faringe. La herida es mortal de necesidad. Otra herida contusa de tres centímetros en la cara anteriointerna del muslo derecho. El herido que penetró en la enfermería en estado agónico, falleció momentos después.

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