jueves, 28 de marzo de 2013
HISTORIA DE LA PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS (MADRID)
Plaza de Las Ventas del Espiritu Santo. Inaugurada en 1931. Obra de los arquitectos José Espeliú y Muñoz Monasterio. Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1977. De estilo mozárabe con incrustaciones de cerámica. Tiene capacidad para casi 25000 espectadores.
La primera lidia la realizó el 17 de junio de 1931 Diego Mazquiarán Fortuna al toro Hortelano, de Juan Pedro Domecq, bajo los auspicios del alcalde de Madrid, Pedro Rico, con el fin de recaudar fondos con destino a los obreros parados de la ciudad. Telesforo Aguilera ”Aguililla” colocó el primer puyazo, y Alfredo Gallego ”Morato”, el primer par de banderillas. La Banda Municipal dio un concierto mientras se llenaba la Plaza; fue el pasodoble “España cañí”, de Marquina, el primero que se oyó en la nueva Plaza. Para el cartel inaugural se anunciaron ocho matadores de toros, que lidiaron por este orden: Fortuna, Marcial Lalanda, Nicanor Villalta, Fausto Barajas, Luis Fuentes Bejarano, Vicente Barrera, Armillita Chico y Manolo Bienvenida, con toros de otras tantas ganaderías
Oficialmente se inaugura tres años después (21 de octubre de 1934), con una corrida de Carmen de Federico que fue estoqueada por Juan Belmonte (dos orejas y un rabo de un toro de Murube, de nombre “Desertor”), Marcial Lalanda y Cagancho.
El edificio consta de cuatro pisos, con galerías circulares que conducen a las distintas localidades. El aforo se distribuye en diez tendidos coronados por gradas, palcos y andanadas. Los diez tendidos se dividen en bajos y altos. Los bajos tienen barrera, contrabarrera, delantera y catorce filas. Los altos, delantera y doce filas. Las gradas, igual que las andanadas, constan de delantera y seis filas.
De los 28 palcos (de quince entradas cada uno) uno está dedicado a la presidencia de la corrida. En él se acomodan el Presidente (la autoridad que dirige el espectáculo y garantiza el normal desarrollo de éste), el Gobernador Civil, el Alcalde, el asesor y el veterinario de turno.
Destaca el Palco Real, de arquitectura arabesca. Consta de palco y antepalco, cuarto de aseo completo y servicio de ascensores desde la entrada lateral de la plaza, por la Puerta de Autoridades. A él tienen acceso exclusivamente los miembros de la Familia y Casa Real, así como aquellas personas que ellos designen. Frente al Palco Real, en el tejadillo de la andanada del 5, se encuentra instalado el reloj. Asimismo, está dotada de servicios de bar y lavabos convenientemente distribuidos.
El ruedo cuenta con cinco puertas, más tres de toriles. Mide 60 metros de diámetro y el ancho del callejón es de 2.2 metros. La puerta de cuadrillas, entre los tendidos 3 y 4, da acceso al patio de caballos. Por esta puerta se inicia el paseíllo y salen al ruedo los picadores para la suerte de varas. La puerta de arrastre, que conduce al desolladero, se encuentra entre los tendidos 1 y 2, y es el paso obligado de mulilleros y mulillas a la muerte de cada toro. La famosa Puerta Grande o Puerta de Madrid se encuentra entre los tendidos 7 y 8. Por ella aparecen los alguacilillos para hacer el despeje de la plaza y por ella se saca también a los toreros que realicen faenas gloriosas. Es la puerta del triunfo, la puerta que todos los toreros quieren cruzar, preferentemente en San Isidro.
El conjunto arquitectónico se completa con dos patios, necesarios en este tipo de plazas, como son el de caballos y el de arrastre.
El 7 de julio de 1963 se produjo un gran incendio que destruyó casi por completo las andanadas, pero se rehabilitó rápidamente y en dos semanas estaba lista, suspendiéndose sólo un festejo.
En el primero están instalados los servicios relacionados con los toreros, que necesitan una sala de estar y la capilla. La capilla, de estilo mejicano, está presidida por un cuadro con la imagen de la Virgen de la Paloma. En patio de caballos también se encuentran las caballerizas y los servicios de Policía para reconocimiento de caballos, petos y pullas.
En el piso alto de este patio hay dos viviendas para conserjes y un local destinado al Museo Taurino.
En el patio de arrastre, que así se denomina el otro, se dispone del desolladero de reses, un espacio descubierto para depósitos de caballos y en los pisos, las dependencias de la empresa y la propietaria del coso, así como la vivienda mayoral.
Entre los dos patios se disponen los servicios para el ganado, que en la Plaza de Las Ventas, se trata de cinco corrales alineados, entre ellos uno más espacioso, que sirve para el desembarque de las reses, y otros dos, llamados de reconocimiento, en donde los días de festejo de taurino se procede al reconocimiento veterinario por el personal competente. Desde los más próximos al resto de la Plaza se pueden ver las faenas de apartado de las reses. Estos corrales comunican con un pasillo central bajo los tendidos 2 y 3, que permite la evacuación de la res desechada directamente desde el ruedo. Entre pasillo y puerta de salida al ruedo existe otro espacio rectangular, denominado “toril”, donde se le coloca la divisa al toro antes de su lidia.
La enfermería está dotada del más avanzado equipamiento para el reconocimiento e intervenciones quirúrgicas. Consta de dos salas de operaciones, despacho del médico y dependencias para atención del público.
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