martes, 2 de abril de 2013
EL AMOR DEL TORO BRAVO POR QUIEN CONOCEN.
Vale la pena contarles a todos ustedes la anécdota de esta fotografía: Es de una hija de Don Romárico González (ganadero de Coaxamalucan, en el Estado de Tlaxcala), ella crió al toro desde recién nacido por haber muerto la madre, años después fue lidiado y cuando el toro salió al ruedo, ella se acercó a él para despedirse y este se dejó, causando una gran sorpresa e impresión en el público asistente.
Como resultado de su bravura y nobleza fue indultado, regresando a la dehesa para padrear pero el gusto le duró poco porque le agradó en serio el padrear y se saltaba las trancas cada vez que veía una vaca y le gustaba, fuera lechera, brava o criolla y por supuesto que más rápido que pronto la montaba, causando un desorden y problemas en los libros del ganadero, por lo que al final decidió sacrificarlo.
Informò: Jaime Montoya Escamilla.
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