jueves, 23 de mayo de 2013
JOSÉ TOMAS HA PRESENTADO EN MADRID UN LIBRO TITULADO DIALOGO CON NAVEGANTE.
El torero presenta en Madrid su «Diálogo con Navegante» y las enseñanzas del toro
José Tomás: «Aquí no valen las medias tintas: a más compromiso, más riesgo; a más riesgo, más arte»
Allá donde pocos pisan. Allá donde sólo vuelven los fugitivos del arte. Allá donde se proclama la torería y se derrama la sangre. Allá, en esos rincones redondos de las plazas donde algunos dejaron la vida y otros se aferraron a la transfusión de venas desconocidas pero con un nombre y una historia detrás. Allá, tan lejos, se halla José Tomás. El torero del sitio milimétrico, el torero que más se arrima pero menos se deja ver adentrado en soledades y misterios que su alma descifra, ha presentado en Madrid el libro «Diálogo con Navegante», el toro que a punto estuvo de arrebatarle la vida en Aguascalientes.
Con vaqueros, chaqueta color noche, camisa blanja, silueta de junco y una visible cojera, debutó» en el Círculo de Lectores como «un espontáneo que se ha tirado al ruedo de las letras» para sumergirnos en su conversación más íntima con el toro «que me acercó al fin».
El ruedo es el territorio de libertad donde toro y torero encuentran el tesoro del arte
Ni los más viejos que colmaron la sala recuerdan un relato más auténtico que el pronunciado hoy por la figura madrileña. Contó que su relación con un toro es muy intensa, trasciende las arenas de las plazas. «El toro se me aparece como imagen abstracta y se establece una relación tratando de entenderlo mejor. Unas veces puedes preguntar por qué tiene esa relación inesperada, otras por qué no has logrado sacar la esencia de su embestida. Preguntas y más preguntas sin respuesta en ese diálogo ficticio, que quizá simbolicen las dudas, los miedos y la quimera de la faena perfecta».
La realidad se impone en el ruedo
Esa entrevista imaginada «se hace real en el ruedo, con capote y muleta, en ese territorio de libertad donde encontrar juntos el tesoro del arte y llevar la emoción al público».
«Navegante -continuó- me acercó al fin y me alejó de los ruedos, poniéndome en la tesitura de pensar si los volvería a pisar». Recordó que esto es tan viejo como la Tauromaquia: los toros cogen cuando te pones en el sitio de la verdad. Y evocó esa sentecia majestuosa de Pepe Alameda, «un paso adelante y peligra la vida; un paso atrás y peligra el arte».
Ni un solo rencor al toro que lo hirió tras un trance que le hizo «salir reforzado de mis convicciones: el toro nos enseña que hay que ponerse de verdad para que nazca el arte. Aquí no valen las medias tintas, vale más compromiso; a más compromiso, más riesgo; a más riesgo, más arte». ¿Alguien da más?
En este libro, de la editorial Espasa y con su doctor Rogelio Pérez como «director de lidia», se reflexiona sobre «el toro, los toreros, la tauromaquia, la relación con los animales, la cultura, la vida en definitiva».
Alejado de arquetipos y discursos manidos, afirmó que esta obra «no se trata de una defensa de la Tauromaquia sino de una buena explicación». Y así dejó constancia en los cientos de firmas que plasmó en la larga cola que se formó en O'donnell para sentir de cerca al maestro.
José Tomás agradeció la colaboración desinteresada de todos los participantes, en especial de Mario Vargas Llosa, nobel prologuista. La emotivísima faena tuvo un brindis que nubló miradas y caló mejillas: «Me van a permitir que se lo dedique a Adrián Gómez y a través de él a todos los toreros de oro y plata que han pagado el tributo de la vida en el ruedo». Aún sigue la ovación a José Tomás. Su grandeza en el ruedo sólo es comparable a la grandeza de sus palabras.
Fuente: www.abc.es
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