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viernes, 24 de mayo de 2013

MAÑANA SE CUMPLEN 50 AÑOS 1UE TOMARÁ LA ALTERNATIVA MANUEL BENITEZ EL CORDOBES. Mañana sábado, 25 de mayo, se cumple el 50 aniversario de la alternativa de Manuel Benítez "El Cordobés" en la plaza de Los Tejares de Córdoba. Cincuenta años después de su alternativa en la plaza de toros de Córdoba, Manuel Benítez "El Cordobés" hace un balance positivo de su trayectoria y de su vida. "Soy muy feliz como estoy, si las tengo (las cornadas) no siento nada", ha señalado, rememorando aquella famosa frase suya de "más cornadas da el hambre", cuando se la ha recordado Tico Medina, con quien ha compartido una charla en el marco de Los desayunos del Diario de Córdoba. Al coloquio entre El Cordobés y Tico Medina han asistido numerosos y destacados representantes del mundo del toro en Córdoba. El Cordobés tomó la alternativa el 25 de mayo de 1963 de manos de Antonio Bienvenida y con José María Montilla de testigo, cortando dos orejas al toro de su doctorado. Tico Medina siguió durante años los pasos del torero, lo que le permitió escribir el guión de la película Aprendiendo a morir (1962) y el libro Oro y barro de El Cordobés (1964). Uno de los mejores momentos del coloquio ha sido cuando El Cordobés ha recordado a algunos de los muchos personajes que ha conocido a lo largo de su carrera, con anécdotas que han puesto de manifiesto que su figura ha trascendido al mundo del toro y ha tenido una gran proyección internacional. Comenzó con Franco, que le invitó a monterías y a su residencia en más de una ocasión, pasando por el presidente Ford, de EEUU, "que me enseñó la Casa Blanca –ha dicho–, estuve en todas las dependencias menos en su habitación". También ha recordado su amistad con la familia Kennedy. Porque la fama del torero trascendió el mundo del toro. De Franco ha recordado una anécdota ocurrida tras una montería, sentados ambos en una mesa camilla. –Manolo, ¿qué dicen de mí por ahí, en América? –le preguntó el dictador, a quien nadie se atrevía a toserle. –Mi excelencia, ¡si yo no sé ni pedir un café! Entonces, Franco se acercó al oído de El Cordobés y le susurró: –Hay qué pájaro eres… Benítez también ha subrayado su amistad con el Rey, sobre el que ha contado que en una ocasión, viendo una corrida de toros "hasta bebimos del mismo vaso de agua". "El Rey –ha añadido– es una persona encantadora". Otro de los personajes a los que ha recordado ha sido a Felipe González. "Un fenómeno", ha asegurado. "Le dabas una guitarra con tres cuerdas y desafinada y era capaz de tocarla. Así se mete a la gente en el bolsillo como se la mete". En materia taurina comentó "El toro de mi alternativa ha sido el más importante de mi vida", ha señalado Manuel Benítez "El Cordobés". El torero ha recordado que se llamaba Palancar y que le cortó las dos orejas en la antigua plaza de Córdoba. Una ciudad sobre la que se ha deshecho en elogios. En ese sentido, ha subrayado que, a pesar de sus triunfos, nunca ha dejado Córdoba, donde sigue viviendo con su familia. ¿Ha sentido miedo delante del toro? Le han preguntado durante el coloquio a El Cordobés. “Siempre –ha contestado–, ¿qué torero no ha sentido miedo? Pero existe la preparación. Hay que prepararse, como en todo en la vida. El valor no existe, existe la preparación”. Durante el coloquio, Manuel Benítez "El Cordobés" también ha revelado que se ha puesto al corriente con el fisco en España al declarar unos bienes y capital que tenía en Las Bahamas, "ganados con la muleta" en los años en que toreó en América. A continuación, el torero ha llamado a "todos los españoles a hacer lo mismo". "He declarado todo lo que tengo fuera y todos los españoles tenemos que hacer lo mismo". Reconoce dormir tranquilo ("Yo no he hecho daño a nadie") y haber salido adelante solo. "Ando por ahí solo, no necesito a nadie”. Algo que no es del todo cierto, teniendo en cuenta la persona que ha pasado a su lado los últimos 40 años: su mujer, la francesa Martina Fraisser, quien afirma: "Sabía dónde me metía cuando me casé con él". El Cordobés, que se define como una persona "normal" tiende a recordarlo todo "poniéndose siempre en lo positivo". Sólo hay, quizá, una cosa contra la que arremete con dureza: la prensa rosa. "Son rebaños de mongolos y mongolas que no dicen más que mentiras", asegura. "A mí y a mi familia nos respetan porque nunca nos hemos vendido, no nos hemos hecho golfos (…). En otro tiempo, la persona que se jugaba la vida delante de un toro era respetada", se lamenta. Lo cuenta una persona sobre la que se llegó a decir que triunfó porque no conocía el miedo. La afición le llegó con 14 años en plena posguerra, un día que salió a buscar comida y se topó con un toro, comenzó a llamarlo a voces y éste salió asustado. Huérfano de padre y madre, el ex diestro siempre estará agradecido "al público y a los toros" por lo que ha llegado a ser, una leyenda del toreo. "Yo ahora soy feliz. Hay muchas figuras importantes en el mundo que de pronto se quedan vacías. Eso sí que es un problema… como te quedes vacío, ¡adiós!". Lo que le da rabia es la polémica surgida con la fiesta nacional. "No es una fiesta salvaje, el que no quiera ser de España tendrá que cambiar su pasaporte para no ser de este lado, ¿A qué viene eso ahora? (…) Mucha gente vive de esto". Manuel Benítez, quien aprendió a volar sin carné y a leer y escribir su nombre ya de mayor, reconoce que la política le interesa. "Sin política no podríamos vivir, alguien tiene que organizar las cosas. Si a mí me alimentara la política, lucharía también por el sillón". Asegura no entender de euros, y no haber tratado nunca con los bancos. "Me he dedicado a lo que sé. Compraba fincas malas, las dejaba bonitas y las vendía", confiesa.

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