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domingo, 16 de febrero de 2014

EL AÑO GANADERO.

LA CUBRICIÓN Normalmente, los criadores de reses bravas realizan la cubrición de las hembras calculando que los nacimientos se produzcan en las fechas que las condiciones ambientales sean propicias. Con ello se pretende asegurar que la madre tenga a su alcance los recursos naturales suficientes para alimentarse con holgura y afianzar así el buen mantenimiento del becerro. Para este fin, se aparta un lote de vacas en un cercado, en el que se introduce un semental. Últimamente se utiliza cada vez más lo que se conoce como "monta dirigida" Con este método se consigue un mayor control del semental y reducir el número de cerrados, al mismo tiempo que permite determinar más fácilmente el motivo por el cuál una vaca no queda preñada. La inseminación artificial es otro método factible, sin embargo cuenta con muy pocos adeptos entre los ganaderos de bravo. EL NACIMIENTO Llegado el momento del parto, la vaca buscará un lugar apartado y se echará en el suelo, siendo en esta posición en la que llevará a cabo el alumbramiento. Una vez fuera la cría, la vaca, lo primero que hace es comerse "las pares" o envoltura que recubre al becerro recién nacido. Acto seguido, la madre lamerá a la cría para secarla, estimulando así su circulación sanguínea y su respiración. No tardará el becerro en dar sus primeros pasos y mamar los calostros de la madre que le proporcionarán protección ante las infecciones durante los primeros meses de vida. LA LACTANCIA El becerro bravo es un animal completamente dependiente de la madre en los primeros meses de vida. En este período se van desarrollando sus instintos y su alimentación se basa fundamentalmente en la leche materna. Sin embargo, la producción de leche en la vaca de lidia decrece muy rápidamente, lo que obligará al becerro a ir ingiriendo alimentos sólidos y por lo tanto ir desarrollando su condición de rumiante. EL AHIJADO Esta operación consiste en soltar a las crías para que acudan a sus respectivas madres e identificarlas. Esto se consigue colocando un crotal en la oreja de la res, algo que tendrá que ser realizado en presencia de veterinarios técnicos del Libro Genealógico. EL HERRADERO Cuando los becerros tiene entre siete y once meses de edad se les separa de sus madres y son encerrados en un corral para identificarlos a fuego. Esta operación puede ser realizada mediante un cajón o con el método tradicional de derribar y sujetar al becerro en el suelo mientras se hierra. Las señales necesarias son las siguientes: en la solana, la sigla de la asociación ganadera a la que pertenecen, en la paletilla el guarismo, en el costillar el número y en el anca o cuadril el hierro al que pertenece. Acto seguido se les practica la señal de oreja retirándoles el crotal. Toda la operación será supervisada por los veterinarios técnicos del Libro Genealógico, quienes además reseñarán la capa del animal y efectuarán de manera individual las prácticas sanitarias pertinentes. Herrados e inscritos en el Libro Genealógico de la Raza Bovina, podrán ser lidiados en cualquier tipo de espectáculo, siempre que cumplan las exigencias reglamentarias exigidas. LA RECRÍA A partir del herradero el becerro continúa su crecimiento y va desarrollando sus instintos y su aprendizaje. Es una etapa en la que los animales son apartados atendiendo a su sexo y edad hasta el momento de la tienta o embarque. LA TIENTA El tentadero es una de las actividades más importantes que se llevan a cabo en una ganadería, ya que a través de él se observa la bravura y la toreabilidad de las reses permitiendo así seleccionar los futuros reproductores. En el caso de los machos suele hacerse a campo abierto en la modalidad que se conoce como acoso y derribo, y si el resultado es positivo normalmente se realizará una retienta en la plaza de la finca. A las hembras normalmente se les realizará una lidia completa en la plaza de tientas de forma muy similar a la que se hiciera en una plaza de toros, exceptuando el tercio de banderillas. Gracias a esta prueba, el ganadero puede comprobar sus condiciones y elegir las que serán cubiertas por los sementales. EL APARTADO Esta tradicional faena ganadera consiste en separar conjuntos de reses atendiendo a diversas finalidades como apartar los machos de las hembras, separar los sementales y las vacas de vientre del grupo, hacer lotes para una corrida, etc. EL EMBARQUE Esta es la última faena que se realiza antes de la lidia. Consiste en primer lugar en apartar los toros reseñados para una corrida y embarcarlos en camiones. Llegados a la plaza, los animales son desembarcados y acto seguido se les pesa y se les practica el primer reconocimiento. A la mañana siguiente, día del festejo, se hacen los lotes y se realiza el sorteo después de haber pasado un segundo y último reconocimiento veterinario. Terminado el sorteo los toros se enchiqueran individualmente, y allí permanecerán a la espera de ser lidiados.

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