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miércoles, 6 de junio de 2012

Comentario de Jaime Montoya Escamilla ( TORERO ) Los Encastes en España: Debido a lo anterior en la segunda mitad del siglo XVIII nacieron las que se consideran las castas fundacionales, estas son las raíces de donde nacen o vienen todas las ganaderías de ganado bravo de Europa y América. de las que parten los encastes actuales: Morucha Castellana (Boecillo), Navarra, Toros la Tierra y Jijona (Madrid y la Mancha), Cabrera y Gallardo (El Puerto de Santa María), Vazqueña, Vega-Villar (Utrera) y Vistahermosa, aunque ya en la actualidad el 90% de las divisas existentes proceden todas de esta última. Debemos tener muy claro que hay diferentes versiones y disparidad de opiniones sobre cuántas son las castas fundacionales que dan origen al toro de lidia actual, existen investigadores que sostienen que son cinco y otros defienden que son más. Con el objeto de dar más amplitud, vamos a repasar hasta siete castas, pero ya decimos que para esto hay disparidad de criterios, las que mencionaremos a continuación, son las castas fundacionales de donde emergen todas las ganaderías de toro de lidia que campan en la actualidad por las dehesas continentales, en cada una de ellas se describe el origen histórico, su fenotipo típico y comportamiento habitual así como algunos ejemplos de ganaderías actuales que provienen de cada una de las castas: Navarra. Finales del siglo XVII. Procedían de Navarra y de términos de la orilla izquierda del Ebro en Zaragoza. Prácticamente inexistentes en la actualidad para festejos mayores, fueron toros de sierra, pequeños de tamaño, pero de temperamento tan bronco y casta tan señalada que suplían su falta de trapío con una portentosa acometividad y bravura. Morucha Castellana. Principios del siglo XVIII. Procedían de El Raso de Portillo (Valladolid) y, genéricamente, de la cuenca colindante del río Duero. Toros grandes, hermosos y muy duros de lidiar. Hoy en día no se lidia nada proveniente de esta casta. Jijona y Toros de la Tierra. Finales del siglo XVI. Procedían de Ciudad Real, Albacete, montes de Toledo, riberas del río Jarama y Colmenar Viejo en Madrid. Reconocible por sus muchos ejemplares de pelo colorado, todavía hoy se denomina a los animales de este pelaje como toros jijones. Los toros jijones eran grandes, muy bien armados y predominaban las capas coloradas encendidas, siendo muy duros y bravos en los primeros tercios, pero apagándose su acometividad al final de la lidia. En la actualidad no queda ninguna ganadería con ejemplares de esta casta, que está completamente extinguida, al haberse ido cruzando todas sus vacadas con sementales principalmente vistahermoseños. Sin embargo también hay informaciones que sostienen que la actual ganadería de Peñajara podría tener aún algo de jijona. Gallardo. Del mismo tronco frailero surgieron las ramas de Gallardo (del Puerto de Santa María, con posible cruce con reses de casta navarra), Espinosa (de Arcos de la Frontera, con incorporación de reses de Salamanca) y Freire (Alcalá del Río). Actualmente, ya no quedan ejemplares puros, subsistiendo los últimos en la ganadería de Partido de Resina (antes Pablo Romero), aunque no en pureza sino cruzados con otras líneas Jijonas y Vazqueñas, que han contribuido a definir un vacuno de gran belleza corporal y con el tipo muy definido. Los toros de Pablo Romero son habitualmente de capas cárdenas y negras, habiendo desaparecido los ejemplares berrendos que antiguamente se daban en esta divisa sevillana, los accidentales más característicos son el bragado, meano y el gargantillo (con una mancha blanca que rodea el cuello como collarín). Cabrera. Mediados del siglo XVIII. Procede de Utrera (Sevilla), formada a través de compras de ganado realizadas a los cartujos o dominicos de Jerez de la Frontera o de Sevilla; de gran alzada, cuerpo largo y agalgado, con defensas muy desarrolladas, de la que proceden, entre otros, los ejemplares de Miura. Vazqueña. Mediados del siglo XVIII. Originaria de Utrera (Sevilla). Del mismo origen que la casta Cabrera, a la que a finales del siglo XVIII se incorporaron reses de Casta Vistahermosa, una casta de toros muy bien armados, de variadísimas capas, preciosos de lámina, cortos de patas y anchos; fuertes, muy poderosos y bravos en el primer tercio, en seguida gozaron de la predilección de los públicos. Actualmente, podemos aún admirar la belleza de estos toros en la ganadería de Concha y Sierra (si es que aún no se ha cruzado por completo), posiblemente en la de Prieto de la Cal y, sobre todo, en la portuguesa de los Herederos de D.ª María do Carmo Palha. Vistahermosa. Segunda mitad del siglo XVIII. Originaria de Utrera (Sevilla) y formada con reses de los Hermanos Rivas y otras de origen desconocido que, seguramente, procedían de diezmos, dentro de la casta Vistahermosa, que prácticamente monopoliza hoy día el mercado del toro bravo, podemos distinguir varias líneas o encastes bien diferenciados: Albaserrada, Contreras, cruces con Vistahermosa, Murube-Urquijo, derivados de Parladé, Saltillo, Santa Coloma y Urcola. Seguramente aparezca alguna inexactitud en el texto porque es un tema lo suficientemente complejo y dispar que puede dar lugar a diferentes visiones o interpretaciones. (Continuará con Los encastes en España 2)

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