domingo, 17 de junio de 2012
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José Mata García, fue un matador de toros canario, nacido el 23 de julio de 1939 en Garafia, en la isla de La Palma en la provincia de Tenerife, que murió con 32 años, el 27 de julio de 1971 a consecuencia de la cornada que dos días antes le propinó el toro cascabel, de la vacada de Luís Frías, en la plaza de toros de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), cornada que le partió la vena femoral.
José Mata debutó con picadores el 24 de junio de 1960 en Orduña (Vizcaya) anunciándose entonces en los carteles como “José Mata El Canario”. Debuta como novillero en Las Ventas el 5 de agosto de 1962, alternando con José Morán “Facultades” y Guillermo Sandoval, actuación que fue muy apreciada por la afición madrileña por su valor y pundonor torero. Tuvo una brillante trayectoria como novillero hasta que el 8 de agosto de 1965 toma la alternativa como matador en la Plaza de Benidorm, de manos de Manuel Benítez “El Cordobés” actuando como testigo Manuel Herrero, con astados de Pío Tabernero, ocasión en la que cosechó una buena actuación pues salió a hombros por la puerta grande tras cortarle una oreja a cada uno de sus toros. En septiembre de ese año le otorgan “La Oreja de Oro” en el ruedo francés de Ceret. Confirma su doctorado en Madrid el 12 de octubre de ese año, apadrinado por Andrés Vázquez y Enrique Trujillo como testigo. Durante estos años (1969-70) alternó su profesión de torero con la de actor de cine.
Su fecha fatídica fue el 25 de julio de 1971, en que toma parte en una corrida que se organizó para la inauguración de la Plaza de Toros de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), en sustitución de Juan Asenjo “Calero”. El cartel de aquel trágico día lo completaron Francisco Ceballos y Antonio Millán “Carnicerito de Ubeda”, lidiándose reses de la ganadería de Luís Frías Piqueras. Aquel día José Mata vistió un precioso terno salmón y oro que quedaría roto y manchado de sangre.
Ocurrió el percance al entrar a matar a cascabel
un toro negro y bragao, que le corneó de lleno en el muslo derecho en el momento del embroque, rompiéndole de cuajo los vasos femorales. En la enfermería de la Plaza se vieron desbordados por la gravedad de la herida por lo que le hicieron un torniquete en la pierna y lo trasladaron en ambulancia a Valdepeñas. Una vez allí vieron que tampoco podían operarlo ni hacer nada por él, por lo que la ambulancia llegó a Madrid al Sanatorio de Toreros cuatros horas mas tarde de que se produjera el percance, momento en el que fue operado.
La larga demora en la operación y el deambular en ambulancia de un lado a otro, parece ser que fue determinante para su proceso postoperatorio que no pudo superar, llegándole finalmente la muerte en las primeras horas de la noche del día 27. La demora en su atención fue muy criticada por la prensa de aquellos días. Las explicaciones posteriores dadas tras su fallecimiento no lograron aclarar la dinámica de la fatal complicación.
Su cuerpo descansa en el cementerio de La Almudena de Madrid, donde fue enterrado después de que el furgón fúnebre con sus restos mortales diera la vuelta al ruedo en la Plaza de Las Ventas donde el torero había triunfado en numerosas ocasiones. En Villanueva de los Infantes su muerte sobrecogió sobremanera, de tal forma que aun hoy se le recuerda pues el municipio manchego le erigió un busto en su memoria en 1972, al cumplirse el primer aniversario de su muerte.
José Mata fue un valiente torero que tuvo poca fortuna en esta profesión, ya que pasó casi desapercibido en una carrera plagada de cornadas e infortunios.
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