domingo, 17 de junio de 2012
PLAZA DE TOROS DE ALMADÉN Ciudad Real
También llamada Plaza Nueva. Plaza de toros exagonal, construida entre 1755 y 1757. Posiblemente los primeros festejos realizados son los referidos a octubre de 1752: se lidiaron 21 toros entre los días 19, 21 y 23 a cargo de Pedro Campanero y Pedro Martín Zancudo siendo el precio del asiento de un real. Fue declarada Monumento Nacional en 1979. Tras más de cien años sin celebrarse festejos taurinos, la corrida de reinauguración se anuncia para la tarde del 24 de julio de 2004.
Aforo: 3.000 localidades.
Categoría: 3ª
Propietario: Ayuntamiento de Almadén.
Según el Real decreto 3027/1979 del 16 de noviembre, por el que se declara Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional la plaza de Toros de Almadén, la descripción es la siguiente:
La plaza de toros de Almadén, llamada también Plaza Nueva, constituye realmente algo más que un coso taurino convencional. Se trata de todo un elemento urbano originalísimo de forma hexagonal y dos pisos de altura, constituido por sólo una manzana, integrada por veinticuatro viviendas al exterior. En cuyo interior se diseñó la plaza propiamente dicha. Presenta en su entrada principal un amplio balcón con voladizo que corresponde al palco presidencial, sobre el cual, por la fachada interior, existe un esbelto frontón con guarniciones neoclásicas, siendo el graderío inferior de sólida obra de mampostería. Formando un conjunto de gran pureza arquitectónica perfectamente armónica en estética y volumen.
El edificio es de planta hexagonal, el exterior está blanqueado. En el interior existen graderíos precedidos por arcos elípticos (semielípticos). La cubierta es a dos aguas a excepción del espacio de entrada. El conjunto arquitectónico está considerado como único en el mundo por su forma hexagonal.
Antecedentes históricos
Indudablemente, para dar una explicación al por qué de la construcción de la Plaza de Toros de Almadén es necesario vincularla a la construcción del Real Hospital de Mineros de San Rafael.
A principios de agosto de 1752, el Superintendente de las Minas que por aquel entonces era D. Francisco Javier De Villegas, ante las frecuentes epidemias y la alta mortandad de la población y los Forzados que trabajaban en las minas, propone la Fundación del Real Hospital de Mineros.
Las frecuentes epidemias unidas a la falta de viviendas para albergar a los temporeros que trabajaban en las minas van a dar con la construcción de 24 viviendas que conforman una plaza hexagonal.
Estas 24 viviendas tendrán una doble finalidad, evitar el hacinamiento de vecinos en las casas de la localidad –4 ó 5 familias por casa– lo cual aumentaba el riesgo de epidemias y aportar con el alquiler de las mismas dinero para la construcción del Hospital de Mineros.
Las 24 viviendas a su vez conformarán una plaza para la celebración de festejos taurinos y lugar de reunión para la población en general, con una capacidad de unas 4.000 personas, dedicándose igualmente los ingresos obtenidos en dichos festejos a la construcción del Real Hospital. Para la ubicación de la plaza de toros o Plaza Nueva será elegido el lugar mas llano e idóneo, el sitio de la Cruz de Hierro en las eras del camino de la Villa Real (actualmente Ciudad Real).
Un motivo más para la construcción de la plaza de toros fue la extensión de las labores mineras hasta la plaza donde hasta la fecha se venían celebrando festejos, concretamente se hace mención a un torno (pozo) de la mina de Santa Bárbara.
Construida la “Plaza Nueva” se establece la realización de seis festejos o más de a cinco o seis toros cada uno para el beneficio del hospital.
El superintendente Villegas no esperó a la aprobación por parte de sus superiores para dar comienzo a las obras de la plaza. En una comunicación del 16 de agosto de 1752 informó del inicio de la construcción a la vez que solicitó permiso para la celebración de los primeros festejos taurinos con el fin de obtener el primer dinero para hacer frente a los créditos concedidos para su construcción por parte de vecinos de la localidad, principalmente oficiales de mina y algunos miembros de la congregación de la Caridad.
Estas peticiones son aprobadas por Real Orden del 28 de Agosto de 1752.
El 4 de abril de 1753 estaban hechas todas las paredes interiores y exteriores hasta el primer piso con el fin de celebrar los primeros festejos. El alquiler de las casas, destinadas principalmente a temporeros, comenzó a finales de 1753 con sólo 8 casas habitadas. En 1755 estaban habitadas más de la mitad y el número de personas que las ocupaba superaba las 200.
Entre 1755 y 1757 las obras se agilizan por el paro forzoso de obreros a causa del incendio que afectó a las minas y que duró dos años y medio. En este periodo tanto la plaza como el propio Hospital – que comenzó a construirse en noviembre de 1755- se beneficiaron del empleo de un mayor número de obreros en un intento de evitar una emigración masiva.
Este incendio al que hacemos referencia va a provocar durante años una confusión a cerca de la fecha del comienzo y el motivo de la construcción de la plaza de toros o Plaza Nueva, indicando como fecha del comienzo de las obras el año 1755 y el motivo evitar la emigración de mineros a causa del paro forzoso del trabajo en las minas.
Las obras de la plaza finalizan totalmente en 1765 con un coste superior a los 320.000 reales de vellón.
Posiblemente los primeros festejos realizados en la Plaza Nueva son los referidos a octubre de 1752 se lidiaron 21 toros entre los días 19, 21 y 23 de octubre a cargo de Pedro Campanero y Pedro Martín Zancudo siendo el precio del asiento de un real.
Como dato curioso cabe reflejar que en 1754 se promulga una Real Orden del 10 de Mayo en la que se prohibe la celebración de festejos en todo el Reino. Esta disposición pretendía la recuperación de la cabaña ganadera diezmada por la sequía y las epidemias. Esta orden sólo afectó parcialmente a Almadén, ya que Villegas argumentando el destino de los ingresos obtuvo una dispensa para la celebración de festejos, en total se lidiaron en Almadén un total de 35 toros por Pedro Campanero, vecino de Ciudad real, Pedro Martínez Zancudo, vecino de Almagro y Raimundo Franco de Torres, alias “El Indiano” vecino de Ciudad Real que rejoneo dos toros a caballo y realizo otras habilidades en los festejos.
Otra curiosidad de la plaza de Almadén es la de contar con toques específicos de clarín, incluido el toque de muerte hoy día en desuso.
Por la plaza de Almadén pasaron Curro Guillén, Juan León, “Paquiro”, “Cúchares”, “Lagartijo”, “Costillares”, Rafael Bejarano,-que por cierto, cuentan se cantaba en Córdoba, una coplilla que decía-:
Arrogante costillares, Anda vete al Almadén Para ver matar bien toros Al famoso “cordobés”.
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