martes, 11 de septiembre de 2012
EL TRAJE CORTO
Ha sido una tradición de muchos años, el torear los festivales ataviados con el llamado traje corto que se caracteriza por el sombrero cordobés o de ala ancha, que se complementa con la camisa, que siempre debe ser blanca de cuatro botones; la chaquetilla corta a conjunto con el pantalón estrecho que suele ser de color gris marengo, negro o azul marino; el chaleco es opcional, pero se recomienda llevarlo; y el pañuelo a modo de faja anudado en la cintura. En cuanto al calzado, suelen llevarse unos zapatos de terneras que algunos denominan botines.
En México, también se estila hacerlo ataviados con el traje de charro, situación que en lo personal considero que no desentona en lo mas mínimo por tener su historia campera estos dos tipos de vestimenta; desafortunadamente de unos cuantos años a la fecha, algunos matadores de toros han (por decirlo de algún modo) “impuesto la moda” de actuar en los festivales vestidos con ropa de civil, tal parece que no se dan cuenta y no saben lo feo (por decir lo menos) que se ve y lo mal que quedan aquellos periodistas que los alaban sin hacer el comentario respectivo, porque es lo que merecen los que así se visten para estas ocasiones. Estas palabras no significan que quien esto escribe quiera ser mas papista que el Papa, lo que sucede es que en el toreo si no se respeta el rito, la solemnidad que merece esta profesión, vamos mal y a este paso terminarán toreando en vaqueros y camiseta en este tipo de festejos, porque así se le ocurrió a algún famoso hacerlo.
Esta “moda” la inició Sebastián Castella, quién vestido con traje de civil y un sombrerito de pintor francés bastante feo toreo en una ocasión un festival y para colmo le han seguido (por no decir imitado) otros toreros, ¿que no sabrán éstos o sus allegados no se han atrevido a decirles con verdad que el traje campero andaluz, llamado también traje corto, es el mas elegante que hay? Incluso muchos toreros lo han hecho cuando se casan por la Iglesia no solo para torear festivales,
Hace años y por circunstancias especiales, algunos toreros de categoría han tenido que realizar la faena o parte de ella, en traje de calle, he aquí algunos casos:
Como resultado de su enfrentamiento con los empresarios, en 1923, Ignacio Sánchez Mejías, no toreó ninguna corrida. Los motivos fueron económicos por lo que no llegaron a un acuerdo en el contrato. Consecuencia de lo anterior, los empresarios taurinos decidieron en 1924, no contratarle para la Feria de Sevilla. Según parece el "cartel" estipuló una cantidad máxima, próxima a las 7.000 ptas. de la época. Ignacio Sánchez, se puso de acuerdo con el matador de una de las corridas de la Feria y se tiró como espontáneo vestido con su traje de calle y realizó una gran faena que el público aclamó.
En Guadalajara, Jalisco, México; José Mari Manzanares (Padre) en un festival de beneficencia, cuando su apoderado, Jorge Cuesta, estaba muy enfermo y no tuvo tiempo de vestirse de torero, toreó con traje de calle de color azul y cuajó una gran faena.
Y Antonio Olmos " el chocolate" con 34 años, saltó a la arena de Las Ventas en la corrida de la Beneficencia el 11 de junio de 1981, con una muleta que llevaba estampada Viva la Constitución estampado. "Lo tenía todo preparado", explica, "me fui a Madrid con un amigo, estuve en una corrida previa estudiando por dónde saltar y calculando el momento exacto". Y como la ocasión la pintan calva, Antonio, se lanzó a la arena cuando el segundo astado acababa de ser devuelto a los corrales. "En el arte de la lidia, cuando sucede esto, el toro no tiene dueño... que listo". Viva la Constitución rezaba el mensaje que había escrito con cinta adhesiva en la panza de la muleta. Nobel Paz para el Rey se podía leer cuando, al girar, Antonio dejaba a la vista el envés de la muleta. "Y en una esquinita, llevaba también el puño y la rosa del Partido Socialista, del que era militante desde el principio", cuenta el espontáneo.
Fuente: Jaime Montoya Escamilla. Torero.
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