sábado, 3 de noviembre de 2012
Los victorinos vuelven a la cumbre
La célebre ganadería ha recuperado el prestigio de sus mejores tiempos
JOSÉ LUIS BENLLOCH |
Los victorinos han vuelto a lo suyo, embisten mucho, interesan y venden caros los triunfos toreros. En realidad ha sido un camino de vuelta a sus raíces. Tras unas temporadas en las que languideció o pareció languidecer la bravura de los toros cárdenos del excateto de Galapagar, baches que tienen todas las ganaderías, este año han dejado patente su recuperación
En catorce tardes y más de ochenta toros lidiados quedó claro que siguen teniendo la casta y el estilo que le dieron fama y categoría. Istres, Gijón, Logroño, Santander, Badajoz, Bilbao, Madrid, Valencia o Sevilla, además de Úbeda donde indultaron un ejemplar, han sido testigos de sus mayores triunfos. El propio ganadero, tan exigente y autocrítico siempre, acabó calificando la temporada con un notable alto.
En realidad se han posicionado de nuevo frente al modelo detoro blando y docilón que tanto aburre en la actualidad y se han ganado el favor de los aficionados más toristas que los últimos años los había puesto en entredicho.
«Ha sido para nosotros una gran temporada, de las más importantes de nuestra trayectoria, donde hemos tenido una regularidad abrumadora en todos los sentidos teniendo además la satisfacción de coronarla con el indulto del toro Melenudo en Úbeda», declaró a LAS PROVINCIAS Victorino hijo.
El bache de los últimos años que le llevó incluso a no lidiar en Madrid que de siempre había sido su plaza de referencia, donde más cartel tenía y en donde más acrecentaba su prestigio, se debió fundamentalmente a un problema sanitario. Detectados varios casos de brucelosis en las inspecciones veterinarias, se vio obligado a sacrificar un tercio de la ganadería que quedó muy esquilmada perdiéndose incluso familias de las que daban mejores productos y que ha habido que recuperar en complicadas cruzas genéticas. Superado el problema ahora vuelve por sus fueros. Así que no puede extrañar que la ganadería de la A coronada sea de nuevo bandera de bravura en lasprincipales ferias de España.
De las comparecencias más exigentes del año que han consolidado su ascenso Victorino salió muy satisfecho de prácticamente todas: «La corrida de Bilbao fue muy victorina en su comportamiento, hubo toros muy encastados y otros con mucha clase; la de Madrid también fue importante, si Alberto Aguilar mete la espada hubiese salido a hombros por la Puerta Grande; la de Sevilla tuvo el mérito de haber mantenido el interés durante toda la tarde; y la de Valencia fue una buena corrida, variada, con un toro extraordinario, el 104 que le correspondió a El Cid y algún otro muy difícil y en ese sentido te diría que fue muy del estilo de la casa».
En cuanto a ejemplares concretos, Victorino Martín destaca por encima de todos al quinto de Logroño, un toro de nombre Plebeyo ,«y no me quiero olvidar tampoco de Hostelero, el sexto de Istres», afirma.
Singularidades
Aunque parezca lo contrario por el número de corridas que lidia no se trata de una ganadería larga. En la actualidad tiene 350 vacas que no son muchas para las modas actuales. El ganadero asegura que es consecuencia de un control muy exigente que le permite lidiar como corrida de toros prácticamente todo lo que nace. En realidad no lidia ni erales ni utreros y los defectuosos los suele echar en festivales muy puntuales o van a las calles donde su prestigio y cotización es parejo al de las plazas.
Otra de las características destacadas de esta ganadería es la pureza de sangre que obliga a cuidar mucho la consaguinidad, es decir a impedirla, por eso tienen que estudiar con detalle los lotes y los cruces para evitarla en la medida máxima, teniendo en cuenta que una consanguinidad elevada puede hipotecar toda la ganadería.
No ha sido así y la prueba ha sido su vuelta a la cumbre de la bravura, seguramente el bien que más escasea en el toreo actual.
Fuente: www.lasprovincias.es
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