jueves, 12 de julio de 2012
Dicen de las 'meigas' que 'haberlas, hailas', pero no precisamente en Jaén. Allí no acostumbra(mos) a tal lúgubre figura. Sí, en cambio, a otro grupo menos oscuro pero igualmente difícil de descubrir en el día a día: la afición taurina. Escondida de común, existen pruebas de que 'haberla, haila'.
Se vio el sábado, en una clase práctica de la Escuela Taurina capitalina. Sin muchos recursos, sin apenas publicidad -muy meritorio el trabajo de esta silenciada escuela-, el Coso de la Alameda registró una gran entrada. Mejor que en tres de los cuatro festejos de la última Feria de San Lucas. 6000 personas para dar su apoyo a la cantera local. De acceso gratuito, cierto, el mérito residió en movilizar al público en un festejo de promoción. Si se 'invoca', se llama, a la afición, esta aparece. La subsiguiente pregunta es retórica por saberse la respuesta; ¿se llama a la afición en
El habitual desapego taurino responde por sí mismo. Al aficionado y/o potencial aficionado le faltan motivaciones. Otrora capital de fama en la temporada, Jaén apenas mantiene hoy su posición: toros en octubre por San Lucas. Caído el último toro del abono, hasta el año siguiente, festival del cáncer de por medio. Más allá de una feria reducida para la gran masa al día del patrón (18 de octubre) urge hablar de toros, sentir el toro. No tanto dar festejos económicamente inviables cuanto sí recuperar, por ejemplo, los añorados tentaderos públicos en la plaza de la capital; aprovechar el rico patrimonio taurómaco que posee la provincia, fecunda en ganado bravo y toreros. Desgraciadamente frente a las necesarias certezas sólo se ofrecen dudas. Lo alertaron las asociaciones taurinas en un reciente comunicado. La realidad: vuelve a no haber empresa a meses de San Lucas (se prevée otra feria de última hora).
La excelente entrada y -cuentan- el excelente ambiente vivido en una clase práctica son un balón de oxígeno. Una alegría que debe verse con cautela. Ella sola no puede sujetar una capital de provincia tan taurina como la jaenera. Se necesita dedicación, promoción, interacción con el público. Claves que por una razón u otra se han dado de lado en esta tierra. Proactividad, en resumen.
Un diez por la afición, un diez por todos los que colaboraron el pasado sábado, un diez por la Escuela Taurina de Jaén. Por una vez lo de menos fue el resultado. Que fue muy bueno, por cierto.
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