lunes, 12 de noviembre de 2012
Por Koldo Larrea
El octogenario torero zamorano ofreció una charla en el Club Taurino de Pamplona, en la presentación del libro“Andrés Vázquez, ¡pasión torera” escrito por nuestro compañero Paco Cañamero y que recoge su trayectoria profesional, donde criticó la figura del diestro madrileño de Galapagar al que quiere ver “con corridas de toros de verdad”.
“José Tomás es un torero entregado, pero quiero verle con corridas de toros de verdad. Tiene poco valor y sufre mucho en la cara del toro. No le queda otro remedio que dar la cara. Pero, ¿por qué no torea cincuenta corridas de toros?, ¿por qué no torea miuras o victorinos?”. Así de rotundo se mostró el pasado viernes el octogenario diestro Andrés Vázquez en el Club Taurino de Pamplona, durante el acto de presentación de libro que recoge su trayectoria profesional, escrito por nuestro compañero, el periodista salmantino Paco Cañamero.
“Se ha hablado mucho de la cornada gravísima que sufrió en Aguascalientes. Pues bien, a mí, a los 16 años, un novillo de Escolar me pegó una cornada que me seccionó la safena, similar, tan grave como la del madrileño. Y tiré para adelante, y toreé un buen número de corridas cada temporada. José Tomás tiene que demostrar todavía que es figura del toreo”, aseguró el torero zamorano.
Andrés Vázquez, de 80 años, centró su charla en la defensa del toro íntegro. “Debe salir al ruedo como lo parió su madre. Y no olvidemos que el toro también tiene sus derechos: tiene derecho a dar un puntazo, una cornada y tiene derecho a matar”, afirmó el veterano matador de toros.
Y, como no podía ser de otra manera, dedicó unas palabras a la feria de la capital navarra. “Pamplona adora al toro bravo y, gracias a esta ciudad, todavía puede verse este toro, el toro íntegro. Es el lugar donde de verdad se vive el toro de lidia”.
Este torero castellano toreó 13 tardes en Pamplona y estoqueó 24 toros, a los que les cortó siete orejas y un rabo. Desde su debut en 1964 hasta su última actuación vestido de luces en 1972, su mejor tarde la firmó el 13 de julio de 1966, en una tarde en la que alternó con Antonio Ordóñez y El Pireo. El espada de Villalpando le cortó al quinto de Juan Pedro Domecq los máximos trofeos, aunque, según la prensa de la época, el rabo lo cortó por equivocación el alguacilillo. En cualquier caso, ese día salió a hombros junto al banderillero Mario Coelho, en un caso nada usual en el toreo.
De todos modos, la última vez que toreó Vázquez en Pamplona fue el 7 de julio de 1978, en un festival matinal a beneficio de Medicus Mundi. Vestido de corto, le cortó las dos orejas al séptimo y último toro de Marcos Núñez.
Respecto al resto de Navarra, toreó también vestido de luces en Tudela y Cintruénigo, y en ambas plazas triunfó. Y lo mismo hizo, aunque vestido de corto, en su última actuación en esta tierra; fue en 1981, en la plaza de Lumbier, dentro de un festival en el que toreó en solitario y en el que cortó las dos orejas de uno de los dos novillos de Pérez Tabernero que lidió.
Caso único
Por su parte, el periodista y crítico taurino Francisco Cañamero, en la presentación de su libro, “Andrés Vázquez, ¡pasión torera”, destacó la importancia que tuvo este torero de Villalpando en las décadas de los 60 y 70, en las que tuvo que competir con toreros de la talla de El Viti, Paco Camino, Diego Puerta, Luis Miguel Dominguín, Julio Aparicio o Antonio Ordoñez.
Asimismo, hizo hincapié en la importancia que tuvo su última actuación, la que llevó a cabo el pasado mes de julio en la plaza de Zamora para conmemorar sus ochenta años de vida y cincuenta de alternativa, actuación que calificó de “caso único en el toreo”. Ese día lidió y estoqueó un novillo de Urcola, propiedad de Victorino Martín, al que le cortó las dos orejas y el rabo, triunfó enmarcado en un festival que terminó con su aclamada salida a hombros.
Fuente: portal tododetoros.
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