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lunes, 11 de junio de 2012

Parte 1.- El arte del rejoneo o llamado también “el arte de Marialva”: Para hablar del rejoneo tal y como lo conocemos en la actualidad, debemos remontarnos a la corrida caballeresca, las primeras noticias existentes de corridas de rejones datan del siglo XIII, aunque el punto más alto lo alcanza durante el reinado de Felipe IV; y su declive comienza en el siglo XVIII; lo que se entiende perfectamente, si tenemos en cuenta que el auge y la decadencia de este tipo de festejos va en relación con la evolución de la nobleza ya que los nobles eran quienes tenían derecho a montar a caballo. El origen de la corrida caballeresca tiene mucho que ver con el auge de la monta a la jineta, con ella se abandonan los largos estribos de la Alta Edad Media que utilizaban los caballeros en las batallas, por unos estribos más cortos que hacen ir al jinete con las rodillas flexionadas; permitiéndole así dominar mucho mejor al caballo y hacer posible los alardes frente al toro. Las noticias que se tienen sobre la celebración de estas fiestas de toros, aluden siempre a sucesos extraordinarios relacionados con compromisos matrimoniales, bodas reales o de nobles, nacimientos o por la presencia de algún monarca o personaje político de alcurnia en alguna ciudad. En este tipo de festejos, el que rejonea se basa en la movilidad y doma de su (s) cabalgadura (s), para poder burlar al toro y así someterle al castigo de los rejones o de las banderillas; de tal forma que el rejoneo de antaño y el actual son muy similares, con la única diferencia que los caballeros contemporáneos han ido adquiriendo más experiencia y mejorando la técnica. En España, con el reinado de los Borbones llega el declive del toreo a caballo por parte de la nobleza, debido a que durante muchos años los aristócratas para mantenerse en forma, alanceaban toros bravos o de lidia para su esparcimiento y entretenimiento. Cuando se realizaban estos festejos, se hacia un llamado invitando a la población para que presenciara las hazañas de los caballeros. Al decaer la caballería, la aristocracia española abandonó esta práctica y los caballeros dieron paso al toreo a pie, llamándoles matadores de toros o toreros; tanto, que con esta dinastía la nobleza abandona la práctica del toreo a caballo y los jinetes desaparecen de la plaza, aunque no del campo, a diferencia de Portugal donde siempre ha permanecido viva la corrida de rejones en público. El rejoneo es un arte taurino ejecutado por un torero (llamado en España y México Rejoneador; y en Portugal Caballero en Plaza) que monta en caballos educados a la alta escuela y lidia a un toro bravo. Ello tiene lugar en una plaza de toros y la lidia, al igual que en las corridas de toros tradicionales se divide en tres tercios; la única diferencia es que una vez realizado el paseíllo, el o los jinetes han de dar una vuelta al ruedo y saludar al presidente del festejo y al público, para que suene el clarín ordenando la salida del toro que le tocó en suerte lidiar. En España, el rejoneador viste el tradicional traje campero que consta de: • Calzona (pantalón), va a media pantorrilla y está rematada por el exterior con caireles (pueden ser de plata, aunque no es usual), esto permite el contacto directo de la bota o boto campero del rejoneador con el caballo. Tirantes. Camisa de torear con cuello para cuatro botones. Pañuelo. Chaleco. Chaquetilla. Sombrero de ala ancha. Zahones, equivalen a las chaparreras en el charro, son de cuero repujado y sirve para proteger la parte delantera de las piernas del caballero y Marsellés (chaquetón corto de abrigo) que se pone a los hombros para el paseíllo. Por su parte, los rejoneadores portugueses visten “a la federica”, este modo de vestir se debe a que el tipo de ropa que usan es de caballero del siglo XVIII: • Calzón corto ajustado a la pierna, que normalmente es de color claro, con una fila de botones de plata sin repujar en su parte exterior; Medias blancas que sobresalen del boto hasta por encima de la rodilla; Camisa blanca con chorreras y escarolas, los ocho botones de la camisa son de filigrana de oro o de plata y hay algunos rejoneadores que gustan de poner su escudo, su anagrama o sus armas; los puños de la casaca llevan una ancha bocamanga y rematan en “puñetas” de puntilla; Chaleco bordado, Casaca, que puede ser de seda o de terciopelo de distintos colores, bordada en oro, plata o azabache (hilo de seda). Pañuelo de fina puntilla en el bolsillo derecho y Tricornio adornado con un ribete de plumas de avestruz, sobre la cabeza. Si el Caballero en Plaza o Rejoneador es de los toreros que acostumbra bajar del caballo para matar al toro con muleta y estoque; se quita la casaca y se pone una más corta denominada casaquilla (recordemos que la denominada chaquetilla, es la que forma parte del traje de luces de los toreros que intervienen en las tradicionales corridas de toros llámense: Matadores de Toros o Novillos, banderilleros, picadores y puntilleros). Recordemos que Conchita Cintrón, Carlos Arruza (Padre) y Gastón Santos, fueron de los toreros que gustaban de echar “pie a tierra” para liquidar a sus enemigos; hoy en día lo hemos visto hacer en México a Rodrigo Santos y en España a Fermín Bohórquez. Y a Diego Ventura. En Portugal, el “Cavaleiro Amador”, es aquel que no ha debutado como “Cavaleiro Praticante” y viste con un traje corto igual al de los rejoneadores españoles; en algunos casos, el traje corto portugués puede llevar bordados de oro con motivos florales ribeteando la chaquetilla y las bocamangas. El calzón corto que utilizan, no se remata con caireles y nunca se complementa con los zahones. En otros países, como por ejemplo México, los rejoneadores pueden vestir de corto, “a la federica” , con traje goyesco o con el traje charro, chaquetilla corta, bordada o con apliques de plata, que ha popularizado actualmente Pablo Hermoso de Mendoza en algunas de sus actuaciones en México. A diferencia del traje corto español que no utiliza corbatín, este se suele llevar con una corbata en forma de lazo. Los pantalones, son ajustados y llevan apliques de plata o de oro, en la parte exterior de la pernera, que pueden abrirse para calzar los botos El rejoneo en Portugal es conocido como el arte de Marialva, debido a que el iniciador de la equitación a la portuguesa fue precisamente el Marqués de Marialva. El rejoneo en Portugal es similar al del resto del mundo, salvo por las siguientes diferencias: Los toros no reciben rejones de castigo. Al principio de la lidia, el “cavaleiro” clava de una a cuatro farpas (banderillas con un doble arpón más grandes que las banderillas normales). Después de clavar banderillas, la culminación de la lidia del toro se hace con la actuación de un grupo de forçados, que salen al ruedo para realizar una 'pega'. Concluida ésta, se dará paso a los cabestros que harán volver el toro al corral, donde será sacrificado días después. Fuenete :Jaime Montoya . TORERO.

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